viernes, 24 de agosto de 2012

Kagawa y sus opciones en Manchester

Cuando el Borussia Dortmund pagó alrededor de 350.000 € al Cerezo Osaka por el fichaje de Shinji Kagawa en el verano de 2010, muy pocos imaginábamos el impacto que el futbolista nipón iba a tener en tan poco tiempo al máximo nivel europeo. Michael Zorc, en su condición de director deportivo, había acertado de pleno, y Kagawa se convirtió en pieza clave del equipo de la Cuenca del Ruhr. Una lesión el primer año le privó de mantener una línea de juego que en la primera parte de la temporada había sido brutal, pero en el segundo curso, y con la baja de larga duración de Mario Götze, confirmó el rendimiento que se atisbó durante sus primeros meses en Alemania. Dos años y dos veces campeón de la Bundesliga. Suficiente para que, con tan solo dos temporadas en el fútbol germano, el Manchester United desembolsase unos 15 millones de euros para hacerse con sus servicios.

El fichaje levantó una expectación máxima en Japón. El Manchester United es uno de los clubes más populares en Asia, y los informativos abrían con la noticia. Y para el aficionado europeo, conocer la operación, sin duda, ofrecía un plus de motivación de cara a seguir la evolución del equipo de Ferguson este curso. Cierto que Wayne Rooney es un futbolista de tal nivel que por momentos ocultaba carencias del equipo en 3/4, pero la realidad es que el equipo no andaba sobrado de futbolistas imaginativos entre líneas. En el 4-4-2 habitual, la fase ofensiva se basaba en un gran juego exterior (gran nómina de extremos), y mucha pegada. Rooney no deja de ser un delantero, con su naturaleza, y Giggs no tiene el ritmo necesario para dar un gran volumen de apoyos durante 90 minutos. 

Así que el fichaje de Kagawa debía corregir una carencia de la plantilla. Cierto que la opinión general (con la que coincido), señala al mediocentro como el principal puesto a reforzar, con un futbolista que adelante a Scholes como primera espada y tenga peso en este 4-4-2. Pero insisto, un jugador del perfil de Kagawa, a esta plantilla, le iba como anillo al dedo. De hecho, fue el futbolista más lúcido en el debut del equipo en Goodison Park, jugando liberado, dando apoyos y sumando mucho en la elaboración. Sin embargo, ya en el banquillo, amenazaba un gigante, y es que el fichaje de Robin Van Persie choca bastante con las opciones de que Shinji Kagawa sea tan protagonista como se presuponía. Sin duda, un gran aliciente observar como gestiona Ferguson este tema.

Las posibles alternativas:

En un 4-4-2 con Rooney de segundo punta y el japonés escorado a izquierda. Aunque Kagawa ya juega en ocasiones en un 4-2-3-1 que sería muy similar a esto en la selección nipona (con Honda de mediapunta), lo cierto es que su zona más natural es el carril central. Así, estaría lejos de su mejor zona de recepción y obligado a trabajar en banda.


En un 4-2-3-1 (como vimos los últimos minutos ante el Everton) donde Rooney y Van Persie estarían en permuta continua, con un extremo (Nani/Young/Valencia) fijando en el otro perfil. El equipo necesitaría de un Evra profundo y de un trabajo muy fino del mediocentro que partiera sobre la izquierda. Kagawa estaría muy cómodo así.


En un 4-3-3 con Kagawa y Rooney como pareja de interiores. Ya hemos visto a Rooney en posiciones más retrasadas y se antoja una opción muy estimulante, porque el United mantendría dos extremos fijando y recibiendo fuera, y produciría mucho dentro. Habría que ver si Carrick ofrece el nivel necesario para sostener todo el sistema.


