Jornada 9 de la Liga BBVA. Real Madrid 3 (Cristiano Ronaldo -p-, Pepe, Benzema) - Barcelona 1 (Neymar)
Datos del partido (Fuente: Squawka) |
El Real Madrid había arrancado la temporada con ciertas dudas después de las salidas de Di María y Xabi Alonso, aunque afrontaba el clásico con las mejores sensaciones del curso. Ocho victorias consecutivas, siendo la última de ellas obtenida después de una brillante exhibición frente al Liverpool en Anfield. El Barcelona, por su parte, llegaba al Bernabeu sin haber recibido ningún gol en las ocho jornadas precedentes de liga, con 7 victorias y 1 empate en su casillero. Su último partido fue una victoria bastante cómoda frente al Ajax (3-1) en la Liga de Campeones.
2. Planteamientos
Carlo Ancelotti repitió, sin Gareth Bale, el 4-4-2 más marcado que estamos viendo en ausencia del galés, y que tan bien le funcionó al equipo blanco en su visita a Anfield. Así, el Real Madrid formó con Iker Casillas en portería, lateral derecho para Carvajal, lateral izquierdo -por llamarlo de una manera clásica- para Marcelo, con Pepe y Ramos como pareja de centrales. En medio campo, Luka Modric y Toni Kroos fueron el doble pivote, mientras que las bandas fueron para James Rodríguez -derecha- e Isco -izquierda-. Los dos puntas, con la libertad habitual que tienen ambos para abrirse a la hora de recibir o hacer movimientos de apoyo, fueron Karim Benzema y Cristiano Ronaldo.
Por su parte, Luis Enrique alineó el 4-4-2 en rombo que está siendo habitual en este arranque de temporada. El Barcelona jugó con Bravo jugó en portería, con Dani Alves como lateral derecho y Mathieu como lateral izquierdo, siendo los centrales Piqué y Mascherano. En medio campo, Busquets cumplió su papel habitual como pivote, con Xavi como interior derecho e Iniesta en el perfil izquierdo, y Messi en el vértice alto de ese rombo, bastante más cerca de los centrocampistas que del área. La delantera la completaron Luis Suárez, que se ocupó del sector derecho del ataque, y Neymar, que hizo lo propio con la zona izquierda.
3. Desarrollo, posibles claves y dirección de campo
El arranque fue complicado para el Real Madrid. Evidentemente, para ellos, un gol en contra era la peor noticia posible, pero el desarrollo del primer tramo de partido dejó bastantes dudas en el conjunto blanco. Sobre todo, porque el equipo dirigido por Carlo Ancelotti llegaba tras exhibirse frente al Liverpool en la Liga de Campeones, y en ese tramo inicial le costó encontrar el ritmo de juego mostrado en Inglaterra, apenas tres días antes. Una de las principales dudas en la previa fue cómo iba a gestionar el Real las recepciones de Messi a la espalda de Kroos y Modric. Sin embargo, vimos a Leo pasando bastante tiempo más cerca de Xavi e Iniesta que de la pareja de puntas. No le hizo falta al astro argentino, por otra parte, tocarla entre líneas para desencadenar la jugada del 0-1, puesto que aún recibiendo en una posición bastante lejana de portería rival, logró con una conducción girar a los centrocampistas madridistas, y encontrar en ventaja a Luis Suárez para que este, después, activase a Neymar, quien superó con excesiva facilidad a Carvajal antes de definir con enorme precisión.
El Barcelona desarrolló en el primer tiempo dos movimientos que alejaban al Madrid de asentarse de forma constante en su propio campo. Uno fue incluir a Messi en las cadenas de pase, utilizándole para guardar el cuero, a lo que el Madrid no supo responder durante bastantes minutos del primer tiempo. El segundo estuvo relacionado con Luis Suárez. Por un lado, el uruguayo se clavó en banda derecha cuando Marcelo salía de su sitio -algo muy frecuente-, por lo que el Barça le encontraba en ventaja abierto sobre la derecha. Así llegaron las dos mejores opciones del Barcelona en el primer tiempo: uno fue el gol de Neymar, y otro fue un remate de Messi que sacó Casillas. Además, cuando Luis Suárez abandonaba la banda, abría líneas de pase en el frente de los centrales. Fueron los dos grandes argumentos del Barça durante la primera parte, que no le sirvieron, por otra parte, para controlar el choque. El Real Madrid careció de precisión en los metros finales durante los primeros 45 minutos -entre Dani Alves y Busquets acumularon bastantes robos, además de tener poco acierto en el remate-, pero se apoyó en dos futbolistas que le permitieron encadenar también buenas secuencias de pase en campo rival, y que le ayudaron a llegar posteriormente con gente en buena posición para finalizar: uno fue Marcelo, que desequilibró con una tremenda categoría desde esa posición de falso lateral izquierdo, y el otro fue James, que encontró muy a menudo sitio para recibir en derecha y combinar con sus compañeros.
