martes, 18 de diciembre de 2012

El milagro de Norwich

La primera (y única) vez que he tenido contacto directo con la afición del Norwich City, fue en un vagón de metro. En realidad, viajar en metro por Londres un sábado por la tarde (en Inglaterra, un sábado a la 13:30 ya es por la tarde), significa respirar fútbol. Da igual que te subas en Picadilly Circus o en Leicester Square, los más o los menos, habrá gente con la bufanda del Tottenham, del QPR, del Arsenal o del Chelsea (y por supuesto, con las de sus rivales). Alguno encontrarás, porque alguno de los muchos clubes londinenses, ese sábado, jugará en casa. Yo me monté en King's Cross St.Pancras, y ya, antes de buscar mi andén, me había cruzado con bastantes simpatizantes del Nottingham Forest, que se movían al sur de la ciudad porque esa misma tarde tenían partido de Championship contra el Crystal Palace. Yo iba dirección a la estación de Putney Bridge, al suroeste de la ciudad. El destino era Craven Cottage, para ver un Fulham - Norwich City. No sé si por las circunstancias que les permitían disfrutar de un momento impensable un par de años atrás, o por el colorido de sus camisetas y bufandas amarillas, pero los aficionados de los canarios transmitían algo especial. Aquel trayecto siempre lo recordaré por los cánticos a Gran Holt, Paul Lambert, y algo que aún no he conseguido descifrar pero que debían ser recordatorios calientes hacia el Ipswich Town. Fútbol en el metro, y sin pelota.

Una de las grandes señas de identidad del fútbol inglés son sus aficionados. Parece un tópico, pero la organización de cada partido está enfocada a que la grada luzca. Mi entrada en Craven Cottage estaba situada en Hammersmith End, la grada de fondo desde donde salen más gritos de apoyo al Fulham. Los aficionados del Norwich quedaban en en el fondo contrario, y más de la mitad de aquel fondo lucía un brillante color amarillo. Por esto cada partido de fútbol ingés es especial. La afición visitante tiene un sitio vip y un gran número de entradas, así que por momentos, un simple Fulham - Norwich de Premier League, da la sensación de ser una final. Un simple acercamiento del Norwich despertaba un fuerte griterío entre su afición, a lo que los aficionados del Fulham contestaban con aún más entusiasmo. Nunca se me olvidará, a mi lado, un tipo de unos 60, cabeza rapada, cruz a modo de pendiente en su oreja derecha, y mirada penetrante a la afición del Norwich mientras gritaba con voz ronca y peculiar acento británico: "Come on Fulham! Come on Fulham!" No quiero decir con esto que Hammersmith End no respondiera así semana tras semana, pero mi sensación, desde una perspectiva neutral, es que aquellos aficionados del Norwich disfrutaban del momento con una ilusión especial. La que les otorgaba la sensación de estar viviendo algo inesperado.


Espacio para los aficionados canaries en aquel Fulham-Norwich

Porque el Norwich City, a pesar de haber logrado un meritorio tercer puesto en el año de inauguración de la Premier League, en la temporada 1992/1993, vivía un pasado reciente en los estratos inferiores del fútbol inglés. Paul Lambert, el hombre clave en este repentino cambio de realidad, llegó al club en agosto de 2009, y lo hizo en unas circunstancias muy difíciles. El Norwich acababa de descender a la League 1, y en su banquillo se mantenía Bryan Gunn, que había llegado al club en sustitución de Glenn Roeder en enero de la temporada 2008/2009 para tratar de salvar la categoría. No lo consiguió, aunque la directiva le mantuvo en el puesto, en el que duró tres jornadas en la tercera categoría del fútbol inglés. El primer partido en League 1 fue un bochorno. El Norwich perdió 1-7 frente al Colchester, lo que suponía la mayor derrota en la historia del equipo como local, superando un récord que estaba vigente desde 1946. Dos jornadas después, Gunn fue despedido, y llegó Paul Lambert. Desde entonces, todo cambió. Lambert consiguió esa misma temporada el ascenso a Championship como campeón, y el siguiente el ascenso a la Premier League tras lograr el 2º puesto en la tabla. Una evolución fulgurante que les situaba como principales candidatos al descenso el pasado curso, algo que acabarían esquivando con la inesperada ventaja de 11 puntos sobre el Bolton, 18º clasificado. 

Los milagros de Lambert no pasaron desapercibidos para un club histórico, aunque en este momento esté en horas bajas, como el Aston Villa, que le fichó este verano. El Norwich afrontaba, por lo tanto, un reto considerable. Se marchaba del club el que había sido el artífice principal del éxito reciente en la evolución del equipo. La tarea fue encomendada a Chris Hughton. Hughton llegaba tras haber clasificado al Binrmingham City para el play off de ascenso a la Premier League la pasada temporada, aunque en las semifinales perdería frente al Blackpool. Sin embargo, su pasado reciente como entrenador tiene un momento más sonado, que fue su destitución del Newcastle United. Las urracas estaban haciendo una temporada decente y la crítica era bastante favorable con ellos, pero para Derek Llambias y Mike Ashley aquello no fue suficiente. Hughton fue despedido, a pesar de las críticas en torno a la decisión de leyendas del club como Alan Shearer, o ex futbolistas de la entidad como Sol Campbell, y al Newcastle llegaría Alan Pardew. Nadie recordó a Hughton porque el Newcastle terminó la temporada peleando por entrar en la Liga de Campeones y obteniendo billete para la Europa League, pero la sensación es que a Hughton no le habían dejado terminar su trabajo. Sin embargo, el destino le ha dado otra oportunidad muy pronto en la Premier League, y la está aprovechando con creces al frente de este Norwich City. 

Los canarios se sitúan, cuando casi llegamos a la mitad de la temporada, en un meritorio octavo puesto. Pero desde luego, lo más sorprendente, es su racha reciente. Llevan 10 partidos consecutivos de Premier League sin conocer la derrota, donde han logrado 6 victorias y 4 empates. Por añadir más datos relevantes, sin duda hay que destacar que de esas 6 victorias, 3 han sido frente a Arsenal, Tottenham y Manchester United. Hughton ha mantenido algunas bases del esquema tipo de Lambert durante el pasado curso, pero ha añadido algunos recursos que merece la pena destacar. El Norwich juega habitualmente con un 4-4-1-1 (el año pasado Morison tenía más protagonismo y veíamos en muchas ocasiones un doble 9), aunque lo más interesante es conocer cuales son los puntos fuertes del equipo.

1. La llegada de Bassong

El ya internacional camerunés está siendo uno de los artífices del éxito. Se adapta perfectamente a los dos recursos que está utilizando el equipo. Cuando la presión es alta, es bastante eficaz para cubrir largas distancias en campo abierto, y en la defensa posicional está mostrando buenos recursos en anticipación y defensa de centros laterales. Con continuidad y confianza, se está destapando como un central correcto, algo que parecía complicado viendo algunas de sus actuaciones en el Tottenham. 

2. La dupla Tettey - Bradley Johnson

Desde la llegada del ghanés, aunque internacional con noruega, el equipo se ha mostrado más agresivo y compacto. Un buen complemento para Bradley Johsnon, que es más dinámico y tiene más capacidad asociativa y llegada al área rival. Tettey es capaz de robar a buena altura, ganar segundas jugadas y mantiene agresividad defensiva en campo propio. Hughton ha encontrado un medio campo de perfil medio pero muy complementario, que no se complica y que es eficaz.