A priori, estas son las tres alternativas más lógicas teniendo en cuenta los sistemas con los que Alex Ferguson se suele manejar habitualmente. Quizá un 4-4-2 en un rombo estrecho, con Kagawa como mediapunta, pueda ser otra solución, pero es complicado pensar que Ferguson vaya a ocupar las bandas solo con sus laterales. El 4-4-2 con un doble pivote que suele utilizar el escocés, me parece el peor para que jueguen Kagawa - Rooney - Van Persie, porque el japonés tendría mucho trabajo exterior en fase defensiva, y le costaría encontrar la recepción que a él le gusta. El 4-2-3-1 con Kagawa de mediapunta, me parece el mejor para él, pero quizá produzca desequilibrio y excesiva carga a Rooney o Van Persie. El 4-3-3 me parece el más estimulante de todos, pero habría que ver el nivel que ofrece el mediocentro, en un esquema donde por naturaleza los dos interiores van a vivir mucho tiempo en 3/4 de campo, y requiere de un desgaste y una precisión milimétrica. Sin duda, los fichajes de Kagawa y Van Persie desembocan en un puzzle para Ferguson, que deberá hilar muy fino si quiere que el rendimiento colectivo no sufra, dándoles a sus tres cracks el mejor escenario posible. Desde luego, ver como gestiona Sir Alex este tema, se ha convertido en tema de cabecera para este arranque de Premier League.




viernes, 17 de agosto de 2012

Brendan Rodgers, ¿Puede el Liverpool jugar como el Swansea?

A finales del pasado mes de mayo el Liverpool hacía oficial la contratación de Brendan Rodgers como su nuevo técnico. Los resultados, (y la forma de conseguirlos), obtenidos en el Swansea, llevaron a los propietarios del equipo red a tomar la decisión de que el técnico norirlandés fuese el encargado de reconducir la nave. Rodgers llegó al Swansea en julio de 2010, y le dio el empujón definitivo a un proyecto que había nacido de la mano de Roberto Martínez en 2007. El equipo galés logró el ascenso a Premier, siendo el objetivo prioritario el año siguiente mantener la categoría. Y Rodgers no solo alcanzó esa meta, si no que acabó logrando un meritorio undécimo puesto, reforzado por el elogio más que positivo de toda la crítica gracias al juego desplegado. 

El Swansea fue tan entretenido de ver que algunas voces llegaron incluso a comparar su estilo con el del Fútbol Club Barcelona. Lo cierto es que Rodgers, incluso en segunda división, aprovechaba los parones para visitar la ciudad condal, y conocer los métodos, no solo del primer equipo, si no de los filiales o juveniles. Sin embargo, no sorprende que algunos de sus futbolistas den una vuelta de tuerca a esta comparación. Ángel Rangel, en una entrevista con el Mundo Deportivo, decía que era un fifty-fifty entre Guardiola y Mourinho. "Combina la forma de trabajo de Mourinho con el jugador y el fútbol de Guardiola". Algo que no extraña, ya que al respeto del técnico por el estilo culé, se unen años de formación y admiración al lado de Jose Mourinho. Y es que el técnico portugués decidió que en su etapa al frente del Chelsea, Rodgers debía trabajar a su lado, y le ofreció la posibilidad de dirigir a juveniles y posteriormente al equipo reserva. 

Conociendo las raíces y preferencias de Rodgers, no extrañan ni sus resultados ni la manera de lograrlos. Rangel define perfectamente el estilo del Swansea, y lo introduce muy bien en el contexto británico. Comenta que el fútbol inglés es un fútbol más directo, basado en el 4-4-2 (muchos equipos se establecen en este esquema), y que lo que practicaba el Swansea era un estilo más español, más europeo. Desde luego, la decisión de confiar en Rodgers para dirigir al Liverpool no se ha basado únicamente en los excelentes números logrados, si no en la manera de llegar a ellos. Pero, ¿podrá trasladar ese estilo a la plantilla del Liverpool? Desde luego, el potencial de un equipo de esta entidad debería llevar a no plantearse, ni tan siquiera, la duda. Sin embargo, merece la pena analizar qué tenía ese Swansea del año pasado, que va a tener este Liverpool, e intentar dilucidar si los mecanismos Swansea 2011/2012 se podrán adaptar a este nuevo Liverpool.

