Joachim Löw y Jose Mourinho no necesitan carta de presentación. Tanto uno como otro han demostrado que sus métodos son eficaces y equilibrados, y que son capaces de manejar un colectivo ajustando las prestaciones individuales para alcanzar buenos resultados globales. En común tienen la apuesta por Sami Khedira. Cuando Löw decidió que Sami sería el acompañante de Schweinsteiger en la medular durante el Mundial de Sudáfrica, la decisión no dejó de ser, para algunos, sorprendente. El hecho de que su debut oficial con la Mannschaft fuese en el primer partido del equipo en el torneo contra Australia es significativo. Cierto que había jugado los últimos amistosos de preparación previos a la gran cita, pero la apuesta del técnico en su figura a pesar de su inexperiencia en partidos de esta exigencia resulta realmente simbólico.
Y la realidad es que Khedira se mostró como un futbolista de primer nivel en el rol exigido en partidos de máxima presión. Cierto que ya estaba asentado en el equipo que le vio crecer, el Vfb Stuttgart, donde llevaba dos años como titular, y dos previos con mucho tiempo en Bundesliga, pero nada tiene que ver el todo o nada de una cita mundialista con los minutos en un Stuttgart que no tenía en ese momento la exigencia real de ganar títulos. Mourinho vio en él un complemento ideal para Xabi Alonso, otorgando al tolosarra la responsabilidad de iniciar jugada, y convirtiéndole en el futbolista que debía ofrecer ayuda y superioridades en muchas zonas del campo gracias a su enorme recorrido.
La realidad es que Khedira cumple ciertas tareas con una suficiencia asombrosa. Su concentración en fase defensiva hace que segundas jugadas y rechazos sean barridos por él con enorme continuidad cuando el equipo está establecido en defensa posicional. Cuando el Real sufre, Khedira se convierte en un elemento clave gracias a su intensidad defensiva. Además, es un futbolista absolutamente clave tras pérdida. Su capacidad para llegar lateralmente y su lectura en anticipación ayudan muchísimo al equipo para reducir el número de carreras en bloque hacia la portería de Casillas. Además, cuando el equipo tiene el balón, tiene características concretas que también ayudan. Su conducción apoyada en su imponente físico ofrece en ocasiones aire al equipo, ya que es capaz de proteger el balón o avanzar metros que permiten al Madrid multiplicar apoyos en campo contrario. Además, al no escatimar en el esfuerzo, ofrece superioridad en área rival, ya que no duda en pisarla, y aunque le falte pulcritud en el gesto técnico para ser decisivo en la misma, atrae rivales y libera marcas. Sin duda muchas condiciones que le hacen un futbolista realmente relevante.
Sin embargo, la eliminatoria frente al Bayern Munich permite sacar otras conclusiones. Y resulta complicado, puesto que realmente Khedira ha estado muy bien en ambos partidos. Todas las virtudes expuestas ahora mismo, se han visto en el doble enfrentamiento contra los alemanes en su máximo esplendor. Le dio oxígeno al equipo en todo momento, y corrigió situaciones realmente complicadas, que se sucedían con continuidad gracias al brutal potencial ofensivo del conjunto bávaro. Sin embargo creo que en el desarrollo de los partidos, la aportación de Khedira se quedó corta, la exigencia del choque fue tal que requería que en su posición ofreciese algo más en fase de salida. En la siguiente imagen vamos a ver una situación que el Madrid repite con asiduidad cuando inicia jugada:
Cuando el rival no le regala el primer pase a Ramos o a Pepe, Xabi retrasa para iniciar entre ellos, y tratar de activar el circuito de salida del equipo con limpieza. Ocurre que Xabi no está al nivel de inicio de campeonato, no termina de encontrar el ritmo ni la firmeza en el pase y el Real lo está acusando. El Bayern supo agruparse realmente bien en ambos partidos y la distancia entre líneas fue muy escasa. Tampoco Benzema es un delantero de buscar el choque, tratar de encontrarle en largo y dar oxígeno al Real Madrid por ahí, por lo que no existía una opción distinta para estirar al equipo bávaro. Los apoyos de la línea de tres del Real Madrid (Cristiano Ronaldo-Özil-Di María), eran siempre muy largos, por lo que el balón de Xabi se recibía de espaldas y con el rival encima, siendo imposible para el equipo transitar de manera acertada, no había apoyos horizontales y el Real Madrid no consiguió dominar el juego prácticamente en ningún momento de la eliminatoria. Y es aquí donde pienso que tal y como está diseñado el circuito de salida del equipo, cobra un papel vital Sami Khedira. Su recepción por delante de Xabi y en la misma horizontal de Arbeloa-Marcelo (o Coentrao), debía ser la que diese la continuidad necesaria, el escalón clave para activar a la línea posterior. Creo que el Real Madrid necesitaba en la eliminatoria un futbolista que ahí, ofreciese mayor calidad en la recepción, en la orientación, en el manejo, en el gesto técnico. Un jugador capaz de eliminar rivales cuando tenía la posesión y ofreciese ventajas a los hombres que debían ser determinantes. El hecho de que Khedira no tenga las aptitudes para conseguirlo, hizo que, quizá, él mismo no diese un paso al frente para ser protagonista. Esa posición requería de mucha determinación y Khedira jugó con ella en todas las fases de los dos partidos, excepto en el inicio de jugada.
Resulta, por tanto, muy contradictorio hacer una valoración sobre su rendimiento y aportación. Diseccionando su fútbol, me parece un futbolista absolutamente vital durante muchos minutos de los partidos, porque es fantástico en muchos aspectos. Quizá le esté pesando el hecho de que Xabi no termine de mostrar el espectacular fútbol de inicio de campaña, obligándole a una responsabilidad que no es capaz de llevar, mostrándonos por un problema colectivo, sus carencias individuales. Lo cierto es que, en mi opinión, el Bayern empezó a ganar el partido en ese momento, cuando el Madrid trataba de activar su circuito de circulación, y no lo conseguía con limpieza prácticamente nunca. Veremos las soluciones que plantea Jose Mourinho. La mejor sería recuperar al Xabi determinante, mientras que en la recámara están los nombres de Granero y Sahin, que quizá solucionarían este problema, pero le darían al equipo otros que no tiene con Khedira.
Totalmente de acuerdo, nunca entendi tanta crítica a Sami Khedira, no después de la eliminatoria contra el Bayern si no en muchos tramos de esta temporada, tacticamente creo que el trabajo del alemán es irreprochable, si que tiene ciertas carencias técnicas que si no las hubiese estariamos hablando de un futbolista brutal, por lo que en mi opinión es un futbolista totalmente apto para el Madrid, y es más considero que ese perfil de jugador es muy necesario en un equipo que aspira a ganarlo todo y que tiene tanta polvora arriba, y si es cierto que quizá la baja forma de Xabi en los ultimos dos meses (a excepción del partido en el Camp Nou) ha pasado factura al centro del campo del Real Madrid
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