3. Snodgrass-Hoolahan-Pilkington

La referencia en la transición ofensiva en los carriles exteriores y central. Los hombres de banda aportan cosas diferentes. Snodgrass, que ha llegado este año del Leeds United, es zurdo, aunque juega en derecha. Ofrece una recepción lateral donde el equipo hace una pausa, y puede empezar a atacar en posicional. Tiene un registro más calmado y eso ayuda a darle otra cara al equipo, además de su brutal aportación a balón parado. Pilkington, por su parte, es más dinámico y agresivo. En el otro perfil busca romper al espacio, y tiene buen pie para centrar. El hecho de manejar bien las dos piernas le permite también poder romper hacia dentro. Ahí Hughton encontró equilibrio: un lado derecho más pausado y un izquierdo más profundo. En medio de todo, Hoolahan. Lambert ya lo juntó con Morison y Holt el año pasado, pero claro, el panorama para brillar no era igual que este, donde juega absolutamente liberado detrás de un sólo punta. Fantástico manejo de pelota, se aprovecha de la pausa de Snodgrass para asociarse con él y fabricar en la frontal. Tres hombres que tienen buen nivel aún con su poco nombre que ayudan al Norwich a atacar de varias formas.

3. Grant Holt, el ídolo

Si decíamos que los tres hombres de 3/4 ofrecían recursos para atacar de diferentes formas, Holt es que apuntilla esta teoría para que el equipo pueda salir de presiones agresivas y jugar directo. Es uno de los mejores delanteros de la Premier recibiendo balones directos y jugando de espaldas. A partir de ahí, recepciones de cara para Snodgrass o Hoolahan o aprovechamiento de sus espacios por parte de Pilkington. Dentro del área, además, es buen rematador. La realidad es que sería imposible imaginarse al actual Norwich sin un protagonismo absoluto de Grant Holt. Como Lambert, llegó al club en 2009 y fue protagonista principal en ambos ascensos. 

Veremos hasta dónde es capaz de llegar este Norwich City de Chris Hughton, aunque lo cierto es que no sufrir por descender ya sería un triunfo. Desde luego, la temporada es larga y el objetivo sigue siendo ese, pero viendo su rendimiento continuado en un tramo importante del curso hace pensar que acabarán logrando mantener la categoría. Desde luego, no me extraña que aquellos aficionados del Norwich me transmitieran esa pasión y alegría. Están viviendo un milagro.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Udinese y el imperio Pozzo

Arthur Antunes Coimbra fue uno de los mejores futbolistas de la historia. Uno de los más grandes. Quizá algunos lean su nombre de pila y no sean capaces de ponerle una cara al asunto, lo cual resulta, verdaderamente, una injusticia poética que va de la mano del "no título" de la selección brasileña en el mundial 82. Justicia poética es un viejo tópico literario en el que, resumiendo, los buenos ganan y los malos pierden. Así que el término injusticia poética, de uso más reciente, es justo lo inverso (digo yo). Sin duda, un tanto absurdo esto de justicia o no justicia, porque en el fútbol esa balanza se inclina dependiendo de quién ponga las piedras en uno u otro lado, pero la realidad, y para concluir, es que la selección brasileña, (pentacampeona del mundo), no ganó la copa dorada con el que quizá fue su mejor equipo de todos los tiempos. Motivo al parecer suficiente como para que Zico no sea considerado como uno de los más grandes por la opinión popular. No he venido aquí a hablar de Brasil ni de Zico, pero me parecía importante contextualizar su figura antes de empezar a hablar del Udinese Calcio.

Porque este humilde club del Friuli, (norte de Italia), consiguió que Zico vistiera la zamarra blanquinegra entre los años 83 y 85. Udinese no tenía ningún título importante en sus vitrinas (esto no ha cambiado), y se trataba de un club ascensor cuyo mayor éxito en su historia se trataba de un cuarto puesto en Serie A conseguido en la temporada 1956/1957. Zico llegó, marcó 19 goles, y fue el segundo máximo goleador de la categoría, quedando a tan sólo uno de Michel Platini, que había jugado cuatro partidos más que él. Zico jugó un año más en Italia, aunque la siguiente temporada fue un calvario en forma de lesiones, lo que llevó al genio brasileño a volver a su Flamengo. Tiempo suficiente para considerarle un ídolo, y sirva como ejemplo que por aquel entonces, las noticias de su fichaje eran precedidas por titulares tales como: "Llega su majestad". Una etapa bonita e ilusionante, que no se transformó en forma de títulos, pero que se puede considerar precedente a los nuevos caminos del club friuliano, cuando en el año 86 Giampaolo Pozzo se convirtió en su nuevo propietario.

Giampaolo Pozzo, nacido en Udine en 1941, fundó en 1962 el Gruppo Freud en la ciudad, una empresa que se dedicaba a la fabricación de herramientas soldadas, y que con el paso de los años pasó a ser una de las más importantes fábricas de herramientas de corte realizadas con carburo, con más de mil empleados y con sede en varios puntos del mundo. La llegada de Pozzo al club en 1986 no fue de grato recuerdo, ya que Udinese descendió por culpa de un caso de apuestas, y en los años siguientes subió y bajó varias veces, hasta que el equipo se asentó definitivamente en la Serie A a partir de la temporada 1994/1995. Dicen que Giampaolo no terminó de dar nunca con la tecla correcta, hasta que en el año 93 su hijo Gino, que acababa de terminar sus estudios de Marketing, se incorporó al club. Es habitual que los dueños de los clubes de fútbol se empeñen en tomar decisiones deportivas (en muchos casos sin estar capacitados para ello), pero por lo que cuentan de Gino, y por los resultados que se han ido viendo, parece ser que el asunto es diferente. Muchos se acordarán de Andrea Carnevale, aquél delantero que compartió minutos de gloria con Maradona en el Napoli. Pues bien, Carnevale es hoy en día jefe de la sección de scout de Udinese, y habla maravillas de Gino, asegurando que sabe mucho de fútbol. 

A partir de entonces el club friuliano ha conseguido un crecimiento progresivo que ha encontrado su auge cuando al final de las temporadas 2010/2011 y 2011/2012 ha obtenido la opción de disputar la fase previa de la UEFA Champions League. La filosofía para conseguir tal éxito estaba bien definida: una red de ojeadores que apostase por futbolistas con un porcentaje de riesgo alto de que no resultasen apropiados, con la intención de tener los derechos federativos de muchos jugadores y que estos se formasen bien en el club, bien en el primavera, o a través de numerosas cesiones. El riesgo de mal resultado era alto, pero a cambio se asumían riesgos económicos muy pequeños y en el caso (como así ha sido una y otra vez a lo largo de los años), de que esos futbolistas se revalorizasen, el club recibiría sumas de dinero muy superiores a lo pagado anteriormente. Gracias a esta idea el club ha experimentado un crecimiento económico, puesto que ha supuesto su mayor fuente de ingresos. 

El comentario general durante estas últimas temporadas ha sido la asombrosa capacidad del club a la hora de reinventarse, tras haber perdido muchos futbolistas importantes. Desde los Pizarro, Iaquinta o Jankulovski, donde hay que mirar más atrás, hasta las vitales bajas de Alexis Sánchez, Inler o Zapata más recientemente. Lo sorprendente de Udinese ha sido conseguir mantener una línea regular en sus resultados a la vez que crecía económicamente gracias a sus traspasos. Sin embargo, este año han saltado las alarmas. La no clasificación a la UEFA Champions League frente al Arsenal fue un varapalo importante, pero algo entendible, siendo el verdadero golpe la eliminación a cargo del Sporting de Braga este verano. No solo el equipo quedó apeado de la competición que Guidolin (técnico del equipo) anhelaba disputar por encima que cualquier otra, si no que la forma de sufrirlo fue realmente cruel, en una tanda de penaltis en la que uno de sus recientes fichajes, el brasileño Maicosuel, erró su lanzamiento tras un disparo al estilo panenka. El equipo tuvo que jugar la Europa League (de la que ha sido eliminado en la fase de grupos), y en la Serie A se encuentra en el 12º lugar de la tabla. 