1. El Swansea 2011/2012


Con el fichaje de Sigurdsson en el mercado invernal, el Swansea pasó a jugar de forma más habitual en 4-2-3-1, aunque en muchos partidos y dependiendo de las situaciones vimos un 4-3-3 más marcado. En cualquiera de los esquemas, la propuesta era la misma: Intentar establecer secuencias de pase largas, ser cuidadoso en la base y reducir el juego directo. Sin duda la gran virtud del equipo era saber interpretar cuando pausar el juego, y cuando cambiar el ritmo en el último tercio. La naturaleza de los hombres exteriores lo permitía. Es necesario este matiz, porque hemos colocado al Swansea 2011/2012 la etiqueta de fútbol control, pero lo cierto es que si había que correr, el equipo sabía hacerlo, y con muchas garantías. Algo que sin duda, le ha dado muchos puntos en escenarios complejos.

1.1 Los puntos fuertes y como alcanzar un estilo

Los hombres clave del esquema de Rodgers eran Britton y Allen. De hecho, el segundo ya ha llegado al Liverpool para sumarse a su nuevo proyecto. No importaba si el esquema era un 4-2-3-1 (con ambos compartiendo la base de la jugada) o un 4-3-3 (donde actuaban como interiores). Su relación con cualquiera de los cuatro hombres de la línea defensiva era vital, y es que ambos se caracterizaban por ser muy ágiles, tanto en el gesto a la hora de girar y distribuir, como para interpretar el lugar correcto de la recepción. Sin duda, que el Swansea pudiese establecer secuencias de pase largas, y pudiese lucir ese fútbol asociativo, era gracias a ellos. La llegada de Sigurdsson permitió a ambos relacionarse de una manera más clara con la base. Un futbolista capaz de combinar, pero que se ajustaba perfectamente a ese cambio de ritmo y agresividad en el último tercio que quería Rodgers. 

Pero para conseguir ese espacio por dentro, el equipo tenía una serie de automatismos que eran fundamentales para conseguir equilibrio, y que los futbolistas más creativos gozasen de tiempo y perspectiva para lucir. En primer lugar, la buena interpretación en las transiciones de sus laterales. Tanto Rangel como Taylor eran fundamentales en varias fases. Primero, con un apoyo horizontal en el inicio que le daba continuidad al equipo en la salida, y segundo, con una aportación clave en los metros finales para hacer más ancho al ataque. En segundo lugar, contar en la plantilla con tres futbolistas de buen nivel en el juego exterior: Dyer, Sinclair y Routledge. Todos gozaban de unas características similares y muy importantes para que el equipo. Su recepción era siempre muy abiertos, algo que ensanchaba el campo y permitía al equipo cambiar de orientación con comodidad, eran poderosos en explosión, lo que les permitía activar espacios cortos a espalda de los defensas con el equipo asentado en campo rival, y su manejo de pelota era bueno, lo que ayudaba a los ataques estáticos a ser productivos, ya que con el rival bien replegado, el balón al costado creaba buenas ventajas, ya que eran capaces de atraer contrarios o superarlos. Sin duda el juego exterior de los laterales - extremos, sumado a su explosividad, hacía que la idea de fútbol control se equilibrase.

Otro hombre importante en el esquema Swansea era Danny Graham, el delantero centro. Los 12 goles que acabó consiguiendo, silenciaron, en cierto modo, algunas de las críticas que recibió por ser poco eficaz de cara a puerta. Sin embargo, su aportación para que el estilo resultase fructífero era bastante importante. Al tratarse de un delantero sin grandes cualidades técnicas en el manejo de pelota, ralentizaba poco sus recepciones en la corona del área. Algo que beneficiaba al equipo, puesto que sus descargas (a cualquiera de los extremos o a los tres futbolistas centrales del medio campo), le daban dinamismo a los ataques. Se trataba además de un punta inteligente en la ruptura, por lo que generaba mucho espacio para diagonales de extremos o llegada de Sigurdsson. Y, para añadir a su aportación, es un delantero de brega, que sujeta centrales y da espacio y tiempo en la corona del área. Graham no es uno de los grandes delanteros de la Premier, pero sus características se ajustaban muy bien al estilo que proponía Rodgers.

2. El Liverpool 2012/2013

Será muy interesante ver como gestiona Brendan Rodgers los recursos que tiene el Liverpool para conseguir un equilibrio tan preciso como el logrado en Swansea, teniendo en cuenta que contará con futbolistas de más nivel, de más peso y más jerarquía. Alcanzar un equilibrio muchas veces se basa en prescindir o sacrificar de ciertos efectivos, y las plantillas grandes están confeccionadas por jugadores TOP que quizá no tienen las características necesarias para practicar determinada idea. Los equipos pequeños no tienen estrellas consagradas, y es más sencillo equilibrar una propuesta ya que es menos habitual tener que meter "con calzador" a determinados futbolistas. Esta será una de las tareas que aún no conocemos de Rodgers, y donde se le empezará a evaluar en un club de esta categoría.

