1. La nueva versión de la República Checa
La República Checa ganó (2-1) a Grecia en el segundo partido del grupo A, y lo cierto es que la primera parte del combinado que dirige Bílek fue bastante ilusionante. El técnico introdujo a Hübschman para proteger la espalda de Rosicky y Plasil, y desplazó a Jiracek a un costado. De este modo, el 4-2-3-1 empleado frente a Rusia y que tan débil fue a la hora de evitar recepciones de Arshavin y Dzagoev a espaldas de sus mediocentros, se convirtió en un 4-3-3 bastante más sólido y equilibrado. Ambos perfiles fueron activados con gran solvencia tanto en fase de inicio, como con la República Checa realizando ataque posicional. En el lado derecho, Gebre Selassie - Rosicky - Jiracek, y en el izquierdo, Limbersky - Plasil - Pilar. Rosicky y Plasil ocupaban los carriles interiores derecho e izquierdo respectivamente, llegando hasta la base para iniciar, y dando apoyo para dar continuidad en campo rival. El recorrido de los laterales daba profundidad exterior, y las rupturas fuera-dentro de Pilar y Jiracek completaban el mecanismo. En el medio de todo, Hübschman equilibrando por detrás, y Baros por delante, que aunque no estuvo acertado con balón, sí generó los espacios suficientes para que fuesen aprovechados por los extremos. Una República Checa que demostró que puede jugar bien al fútbol en base a una estructura que puede dar un ataque posicional de calidad.
2. La rigidez de Portugal
Si hablábamos de la sensibilidad de la República Checa para ser móvil e intercambiarse alrededor del balón, creo que Portugal ofreció algo radicalmente opuesto. Cierto que obtuvo la victoria frente a Dinamarca, y que depende de sí mismo para poder acceder a los octavos de final, pero la sensación de su fase ofensiva es que es demasiado rígida. Probablemente por ello la idea inicial fue la de una presión adelantada que aprovechase la naturaleza de sus dos centrales (Bruno Alves - Pepe), para recuperar lo más arriba posible, pero lo cierto es que el marcador a favor hizo que el equipo diese un paso atrás. Creo que el principal problema reside en la naturaleza de Meireles y en el bajo nivel que está ofreciendo Joao Moutinho. Meireles ofrece pocos recursos en el apoyo, es poco versátil en su horizontal (aunque es un gran llegador), y Moutinho está desacertado en el giro y la continuidad. Este panorama impide intercambios continuos con Nani y Cristiano Ronaldo. Todo ello, sumado a la escasa movilidad de Postiga, hacen de Portugal un equipo rígido y que da la sensación de basar su ofensiva en un repliegue organizado. El detalle que más me llamó la atención fue la elección del lanzador en los córners. Los del lado derecho son para Meireles, mientras que los del lado izquierdo son para Moutinho. La idea es que ambos tengan que recorrer menos metros para poder recuperar su posición de partida en fase defensiva, y facilitarles el retorno. Personalmente, echo de menos más fluidez de Portugal con pelota, y para ello, esa pareja de interiores Moutinho-Meireles debe enriquecer sus recursos.
3. Bilic y la dirección de campo
Italia superó por completo a la selección croata en la primera mitad, pero finalmente el combinado de Bilic consiguió hacer una gran segunda parte y obtener un punto, empatando el partido a 1. La única amenaza de los croatas en la primera parte consistió en el peligro que suponía su pareja de delanteros (Mandzukic - Jelavic) cargando el área, y atacando centros laterales. Pero el dominio de Italia impedía que Croacia pudiera generar recepciones en las zonas exteriores. La modificación de Bilic fue sensacional. Del 4-4-2 inicial pasó a un 4-2-3-1 asimétrico, retocando algunas posiciones que le hicieron crecer en el partido. Rakitic abandonó la banda derecha para jugar en el doble pivote junto a Vukojevic, adelantando a Modric para que este generase recepciones en la línea de 3/4. La banda derecha se activaba con el recorrido de Srna, y a éste le ayudaba un Mandzukic que partía desde ese perfil, dejando a Jelavic como referencia real en ataque. Además, sacó del campo a Perisic para meter a Pranjic, para de esta forma en el costado zurdo tener dos hombres de buena relación con el juego exterior, como es el futbolista del Bayern Munich y Strinic llegando desde el lateral. En fase ofensiva, el triángulo formado en medio campo exigió a Italia por dentro, permitiendo la progresión de los dos hombres de izquierda y desde allí poder activar el área con centros laterales. Pero además, en el inicio de la presión, la línea de 3/4 era más ancha, por lo que Andrea Pirlo no tenía la misma comodidad para iniciar que sí obtuvo en la primera parte. En mi opinión, la reacción de Bilic fue de muy buen entrenador.
4. La falta de proyección inglesa
Inglaterra consiguió ganarle a Suecia en un partido que por las exigencias de uno y otro se volvió loco en la segunda mitad, pero el discurso sigue dejando ciertas dudas, o al menos las deja en cuanto a su producción ofensiva se refiere, si tenemos en cuenta lo que se le ha de exigir a una selección del caché de la inglesa. Hodgson tiene clara la propuesta, dos líneas de cuatro muy juntas, y desde ese discurso hacerse fuerte, aprovechando su pegada en momentos puntuales. En el partido ante Suecia la entrada de Carroll le permitió simplificar aún más su fútbol, siendo directo y tratando de ganar la segunda jugada. Sin embargo, contar con el punta del Liverpool en el campo hace que si el equipo es capaz de ganar más veces la línea de fondo, tendrá en el área al mejor rematador del torneo. Evidentemente, la duda es si el contexto puede ayudar a que las dos parejas exteriores (ayer lo fueron Johnson-Milner y Cole-Young), puedan progresar para activar a Carroll. La lejanía de los laterales y la falta de pausa en campo contrario, hacen de ello una tarea muy complicada. Gerrard jugó ante Suecia un gran partido, pero siempre desde una fantástica percepción del escenario. Se adelantó para ofrecer presión en el momento adecuado, y fue capaz de medir la distancia para recibir de cara en el momento oportuno. Sin embargo, la falta de apoyos por dentro, hacen que Inglaterra se vea obligada a ser más vertical, y en ese momento es complicado que los hombres de fuera puedan progresar. Una de las soluciones puede ser Rooney, jugando por detrás de Carroll, un hombre que sí puede asumir esa jerarquía que de a sus compañeros tiempo y espacio para llegar. La otra es descartar la opción de ganar la línea de fondo con los laterales, y ubicar como titular a Theo Walcott. Walcott tiene muchas carencias, y es un especialista activando espacios, pero su tremenda velocidad puede hacer que una recepción en estático acabe en la línea de fondo con el posterior centro, gracias a su naturaleza de velocista y el hecho de ser este un movimiento bastante simple donde el rival no va a ofrecer una ayuda permanente por fuera. Veremos, pero la sensación es que Inglaterra, viendo el nivel del torneo, tendrá complicado seguir progresando si no añade algún registro en su fase ofensiva.
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