Mercado (2010, 2011, 2012)

1.2010 (+12.1 M€)



2. 2011 (+48.7 M€)


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3. 2012 (+7.5 M€)


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Capturas tomadas de la web soccerway.com

Solo en el mercado de traspasos, y sin contabilizar el ahorro en fichas de los futbolistas vendidos, el Udinese ha obtenido beneficios de 68,3 millones de euros en los últimos tres años. Como se exponía anteriormente, la política del club es evidente: comprar barato y vender caro. La otra parte lógica, es que muchos de esos futbolistas desconocidos que llegan a Udine se forman lejos del club. Para muestra un botón: la cantidad ingente de cesiones (y de copropiedades, aunque no aparezcan como tal*), que se muestran en las capturas previas son la prueba evidente. Los futbolistas se reparten por diferentes clubes, pero en este aspecto, Udinese también tiene una política marcada: la de los equipos llamados satélites. Un caso cercano es el del Granada, y es que la familia Pozzo invirtió en acciones del club andaluz en el año 2009. Gracias a su buena relación con Quique Pina (presidente), que además es el representante legal de los futbolistas del Udinese para cualquier operación en España, llegaron acuerdos en los que el Udinese pagaba parte de la ficha, (o la totalidad) de los hombres que marchaban cedidos, para que se fogueasen. Beneficio para ambos. El Granada llegó a primera división y algunos de los hombres de los que el Udinese posee los derechos han acumulado experiencia y rodaje. Las redes no se quedan en España, y es que la familia ha hecho algo parecido con el Watford inglés. La familia Pozzo compró el club en junio de 2012, puso a Gianfranco Zola en el banquillo y le ha cedido una cantidad ingente de futbolistas. El Watford, de momento, está en 8ª posición del Championship (2ª categoría del fútbol inglés). Hasta hace unos meses, los elogios se sucedían gracias a su fórmula. El club ingresaba dinero, y su rendimiento deportivo mantenía una línea regular. Ahora mismo, todo se ve desde otro prisma.

*Se pueden ver las resoluciones de las últimas copropiedades en este listado.

Evolución deportiva

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Y es que el Udinese no solo cayó en la fase previa de la Champions y se fue a casa en la de grupos en Europa League, si no que además se pasea por la mitad baja de la tabla de la Serie A. Históricamente, nada que reprochar, pero si se ve desde un punto de vista más reciente queda la duda de hasta qué punto es beneficioso para el club una política de venta a discreción. En tan solo dos años, han perdido a Handanovic, hoy día uno de los mejores porteros del mundo, a Isla, por proyección, considerados uno de los mejores carrileros del fútbol europeo, Asamoah, adaptado a la banda izquierda en la Juventus y probablemente siendo el más destacado del torneo en esa posición hasta el momento, Gökhan Inler, uno de los mejores centrocampistas de la Serie A, hoy en el Napoli, o Alexis Sánchez, que no necesita presentación después de su fichaje por el FC Barcelona. El año pasado Guidolin consiguió estirar el rendimiento de la plantilla, adaptando, por ejemplo, a Isla a la posición de interior, y siempre gracias al incombustible Di Natale. Hoy resulta más complicado. De los recambios, el único que rinde con regularidad es Brkic (y no es tan bueno como Handanovic), y la desesperación de Di Natale por lo poco que le ofrece el equipo es evidente. Se dice en Italia que Udinese tiene tantas vidas como un gato, pero veremos hasta qué nivel es capaz de rendir el equipo este año. Desde luego, parece que el sueño reciente de UEFA Champions League se esfumó con aquella panenka de Maicosuel. El momento en el que se empezó a tambalear el imperio Pozzo.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Girondins de Bordeaux: Francis Gillot y el trabajo bien hecho

Burdeos y el fútbol meciendo un blasón en el que se puede leer: "década de los 80". Ficticia imagen que resumiría la época dorada de su club de fútbol, el Girondins, que por entonces ganó varias ligas con un equipo de ensueño y quedó muy cerca de la gloria, o al menos de optar a ella, cuando la Juventus de Turín lo eliminó de la Copa de Europa en semifinales. Era el 24 de abril de 1985 y en la ida, los Tardelli, Platini, Boniek o Rossi habían obtenido una amplia ventaja, gracias al 3-0 logrado en el Stadio Comunale. Ventaja que no fue suficiente para evitar que el Parc Lescure (nombre del estadio hasta que en 2001 cambió a Chaban-Delmas en honor al fallecimiento del alcalde de Burdeos durante más de 50 años), presentase un lleno histórico. Los 40.211 espectadores que presenciaron el partido son un récord que aún no se ha superado, y se quedaron a un gol de ver como su equipo le empataba la eliminatoria al gigante italiano. El alemán Dieter Müller abrió la cuenta a los 25 minutos, después de un fabuloso robo de Tigana y pared con Giresse, y a falta de 10 minutos para el final Battiston marcó el gol del que sería definitivo 2-0. El sueño de jugar la final de la Copa de Europa quedó cerca, y las tres ligas que ganó aquella generación fueron un éxito rotundo para las vitrinas del club. Desde entonces ha acumulado algunos éxitos (subcampeón de la UEFA en el 96), y campeones de liga en el 99 y 2009. La liga de 2009, con Yoann Gourcuff como líder en el césped y Laurant Blanc en la dirección, es la última gran alegría y referencia de éxito de "Les marine et blanc".

Pero Gourcuff fichó por el Olympique de Lyon, y Blanc, tras su buen hacer, fue reclamado para dirigir a la selección nacional. En este panorama, Francis Gillot fue el elegido para tratar de reconducir el camino de un equipo que, no hace mucho, había sido campeón de Ligue 1. Los comienzos del Girondins la temporada pasada no fueron buenos. Incluso, anduvo bastantes jornadas coqueteando con el descenso, hasta que tras tres meses de trabajo el equipo comenzó a asimilar conceptos y a lograr buenos resultados, hasta el punto de acabar la temporada en un espectacular pico de forma que significó, a última hora, plaza para la UEFA Europa League. Jean-Louis Triaud, presidente del equipo, sabía lo que fichaba, y es que el Sochaux 2010/2011 de Gillot fue, probablemente, el equipo que durante algunos tramos del año mejor fútbol practicó en toda la Ligue 1. 

Aquel Sochaux era un equipo que se asociaba con fluidez, con Marvin Martin como principal referente. A pesar de que la formación era un 4-4-2 en rombo ancho, la naturaleza de Martin hacía que su radio de acción fuese muy amplio, por lo que además de tener peso en 3/4 tenía mucha interacción con la base de la jugada. Boudebouz podía ser profundo, pero ocupaba zonas interiores con mucha facilidad y en ese sentido Martin encontraba un gran socio, mientras que Maurice-Belay sí era el extremo que daba más amplitud en el lado contrario. La pareja de puntas, muy complementaria. Ideye Brown era más referencia, mientras que Maïga rajaba sobre los costados para aprovechar su buena técnica y darle tiempo a los que llegaban. Un equipo ofensivo y equilibrado, con futbolistas técnicos y profundos.