2.1 La defensa

Se especula con una posible venta de Agger al Fútbol Club Barcelona, y lo cierto es que sería un problema para la propuesta de Rodgers. La línea defensiva habitual debe ser la formada por Johnson-Jose Enrique en los laterales, y Skrtel-Agger como pareja de centrales. La agresividad de Skrtel se antoja clave para corregir, sobre todo en un estilo donde tu equipo tiene la pelota y se establece en campo contrario. El eslovaco es eficaz a campo abierto y es previsible que el nuevo Liverpool se encuentre con estas situaciones. En cuanto a Agger, además de su solvencia para anticipar, puede tener un papel clave en salida de balón. Jose Enrique no es muy hábil en el apoyo horizontal al mediocentro, ni eficaz para agilizar la salida, así que las conducciones del danés en el perfil izquierdo pueden ser muy importantes en esta fase. En cuanto a los laterales, se adaptan a la perfección a lo que pretende Rodgers. Recorrido y amplitud en la fase ofensiva, claves para ensanchar al rival y generar espacio por dentro. Lo cierto es que los efectivos con los que cuenta el Liverpool en defensa, deberían bastar para que la propuesta funcione bien.

2.2 El medio campo


La llegada de Allen da una alternativa clave para lo que busca Rodgers, un giro que terminaría de completarse en el caso de que se concrete la cesión de Nuri Sahin. No sería de extrañar que la idea de Rodgers sea un doble pivote formado por ellos dos, con Steven Gerrard por delante. Dos futbolistas capaces de dar un apoyo de cara de primer nivel, y con los que una salida de balón limpia estaría garantizada. En este punto, el nombre a mencionar es el de Lucas Leiva. Cierto que en su época de Gremio, jugaba en un doble pivote, donde Edmilson se ocupaba más de guardar la posición, mientras que él tenía mucha más llegada. Sin embargo, en Europa ha evolucionado, hasta el punto de dar la sensación de sentirse incómodo con un compañero en el mediocentro. Ya le vimos en la previa de la Europa League contra el Gomel bielorruso, donde compartió medio campo con Shelvey. Su tendencia a centrarse para ofrecer apoyo y cobertura, hicieron que Shelvey estuviera incómodo, teniendo que ubicarse en derecha o izquierda según el brasileño le empujase. Sin duda, un problema para Rodgers dado el buen nivel que puede ofrecer el brasileño. La alternativa, como ya vimos en alguna ocasión con Agustien en el Swansea, sería ubicar un 4-3-3 donde Gerrard pasaría a ser interior, y a acompañar a Allen o Sahin, para que Lucas pueda ofrecer su mejor cara. En cualquier caso, alternativas para variar la medular según las necesidades. Por si fuera poco, y si no salen, futbolistas como Henderson o Adam podrían acoplarse perfectamente a los dos esquemas, estando dentro de una propuesta más acorde con sus características. Desde luego, no deberíamos descartar un papel protagonista de cualquiera de ellos, sobre todo si finalmente no llega Nuri Sahin. 

Mención aparte en medio campo merece Steven Gerrard, y es que un papel similar al que le encomendaba Rodgers a Sigurdsson en el Swansea le va como anillo al dedo. El islandés ofrecía continuidad al doble pivote en términos asociativos, agresividad sin pelota en la base de la jugada rival, y llegada con clarividencia al área contraria. Parece una radiografía de Gerrard, que además de todo eso al nivel de un futbolista TOP, ofrece carisma y el beneplácito de una hinchada que le adora. Un problema menos para Rodgers, que en caso de darle continuidad al 4-2-3-1, se encuentra con un escenario perfecto para su estrella. Veremos si le respetan las lesiones, pero se avecina un panorama idílico para el capitán. 

2.3 Los extremos

Fundamentales en el Swansea, y (no por nivel), pero dejando más dudas en cuanto a adaptación en el Liverpool. Parece ser que cuatro serán las opciones para jugar por fuera: Downing, Borini, Joe Cole, y el recién fichado Assaidi. La llegada del marroquí se ajusta más a lo que pedía Rodgers de este puesto en el Swansea: Un futbolista de buen manejo, capaz de atraer rivales, explosivo en el último tercio, y desequilibrante. No es de extrañar que sea petición expresa y termine cuajando bien, precisamente por sus características. Dejando ciertas dudas, la ubicación de los extremos en el partido de Europa League frente al Gomel: Downing derecha y Borini izquierda. En primer lugar, porque la tendencia central de ambos ahogaría a Gerrard, y en segundo, porque ninguno de los dos son buenos combinando ni en espacios reducidos. De hecho, el mejor Borini que vimos en Roma, fue cuando Luis Enrique le colocó como delantero en derecha. La salida hacia fuera solventaba sus problemas de manejo, y atacaba el área con naturalidad. Merece la pena detenerse en el fichaje de Borini, porque creo que es consecuencia directa de tener a Luis Suárez en la plantilla. Un delantero como Graham no ayudaría a un futbolista de las características de Borini, pero la movilidad de Suárez hace que sea fantástico que uno de tus extremos sea un hombre con el gol y la inteligencia para pisar área de Borini. Precisamente por eso parece que Borini acabará convirtiéndose en un hombre clave, y desde luego, en un movimiento muy inteligente del Liverpool, acoplando el fichaje a uno de tus hombres estrella. Lo lógico es que, por condiciones, Borini y Assaidi (por supuesto, hay que esperar a ver el rendimiento del marroquí en una liga de más nivel) sean los que acaben con más protagonismo, mientras que Joe Cole y Downing (y jugando a pierna natural), sean una alternativa para ensanchar el campo y cargar el ataque de centros laterales.

2.4 El nueve

Indiscutible Luis Suárez. Cierto que sus características no tienen nada que ver con las de Graham, pero un futbolista como él es una bendición y siempre va a enriquecer. Talento puro para el desmarque, la naturaleza de Borini y Gerrard deberán hacerle aún más decisivo, ya que no solo va a producir para el equipo en términos goleadores, si no que sus caídas y capacidad para atraer rivales beneficiarán a los llegadores. La gran ventaja de Luis Suárez es que es determinante tanto en transiciones rápidas gracias a su verticalidad y velocidad, como en ataques estáticos, debido a su talento en el espacio reducido. Por él pasan gran parte de las esperanzas en cuanto a un salto cualitativo. 

Y parece ser, salvo que no salga en lo que queda de mercado, que un fichaje tan caro como fue Andy Carroll, pase a tener un papel absolutamente secundario. Como alternativa en escenarios concretos, revulsivo, o suplente de Luis Suárez para darle reposo. Lo cierto es que no termina de cuadrar en la propuesta Rodgers. Alejado del juego directo, Carroll se vuelve menos decisivo, y a pesar de ser un futbolista físicamente poderosísimo, no suele utilizar esta ventaja para dar continuidad a los ataques, si no más bien para chocar y generar su espacio para terminar. Me resultaría bastante sorprendente que acabase teniendo un papel determinante con Rodgers en el banquillo.

3. Conclusiones

Por lo tanto, esos problemas que pueden encontrarse los entrenadores cuando dan el salto a un equipo grande, parecen ser muy livianos en este Liverpool (al margen de Lucas, no hay mucho quebradero de cabeza para equilibrar efectivos - propuesta). Los hombres decisivos (Gerrard - Luis Suárez), se encuentran con un escenario muy favorable para rendir al máximo, y los fichajes que está haciendo el equipo están en total consonancia con lo que había y lo que se pedirá. Así que, en mi opinión, y teniendo en cuenta que, obviamente, habrá que esperar a que se cierre el mercado de fichajes, la nueva propuesta red pinta muy bien, y que Brendan Rodgers no solo podrá hacer funcionar al Liverpool de una manera parecida a la que lo hizo con el Swansea, si no que tiene entre sus manos una plantilla, como para que incluso, luzca todavía más. Creo que una palabra resume todo antes de sentarse a ver un partido de este nuevo Liverpool: Ilusión.