La intención inicial de Gillot fue acoplar algo parecido en el Girondins, pero no le funcionó. N'Guemo llegó del Nancy para ocupar la posición de mediocentro (futbolista de plenas garantías), y el hombre elegido de inicio para la labor Marvin Martin era Plasil, que ya llevaba una temporada en el club, llegado de Osasuna. Para el sector izquierdo fichó directamente a Maurice-Belay, que ya había trabajado con él en el Sochaux, mientras que para la derecha (rotando con Gouffran), empezó a utilizar a un futbolista de fantástico nivel técnico como Ben Kallfalah. Sin embargo, otras posiciones estaban más flojas (en el lateral derecho comenzó a jugar Sané, sitio que no le va bien por sus condiciones), mientras que la opinión general coincidía en que al equipo le faltaba definición (mal arranque de Gouffran cuando jugaba de punta e irregularidad de Diabaté y Modeste). Además, el buen nivel de juego de sus dos puntas en Sochaux estaba por encima de lo que mostraron los delanteros en Burdeos, y este era un factor fundamental del buen fútbol mostrado por el equipo de la Peugeot. Bastante irregularidad zona baja de la tabla, hasta que el Girondins encadenó algún buen resultado a final de año. El mercado de enero y las llegadas de Mariano (procedente de Fluminense) y de Obraniak (del Lille) fueron los factores definitivos para que el equipo se equilibrase (varió el esquema y empezó a jugar con 3 centrales) y completase una segunda vuelta fantástica. A día de hoy, el Girondins de Gillot ocupa la segunda plaza y lo más destacable es la riqueza de los planteamientos, en los que el técnico ha mezclado cosas de ese final de temporada pasada, con ideas de aquel Sochaux, y nuevos registros.

1. 3-3-2-2

Este fue el esquema que utilizó Gillot a partir de enero del año pasado, y con el que el equipo empezó a hacerse sólido y a conseguir resultados. De esta forma consiguió darle a Sané un rol más natural para él (la llegada del lateral brasileño Mariano procedente de Fluminense fue clave para conseguirlo). Además, ninguno de los centrales podían ser considerados con conceptos de primer nivel, así que una mejor ocupación de los espacios en la fase defensiva significaba solucionar ese problema. Obraniak también fue un fichaje muy importante porque le daba aire y opción de progresar a un equipo que defendía con mucha gente en campo propio. Este año no ha sido la base en todos los partidos, pero por ejemplo, en la victoria del Girondins en Gerland del 30/09 fue el elegido. 

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El equipo con este esquema se ha mostrado bastante sólido en varios tramos de la fase defensiva. En campo rival, poco permisivo con el inicio de jugada del contrario. El cuadrado que forman los dos puntas + los dos interiores adelantados en campo contrario, permite eliminar opciones de recepción en la base, y además permite atacar las recepciones laterales con una basculación cercana y con la ayuda de los carrileros, que se encuentran un escalón por delante al haber tres centrales. En defensa posicional, con el equipo replegado, el asunto es simplemente numérico. Forman una línea de cinco bastante bien acompasada que se hace difícil de superar, permite anticipaciones de los centrales con la espalda cubierta y llegar a las ayudas laterales. Lo que supone defender con una línea de cinco.


Pero para que esos mecanismos defensivos funcionen hay dos focos de interés importantes que hacen respirar al equipo. El primero, la pareja de carrileros (Mariano - Tremoulinas). Al haber tres centrales, su espalda queda protegida con un movimiento lateral cercano de los centrales externos, así que existe equilibrio posicional. La aportación de ambos en campo rival es vital, porque son rápidos, capaces de guardarla en posiciones avanzadas y con muy bien pie para centrar. Con este esquema, son los absolutos protagonistas de los carriles exteriores y sin su aportación probablemente el esquema sería insostenible porque sería muy difícil sacar al equipo de campo propio. El segundo detalle también es nominal. Plasil y Obraniak y su producción en tres cuartos de campo. En un esquema que les libera por completo, son los recepctores de la jugada posterior al cambio de orientación y por lo tanto los principales beneficiados de la amplitud del equipo. Su naturaleza les hace ser productivos. Técnicos, de buen manejo y capacidad para pasar, son los que terminan de darle aire y continuidad al equipo en campo rival. Este 3-3-2-2 es una alternativa diferente y bastante equilibrada que tiene el equipo.

2. 4-4-2 en rombo

No es ningún secreto que es el esquema predilecto de Francis Gillot. Trató de implantarlo nada más llegar y, como se ha comentado, no funcionó, y ahora que el equipo ha asimilado mejor sus conceptos y ha trabajado con el grupo más tiempo, ha vuelto a intentarlo durante la temporada. Como opinión personal, creo que el equipo no termina de dominar los partidos posicionalmente con la misma seguridad que con el 3-3-2-2, pero también es cierto que hay ciertos momentos en las fases de ataque en las que los futbolistas tienen opciones menos rígidas y el equipo se vuelve más fluido y dinámico. Mariano y Tremoulinas no están tan protegidos y por ahí hay más riesgo. Digamos, por resumir, que el equipo ataca más vistoso pero se equilibra de una manera menos eficaz.

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Este esquema lo hemos visto varias veces, contra el Marsella este fin de semana, o contra el Bastia hace algunas jornadas, y merece destacar algunos detalles de su fase defensiva. En primer lugar, la basculación de ese rombo es muy buena, da la sensación de estar bien trabajada. El rival puede llegar a uno u otro lado y el medio campo sabe guardar bien las distancias y apretar bien la zona exigida. Sin embargo, hay diferencias importantes si el mediocentro es N'Guemo o Sané. Probablemente N'Guemo sea el mejor para el 3-3-2-2, aunque a mi me deja ciertas dudas en el 4-4-2 en rombo. No hay duda de que es más fluido y tiene mejor trato de balón que Sané, pero la amplitud de Sané para ofrecer coberturas, ganar juego aéreo y sobre todo, capacidad de robo, es superior. Con el equipo más desprotegido parece que Sané es mejor "apagafuegos", algo que quizá sea más necesario con este sistema.

En el plano ofensivo, las alternativas son bastantes. Plasil suele hacer de interior en derecha, y en el otro perfil, Saivet o Maurice-Belay ofrecen una solución exterior mucho más profunda. Además, si Jussie es el que acompaña a un punta, existe un delantero como él que tira más el apoyo, mientras que Gouffran busca la ruptura. Esto hace que Plasil ofrezca recepciones cercanas al poseedor en el perfil derecho, u Obraniak en izquierda, ya que Saivet o Maurice-Belay son profundos en ese sector, y Jussie aprovecha espacio en el carril central. Quizá el principal problema es que Mariano y Tremoulinas sean menos vistosos en ataque, porque, por lógica, están más atados al no tener un central a su espalda que les equilibre constantemente sin desproteger zonas interiores. 

3. 4-2-3-1

Gillot había tirado de él en ocasiones en el Sochaux cuando jugó con un solo punta y quiso liberar a Marvin Martin, dándole más peso en 3/4 de campo. Sin embargo, no solía ser habitual en sus planteamientos. Por los futbolistas que tiene ahora, a mi, particularmente, me gusta bastante. N'Guemo es un gran mediocentro y de este modo tiene menos que abarcar, y le das a Plasil más peso en la base. Además, los extremos son equilibrados (en la izquierda, o Saivet si juega en la derecha), son más profundos, mientras que el carril que administra Obraniak ofrece más apoyos, mientras que Jussie está obligado a hacer menos rupturas y por lo tanto está más presente en la circulación. Además, los laterales tienen peso porque la cobertura del mediocentro no significa un problema de espacio al frente de los centrales.

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En la captura de la izquierd (segunda parte frente al Marsella) se puede observar una variante que se hace más complicada con el rombo, y es la del juego directo. Con dos hombres detrás de la pelota el equipo puede abarcar más en caso de no ganar esa pelota, y en caso de ganarla, los dos extremos y el punta ofrecen soluciones para ganar la segunda jugada. Los centrales del Girondins no son precisamente lo mejor del equipo, y es una alternativa que en ocasiones se necesita para llevar el balón a campo contrario. Además, la recepción de los extremos (Saivet u Obraniak), es técnicamente precisa, así que pueden aguantar y esperar llegada de laterales o simplemente dar continuidad en campo rival. En la captura de la derecha observamos a Plasil con opción de ofrecer recepción en la base. Es cierto que en esa imagen no hay abierta línea de pase y por lo tanto la pelota acaba en uno de los costados, pero la idea es que Plasil ya no está escorado en el carril interior diestro, si no que es el hombre más cercano a los centrales, por lo que da una alternativa de salida limpia. Quiero decir con esto que el rombo permite una estructura de salida más limpia, pero esta variante acerca a Plasil a la base (futbolista más técnico que cualquiera de los mediocentros), por lo que Gillot lo equilibra en cierto modo. 

Es complicado rescatar una propuesta concreta, porque el equipo, hasta el momento, ha dado muestras de saber competir bien con cualquiera de ellas. Con los tres centrales de una manera menos vistosa pero más sólida, con el rombo ofreciendo muchas alternativas al poseedor y consiguiendo establecer, posicionalmente, una salida más limpia, y con el 4-2-3-1 añadiendo el registro de juego directo y permitiendo un vuelo a los laterales en la defensa de cuatro que con el rombo es más difícil de ver. La buena noticia para el Girondins es que, por lo general, Gillot está eligiendo bien, y el equipo, a estas alturas, es una de las revelaciones en la Ligue 1 gracias a ese segundo puesto tras 13 jornadas. Francis Gillot es, sin duda, uno de los entrenadores a seguir en el campeonato galo.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Marquinhos, la última sorpresa de Zeman

Su primera gran decepción llegó con tan sólo 17 años, en Guadalajara, México. Él no había nacido, pero aquella ciudad había visto jugar, muchos años antes, a una de las mejores generaciones brasileñas de todos los tiempos. Brasil disputó todos sus partidos (excepto la final) del Mundial del 70, en el Estadio Jalisco, así que para un combinado canarinho, y a pesar de la derrota en los penaltis contra la Francia de Platini en el mismo escenario 16 años más tarde, Guadalajara tenía algo especial. Quizá no poder pisar el mismo césped que los Pelé, Clodoaldo, Jairzinho o Rivelino, era una injusticia poética para Marcos Aoás Corrêa (Marquinhos) y sus compañeros, que saltaban al terreno del nuevo y flamante estadio Omnilife el 7 de julio de 2011. Marquinhos estaba ante su primera gran cita (con el permiso del hexagonal final en el Sudamericano U17 del que había salido vencedor meses antes), con la cinta de capitán, dispuesto a jugar la semifinal del Mundial U17 en un clásico sudamericano frente a Uruguay. Brasil, como suele ser habitual, tenía ese aroma de favoritismo, así que Marquinhos no pudo hacer más que llevarse las manos a la cabeza cuando observó como su meta, Charles, arrollaba sin compasión al  habilidoso punta charrúa Rodrigo Aguirre en el interior del área. Uruguay se ponía por delante y desde entonces Brasil puso más corazón que cabeza. El 2-0 y 3-0 del combinado uruguayo fue un duro golpe. La canarinha se quedaba a las puertas de la final. Pero, como se suele decir, un clavo quita otro clavo y desde entonces, en su carrera solo ha habido buenas noticias.

En enero de 2012 se proclamó campeón de la prestigiosa Copa São Paulo de Futebol Júnior (la famosa Copinha), después de que Cortinthians le ganase por 2-1 a Fluminense (gran favorito del torneo y probablemente el equipo que mejor fútbol desplegó), remontando un resultado adverso en los minutos finales. Para Tite, técnico del primer equipo, Marquinhos ya era uno de los futbolistas a tener en cuenta en las categorías inferiores, aunque su actuación en la Copinha, donde fue uno de los destacados, acercó su nombre al público internacional. Y digo que Tite ya le tenía en cuenta porque unos meses antes, en septiembre de 2011, ya le dio la oportunidad de tener una experiencia con el primer equipo en un amistoso que el Timão jugó en Osasco, Saõ Paulo, frente al Grêmio Osasco, con motivo de la inauguración de su nuevo estadio de césped artificial. Al término del encuentro Tite dejó clara su satisfacción con el futbolista, diciendo que había jugado con naturalidad, que le veía maduro y que lo que más le gustó fue que había trabajado sin hacer ruido hasta recibir su llamada. Probablemente al futbolista le ayudó el hecho de haber entrado en el club con tan solo 8 años, haber crecido conociéndolo desde dentro, y también, como él mismo dice,  su entorno, que le hace pensar sólo en fútbol. Alvaro Aoás, su tío, y Luan Aoás, su hermano, son quienes se encargan de representarle, 'familia de futboleros', y sirva como ejemplo que Luan tiene 22 años y pasó por las categorías inferiores de São Paulo y Corinthians. 

Su nombre empezaba a sonar en la primera plantilla, y de manera casi irónica, se coló en los reportajes curiosos cuando Tite decidió inscribirlo en la lista de la Copa Libertadores 2012. Ya no fue el hecho (algo habitual), de que un chico de 17 años entrase en la lista de un equipo brasileño para poder disputar la competición de clubes más importante del continente, si no que entró sustituyendo a Adriano Leite. El hecho de sustituir a Adriano supuso que Marquinhos quedase inscrito con el dorsal número 10 (un número, por cuestiones obvias, histórico en el fútbol brasileño, y Corinthians no era una excepción). Marquinhos no disputó un solo minuto del torneo, pero en términos legales, con 18 años era campeón de la Copa Libertadores siendo el 10 del Timão. Una situación curiosa que se acerca bastante a ese recurrente dicho de 'nacer con estrella'. De hecho, al estar Corinthians disputando la Libertadores, (nunca había sido campeón y si ya de por sí, cualquier club centra sus esfuerzos en ella, en este caso, si cabe, con un plus de ilusión), Tite decidió rotar durante las primeras jornadas del campeonato Brasileño, por lo que Marquinhos tuvo la oportunidad de empezar a medirse en el primer nivel. Una carrera meteórica que acabó con el futbolista el pasado verano en el fútbol europeo, nada menos que en club importante del Calcio como es la AS Roma, que arrancaba un nuevo e ilusionante proyecto de la mano de uno de los entrenadores más míticos dentro del fútbol italiano: Zdenek Zeman.



La imagen superior es el comunicado oficial que la Roma colgó en su página web cuando el pasado 21 de agosto se hizo oficial la llegada de Marquinhos a la capital. Se trata de una cesión hasta el 30 de junio de 2013, pero con una cláusula que a día de hoy está cerca de parecer una ganga para el club romano. Si Marquinhos disputa al menos 8 partidos oficiales, habiendo jugado en cada uno de ellos al menos 45 minutos (le queda tan sólo uno), la Roma podrá conseguir de manera definitiva los derechos del futbolista por la suma de 3 millones de euros. En las primeras jornadas resultaba complicado creer que Marquinhos acabase haciéndose un hueco en el once titular (Burdisso y Leandro Castán parecía la pareja elegida). Sin embargo, hay un punto de inflexión que cambiaría su situación en la sexta jornada. La Roma estaba siendo humillada en Turín, la Juve ganaba 3-0 a los 19 minutos de partido y la afición, encendida por el conocido odio bianconeri a Zeman, encendía aún más al equipo. No era el mejor momento para debutar, desde luego. Sin embargo, viendo la sangría, el técnico checo echó a Marquinhos a los leones, y el chico cumplió. El partido acabó 4-1, y la Roma, a pesar de perder el partido de forma humillante, había ganado un defensa titular. Porque Zeman no se corta, y desde entonces, Marquinhos es indiscutible en la zaga romana. Incluso en Italia decidieron llamarle Marcos para evitar confusiones con su compañero Marquinho. Marcos suena más maduro, tanto que seguro que hasta él mismo le sorprende, como le sorprenderá recordar que hace unos meses decía que su sueño era jugar en el Timão con Leandro Castán, y en los últimos dos partidos haya mirado al banquillo para confirmar que es su suplente. 

El primer derby della capitale de Marquinhos (Foto: www.asroma.it)

Por si acaso, hay que echar el freno en los elogios, porque sabemos de los momentos de forma y lo traicioneros que son, pero es complicado no ilusionarse viendo a Marquinhos en una Roma cuyo sistema defensivo es quizá, el más expuesto de toda la Serie A. Como para Zeman lo más importante es mirar hacia delante, no está mal empezar a hablar del futbolista en base a sus cualidades en el inicio de jugada. Ahí la Roma tiene un buen activo, quizá, aún, no es el más capaz para filtrar pases, pero lo suple con una buena técnica de conducción e intuición para hacerlo hacia zonas libres. En estos últimos partidos, es el central protagonista en la fase de inicio. Pero, evidentemente, lo más destacable son sus conceptos defensivos. Aún por formarse físicamente, es digno de mención que a pesar de ello no sufra en los choques, aunque su mayor virtud es la lectura. Es fantástico ver como va midiendo la posición en los centros laterales, alejándose lo justo para abrir ángulo y atacar el balón en el momento preciso. Es intuitivo, en cualquier caso, en otras situaciones, y sabe entender perfectamente donde quedó el lado débil para protegerlo. En cuanto a técnica, sus recursos son muy buenos. Es ágil de piernas para robar, y esa misma agilidad le sirve para tener buena técnica en el despeje. Por ponerle defectos, alguna situación de campo abierto en la que se ha visto superado, aunque es complicado encontrar defensas en sistema Zeman a los que no les haya ocurrido con frecuencia. Sin duda, su éxito depende de la continuidad, tanto por su parte como por la del entrenador, pero resulta complicado creer que si ambas siguen una línea positiva, Marquinhos no acabe siendo uno de los defensas más importantes del fútbol europeo en los próximos lustros.

lunes, 29 de octubre de 2012

Lazar Marković, la penúltima joya balcánica

Cuando en diciembre de 2012 un Lazar Marković de 17 años recibió el premio a mejor debutante de la liga serbia, galardón que se concede a final del otoño, las comparaciones empezaron a brotar. Cierto que el mítico club de Belgrado ha producido futbolistas de buen nivel a lo largo de su historia, pero el salto de algunos de ellos al primer nivel en un pasado muy reciente y su posterior explosión, centran las miradas en la plantilla del actual campeón serbio. Los casos más recientes han sido Jovetić, Ljajić y Nastasić, todos ellos tras puente aéreo Belgrado - Florencia, y sobre todo gracias al gusto del ex-director deportivo viola, Pantaleo Corvino, por el fútbol balcánico. De todos ellos el futbolista de más nivel es Stevan Jovetić, jugador, como Adem Ljajić, de corte ofensivo, para jugar, como Lazar Marković, en 3/4 de campo. Lo de Matija Nastasić es un caso diferente, no solo por ser defensa, si no porque sin haber triunfado en el Partizan la Fiorentina le echó el ojo y tras un año de espectacular crecimiento en la Serie A, llamó la atención de uno de los clubes más poderosos del momento, el Manchester City, que decidió incorporarlo a su plantilla previo pago de una cuantiosa oferta (unos 15M€ más el pase del central montenegrino Savić a la Fiorentina). 

La academia de fútbol del Partizan de Belgrado tiene prácticamente los mismos años que el club (funciona desde la década de los 50), y, como ellos mismos consideran, es parte fundamental del crecimiento de la sociedad por el volumen de ingresos que genera y, por supuesto, por la producción propia de futbolistas de un nivel que acudiendo al mercado de fichajes, por restricciones económicas, sería imposible tener acceso. Unos 400 chicos repartidos en diferentes niveles (desde el sub12 hasta el sub17), que pueden presumir de formar parte de la academia de fútbol en Serbia con más torneos a nivel juvenil. Además, el club organiza varios campamentos de invierno y verano, con la intención de abrir el abanico de captación de talento, en varios lugares de Serbia, Montenegro, Bosnia, Eslovenia e incluso en Australia. No resulta extraño por tanto que en el último lustro el club haya exportado futbolistas que están triunfando en exigencia de primer nivel, y que incluso están teniendo protagonismo en la escena internacional con sus selecciones. Como ha sido el caso de Lazar Marković, que ha sido titular en las tres jornadas iniciales de Serbia en la clasificación al Mundial de Brasil 2014.



Sin duda, confianza fruto de su evolución y de la madurez que alcanzó durante el curso 2011/2012, donde se proclamó (además de ser una de las grandes sensaciones del campeonato), campeón de la liga serbia. Basta, para darnos cuenta de su precocidad, con observar sus internacionalidades. Con 18 años ha vestido la camiseta de la selección sub 21 en dos ocasiones, mientras que cinco han sido las veces que ya ha jugado (tres de ellas de manera oficial) con la selección absoluta. El partido frente a Bélgica (a pesar de la contundente derrota del equipo dirigido por Mihajlovic), ya le empezó a situar de modo más cercano para el aficionado internacional. Protagonizando muchos ataques, y tirando del equipo en ese proceso de regeneración que pretende el seleccionador. Pero quizá, el partido que le ha terminado de situar en boca del espectador de fútbol de primera línea, fue el que jugó en el Giuseppe Meazza el pasado 25 de octubre, en la tercera jornada de la fase de grupos de la UEFA Europa League. El Partizan tenía una visita muy complicada frente al Inter, y tan solo el palo y Handanovic alejaron a Marković del gol, que finalmente cayó en los minutos finales del lado italiano. Una actuación soberbia en un contexto realmente exigente.

Marković es un hombre para jugar en tres cuartos de campo, de esto no cabe ninguna duda. Se trata de un jugador técnicamente muy bien dotado, de muy buena conducción, enorme recepción y bastante eléctrico en el cambio de ritmo. Técnica y físicamente, para la edad que tiene, cuenta con unas condiciones de base soberbias. A nivel físico, no por su envergadura ni por ganar choques, pero sí por su elasticidad y facilidad para girar, ganar pelotas divididas y salir de situaciones complicadas. Su cuerpo le ayuda a conseguirlo. El lugar donde él realiza recepciones más cómodas es el sector izquierdo. Es diestro, y la falta, por el momento, de una mejor lectura para ofrecerle líneas de pase al poseedor le limita conseguir una zona de influencia más amplia. Es por ello que se siente más cómodo dando una opción lateral, sobre todo si tenemos en cuenta que ni Partizan ni selección Serbia cuentan en la base de la jugada con futbolistas de grandeza en la lectura del juego ni con una técnica de pase excelsa. Por eso el Marković de hoy día tiene una influencia lateral en la progresión de los ataques de su equipo, aunque por condiciones técnicas y físicas sea capaz de, una vez recibe en un costado, tener influencia interior en base a diagonales. Un crecimiento que viendo su edad, ha de caer por su propio peso, y entonces será, en el momento en el que Marković sepa influir en más metros desde la recepción, cuando empecemos a ver un futbolista con proyección de equipo grande de verdad.

Material adicional:

En This is Fútbol, charlamos con Radomir Antic sobre Lazar Marković (del 1:06:30 al 1:11:30)
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Vídeo que la web bleacherreport.com le dedica en un artículo publicado en agosto de 2012:






lunes, 17 de septiembre de 2012

Spartak: Un equipo para el pueblo


I. El Club

Espartaco fue un esclavo tracio que dirigió entre los años 73 y 71 a.C la rebelión más importante contra la República Romana en suelo itálico. Desertó de las tropas auxiliares de Roma, por lo que acabó como esclavo, siendo destinado a las canteras de yeso. Su fuerza física llamó la atención de un mercader que lo compró para que fuera gladiador. Sin embargo, una vez dentro de la escuela, ideó un plan para escapar de ella, y con 74 hombres huyó de la ciudad, asaltando un convoy de gladiadores y apoderándose de sus armas. El reparto equitativo de los botines que Espartaco ideó fue un gran reclamo para otros esclavos, así que, poco a poco, se unieron más efectivos y unidades romanas eran derrotadas, perdiendo sus armas y caballos en favor del rebelde, hasta llegar a juntar un ejército que, dicen, alcanzó la cifra de 120.000 hombres. Espartaco fue derrotado junto a sus hombres en la Batalla del Río Silario, pero su rebelión, junto con otros factores, contribuyó al inicio de la decadencia del Imperio Romano. Y es que el movimiento de Espartaco hizo perder a Roma más de 100.000 esclavos, con la incidencia que ello supuso en muchos sectores de la producción, en especial, el agrícola. Desde entonces se produjo un empobrecimiento de la población, que además, tenía que asumir los brutales impuestos que los emperadores requerían para poder satisfacer las necesidades militares en la lucha contra los Bárbaros. Finalmente, el Imperio Romano se debilitó tanto que no pudo seguir resistiendo, llegando en el año 476 D.C el fin del Imperio Romano de Occidente, y el inicio de la Edad Media.

Los hermanos Starostin (1934)
La historia de Espartaco fascinó a Nikolai Starostin, el mayor de cuatro hermanos de una familia moscovita de principios del Siglo XX. Starostin comenzó a jugar al fútbol en su época de estudiante, y a principios de los años 20 entró a formar parte como futbolista de la "Sociedad Deportiva Moscú", fundada en 1922. El equipo comenzó a crecer y Starostin, al entrar en la década de los 30, ya era capitán de la selección de fútbol de la URSS. Su influencia había crecido y como deportista de élite, se hizo amigo de Alexander Kosarev, secretario del Komsomol (Unión Comunista de la Juventud), que lo contrató junto a sus hermanos para que el club en el que jugaban diese un salto cualitativo y pudiera competir con los otros grandes equipos de Moscú. Esto sucedió en 1934, y fue cuando Nikolai Starostin propuso un cambio de nombre. El equipo debía llamarse Spartak, en honor al héroe de la rebelión contra Roma, Espartaco. Las bases y los principios del club quedaban definidos, y para entenderlo en un contexto más cercano, adjunto un extracto del libro de Simon Kuper, "Fútbol contra el enemigo":

"Acudí al CSKA - Spartak acompañado de Shinkariov [...] Esa tarde habría unos 15.000 espectadores en el campo y, aunque el CSKA y el Spartak compartían el Estadio Lenin, casi todos los presentes eran hinchas del Spartak. Shinkariov me había comentado que cuando era joven le preguntó a su padre por qué era seguidor del Spartak, a lo que este respondió: <<Porque el Spartak no representa a ningún estrato de la sociedad soviética>>. El Dinamo era el equipo de la KGB, el CSKA era el equipo del Ejército, el Torpedo era el equipo de la fábrica de automóviles ZIL, el Lokomotiv era el equipo de la red de ferrocarriles estatales, y el Spartak era el único club que no pertenecía a nadie. Ser aficionado del Spartak era una forma de decir <<no>> al sistema"


Desde esa perspectiva el Spartak ha ido coleccionando títulos, hasta convertirse en el club más laureado del fútbol ruso, gracias a sus 21 ligas (12 de la antigua URSS y 9 bajo el actual formato), además de sus 13 copas. Sus orígenes, el camino desde su fundación, y sus éxitos, lo convirtieron en el club más popular de toda Rusia. Algo que, sin embargo, no ha bastado en los tiempos recientes, ya que el Spartak lleva casi dos lustros sin ganar absolutamente nada. El último título fue la Copa obtenida en 2003, aunque el equipo ya había salido de la brutal dinámica positiva que consiguió a lo largo de la década de los 90, como, por ejemplo, quedó demostrado tras sus pobres actuaciones en Liga de Campeones los años 2001/2002 y 2002/2003, quedando en último lugar en ambas ediciones, e incluso, en la última, sin conseguir un solo punto. El equipo, bajo la dirección de Oleg Romantsev, había conseguido 10 ligas entre 1989 y 2001, lo que convertía al ex internacional soviético en el entrenador con más títulos de liga en toda Rusia. El peso de Romantsev en el Spartak fue tremendo durante esa década dorada, puesto que además de ser entrenador, desde comienzos de los 90 hasta julio de 2002, también fue máximo accionista. Su salida del club desembocó en un proceso de inestabilidad, donde se sucedieron muchos entrenadores, e incluso llevando a Valeri Karpin (director general desde 2008) a sentarse en el banquillo. La situación obligaba a una reconducción del club, y Karpin, que fue compañero de Unai Emery en la Real Sociedad, propuso al técnico vasco para ocupar el banquillo del mítico club moscovita. Los motivos fueron aceptados por Fedun (presidente del club), y Emery se convirtió el pasado verano en nuevo entrenador del Spartak de Moscú.



II. La plantilla

Los efectivos de los que dispone Unai Emery no llegan al nivel del todopoderoso Zenit de San Petersburgo (sobre todo tras los fichajes de Witsel y Hulk), pero la realidad es que la plantilla que maneja el técnico vasco sí tiene recursos de nivel como para considerarla una de las más potentes de la Russian Premier League. 

A. Zona defensiva

Portería: El indiscutible desde su llegada procedente del Terek Grozny en 2010 es el veterano meta ucraniano Andriy Dikan (35). Seguro y muy sobrio bajo palos.
Lateral derecho: Emery ha utilizado habitualmente a Makeev, carente de buena técnica defensiva y regular manejo de pelota en espacios reducidos, pero con mucho despliegue y gran lectura posicional para medir sus incorporaciones. La otra alternativa ha sido la de Kirill Kombarov, otro futbolista que cumple el prototipo de lateral de largo recorrido.
Lateral izquierdo: Indiscutible Dimitri Kombarov, hasta el punto de llamar la atención de Fabio Capello, que ha contado con él como titular en los dos primeros partidos clasificatorios de Rusia para el Mundial 2014. Habituado a jugar como volante izquierdo, gran despliegue y fantástica técnica para el centro lateral, uno de los futbolistas más en forma del equipo.
Centrales: La pareja habitual, la formada por Suchy y Pareja. El checo es inteligente en los cruces, mientras que Pareja anticipa bien en defensa posicional, además de tener una salida pulcra de balón y un buen desplazamiento en largo. El fichaje de Insaurralde añade un efectivo de buen nivel, un futbolista de buena potencia en el salto, agresivo en balones divididos y efectivo cuando se mide en carrera.

B. Medio campo

Mediocentros: Varios efectivos que completan un buen abanico de recursos para Unai. (I) Rômulo: Recién llegado de Vasco da Gama, aún no ha mostrado todo su potencial, abarca muchísimo terreno y tiene gran sentido de la recepción. (II) Rafael Carioca: Tácticamente muy inteligente, incluso ha jugado de central, muy intuitivo en las coberturas. (III) De Zeeuw: Muy dinámico, gran recurso para presiones agresivas, futbolista competitivo que da un buen apoyo detrás de pelota. (IV) Källström: Recién llegado del Lyon, aún no le hemos podido medir porque llegó lesionado. De tremendo golpeo de balón, deja ciertas dudas en lectura de juego.
3/4 de campo/extremos: (I) Bilyaletdinov: Muy polivalente, capaz de jugar como interior o pegado a banda, zurdo, quizá poco profundo para ser extremo, pero buen llegador a zonas de remate. (II) McGeady: El mejor relacionado con zonas exteriores, habilidoso y desequilibrante, uno de los futbolistas más resolutivos del equipo. (III) Ananidze: No suele ser titular, pero el georgiano deja grandes detalles. Técnicamente muy fino, agresivo para pisar área y clarividente para asistir. (IV) Yakovlev: También polivalente, aunque en una versión más profunda que Bilyaletdinov para los carriles exteriores, y menos sólida para los centrales. (V) Jurado: Recién aterrizdo, aún no hemos pedido valorar el impacto de su llegada, pero puede sumar un perfil asociativo en 3/4 del que carece el equipo.

C. Delantera

Emery cuenta para la vanguardia con varios efectivos de buen nivel, aunque quizás falte la figura de un '9' más fijo. (I) Ari: Perfil segundo punta, aunque está perfectamente adaptado a jugar en posición de mediapunta. Facilidad para dar apoyos y sacrificado en el repliegue. (II) Emenike: Agresivo en las rupturas, fuerte en los choques y muy trabajador, genera situaciones claras gracias a su constancia, pieza de gran valor. (III) Welliton: Ha bajado un poco el nivel que apuntó hace un par de temporadas. En plenas condiciones, el delantero con mejores recursos de finalización, pero le está costando encontrar su mejor forma. (IV) Dzyuba: Por condiciones físicas, el más capaz para ejercer de 9 referente y fijar centrales. Sin embargo, su naturaleza es la de un delantero más móvil, que cae a bandas y genera ventajas fuera del área.



III. Las propuestas de Emery


El técnico vasco ha utilizado como base un 4-2-3-1, que a veces se ha aproximado a un 4-4-2, dependiendo de la fase del juego. Pero lo realmente interesante a la hora de analizar la propuesta, ha sido lo versátil que ha podido llegar a ser, sin tener que realizar cambios demasiado profundos en las alineaciones. Sin duda, el mejor ejemplo se dio en el doble enfrentamiento frente al Fenerbahçe en la previa de la UEFA Champions League, donde el equipo utilizó sistemas muy diferentes, utilizando esquema y alineación casi iguales. 


a) Spartak - Fenerbahçe (Segundo tiempo)

El Spartak se había mostrado bastante rígido en la primera parte (0-0), y Emery decidió modificar radicalmente su sistema, tanto en fase de salida como en campo rival en los ataques posicionales, a partir del 4-2-3-1 inicial. 




Emery decidió abrir muchísimo a los dos centrales (Suchy-Pareja), haciendo que la pareja de mediocentros ofreciese en la fase de salida dos apoyos a diferentes alturas. De esta manera, Rafael se incrustaba entre los centrales, y De Zeeuw en una altura posterior. Con este movimiento, las recepciones laterales de los centrales encontraban un apoyo detrás de pelota en Rafael, y otro delante en De Zeeuw. Aunque quizá (y a raíz de ello llegó el 1-0), lo más interesante fue la agresividad en la posición de los laterales, que recibían prácticamente en campo contrario, y que además hacían al equipo encajarse de un modo muy peculiar en el ataque posicional.




En esta captura, el equipo ya se está asentando en campo contrario. La posición agresiva de los laterales significa una ocupación total por su parte de los carriles exteriores, con lo que McGeady-Bilyaletdinov ocupan posiciones interiores, abriendo una línea de pase por dentro al mediocentro (De Zeeuw). La movilidad de Emenike como único punta, permite las rupturas de los dos interiores o de Ari, que es el que se ubica como mediapunta en ese rombo que formaban De Zeeuw-Bilyaletdinov-McGeady-Ari. 

En este partido, Emery se adaptó al contexto de la eliminatoria (partido de ida en casa y posterior visita a Estambul), y propuso la cara más agresiva que hemos visto hasta el momento en el Spartak, arriesgando al equipo a un retorno muy desorganizado tras la pérdida, pero multiplicando las opciones en campo rival en caso de progresión. 


b) Fenerbahçe - Spartak (Partido de vuelta)

El resultado favorable de la ida (2-1) hizo que Emery presentase una propuesta más conservadora. El esquema, de partida, era el 4-2-3-1 habitual. Con Pareja lesionado entró Insaurralde, y Rafael quedó en el banquillo para que entrase De Zeeuw (que entró por lesión de Rômulo en la ida), siendo el cambio que más modificó el sistema el de Kirill Kombarov por Bilyaletdinov. De esta manera, el equipo fue más rígido, jugando en un 4-4-1-1 que priorizaba una especial atención en las ayudas defensivas en campo propio, y unos despliegues rígidos que permitían un retorno muy organizado.


En esta captura se observa claramente la intención de Emery en Estambul. Dos líneas de cuatro muy juntas, cerrando espacios. Para ello entró K.Kombarov en el lateral derecho, desplazando a Makeev al izquierdo, y adelantando a D.Kombarov a la posición de volante zurdo. McGeady y D.Kombarov estaban obligados a retrasar mucho y ofrecer ayuda muy cercana al lateral. La propuesta funcionó bastante bien, aunque en la segunda parte se desorganizase por momentos, y se sufriese mucho en el tramo final tras la expulsión de De Zeeuw, pero la realidad es que hubo muchos minutos de control.


Y obtener ese control de la situación se consiguió por diversos factores, además de la solidez en campo propio. La captura que se muestra corresponde al 0-1, en un momento de despliegue del Spartak. La consigna estaba clara, contragolpear, pero el detalle es cómo hacerlo, porque vimos movimientos similares en transiciones rápidas, como ésta, y en progresiones más pausadas. McGeady-D.Kombarov se desplegarían por sus carriles exteriores, teniendo muy poca libertad para recibir dentro. Así, en caso de pérdida, el retorno sería más cercano y llegarían más fácilmente a ofrecer la ayuda en fase defensiva. Además, la pareja de mediocentros echaba el ancla, y se encargaban de vigilar todo el ancho de la medular antes de exponer a su defensa si no llegaban los volantes de banda.

Es decir, dos planteamientos absolutamente diferentes, el de la ida enfocado a conseguir un ataque posicional de calidad, y el segundo, a obtener un repliegue organizado basando los despliegues en contragolpes. Sin duda, la eliminatoria frente al Fenerbahçe es el mejor ejemplo para demostrar que Emery es un técnico con muy buenos recursos y con gran capacidad para decidir en qué momento utilizarlos.


c) Spartak - Rubin (4-4-2 en rombo estrecho)

Esta variante la utilizó Emery únicamente en este partido. El equipo consiguió la victoria, pero la sensación fue de una propuesta a la que aún le faltaba bastante rodaje. 




Rafael se situó como mediocentro, Rômulo-Bilyaletdinov como interiores, y Ari de mediapunta, dejando la delantera para Welliton y Emenike. La pareja de interiores mostró problemas en el gesto a cada recepción por delante de pelota, lo que provocaba un progreso poco fluido. Además, aunque Ari esté acostumbrado a la posición de mediapunta, lo está en otro contexto, y su naturaleza para tirar más rupturas que apoyos hacían al equipo partirse demasiado. Otro problema fue que al dejar de una manera obligada los carriles exteriores en su totalidad para los laterales, no llegaban a espacios liberados. Además, tenían un retorno largo y con el equipo sufriendo en la transición defensiva. Un esquema que puede dar sus frutos, pero que necesitaba de algunas piezas (Rômulo, Bilyaletdinov), en una plenitud que no tenían, y, quizá, de un mediapunta de naturaleza distinta (Jurado). 


Podemos decir, por tanto, que el esquema en el que a día de hoy más cómodo se encuentra el equipo de Unai Emery, es un 4-2-3-1 (4-4-2 ó 4-4-1-1 según se comporten Ari, y los volantes/extremos). Como principal punto a destacar, hay que decir que el técnico vasco ha jugado de manera acertada con su esquema base, dotando al equipo, prácticamente con los mismos futbolistas, de dos caras muy distintas, una más conservadora, y otra muy ofensiva, encontrando en el resto de partidos propuestas que se han encontrado en un punto intermedio de las vistas en la eliminatoria de Champions, el gran ejemplo táctico del equipo en este arranque de temporada. Veremos hasta donde llega el camino de Emery en Moscú, personalmente, las expectativas que tengo al respecto, son muy altas por lo enseñado hasta el momento.