Carlo Ancelotti repitió, sin Gareth Bale, el 4-4-2 más marcado que estamos viendo en ausencia del galés, y que tan bien le funcionó al equipo blanco en su visita a Anfield. Así, el Real Madrid formó con Iker Casillas en portería, lateral derecho para Carvajal, lateral izquierdo -por llamarlo de una manera clásica- para Marcelo, con Pepe y Ramos como pareja de centrales. En medio campo, Luka Modric y Toni Kroos fueron el doble pivote, mientras que las bandas fueron para James Rodríguez -derecha- e Isco -izquierda-. Los dos puntas, con la libertad habitual que tienen ambos para abrirse a la hora de recibir o hacer movimientos de apoyo, fueron Karim Benzema y Cristiano Ronaldo.
Por su parte, Luis Enrique alineó el 4-4-2 en rombo que está siendo habitual en este arranque de temporada. El Barcelona jugó con Bravo jugó en portería, con Dani Alves como lateral derecho y Mathieu como lateral izquierdo, siendo los centrales Piqué y Mascherano. En medio campo, Busquets cumplió su papel habitual como pivote, con Xavi como interior derecho e Iniesta en el perfil izquierdo, y Messi en el vértice alto de ese rombo, bastante más cerca de los centrocampistas que del área. La delantera la completaron Luis Suárez, que se ocupó del sector derecho del ataque, y Neymar, que hizo lo propio con la zona izquierda.
3. Desarrollo, posibles claves y dirección de campo
El arranque fue complicado para el Real Madrid. Evidentemente, para ellos, un gol en contra era la peor noticia posible, pero el desarrollo del primer tramo de partido dejó bastantes dudas en el conjunto blanco. Sobre todo, porque el equipo dirigido por Carlo Ancelotti llegaba tras exhibirse frente al Liverpool en la Liga de Campeones, y en ese tramo inicial le costó encontrar el ritmo de juego mostrado en Inglaterra, apenas tres días antes. Una de las principales dudas en la previa fue cómo iba a gestionar el Real las recepciones de Messi a la espalda de Kroos y Modric. Sin embargo, vimos a Leo pasando bastante tiempo más cerca de Xavi e Iniesta que de la pareja de puntas. No le hizo falta al astro argentino, por otra parte, tocarla entre líneas para desencadenar la jugada del 0-1, puesto que aún recibiendo en una posición bastante lejana de portería rival, logró con una conducción girar a los centrocampistas madridistas, y encontrar en ventaja a Luis Suárez para que este, después, activase a Neymar, quien superó con excesiva facilidad a Carvajal antes de definir con enorme precisión.
El Barcelona desarrolló en el primer tiempo dos movimientos que alejaban al Madrid de asentarse de forma constante en su propio campo. Uno fue incluir a Messi en las cadenas de pase, utilizándole para guardar el cuero, a lo que el Madrid no supo responder durante bastantes minutos del primer tiempo. El segundo estuvo relacionado con Luis Suárez. Por un lado, el uruguayo se clavó en banda derecha cuando Marcelo salía de su sitio -algo muy frecuente-, por lo que el Barça le encontraba en ventaja abierto sobre la derecha. Así llegaron las dos mejores opciones del Barcelona en el primer tiempo: uno fue el gol de Neymar, y otro fue un remate de Messi que sacó Casillas. Además, cuando Luis Suárez abandonaba la banda, abría líneas de pase en el frente de los centrales. Fueron los dos grandes argumentos del Barça durante la primera parte, que no le sirvieron, por otra parte, para controlar el choque. El Real Madrid careció de precisión en los metros finales durante los primeros 45 minutos -entre Dani Alves y Busquets acumularon bastantes robos, además de tener poco acierto en el remate-, pero se apoyó en dos futbolistas que le permitieron encadenar también buenas secuencias de pase en campo rival, y que le ayudaron a llegar posteriormente con gente en buena posición para finalizar: uno fue Marcelo, que desequilibró con una tremenda categoría desde esa posición de falso lateral izquierdo, y el otro fue James, que encontró muy a menudo sitio para recibir en derecha y combinar con sus compañeros.
Fue clave en el segundo tiempo el 2-1 de Pepe, porque todas esas buenas sensaciones de Anfield se posaron en el Bernabeu. El Real Madrid tenía el marcador a favor, y la seguridad de poder ejecutar lo que pensaba con enorme precisión. De hecho, al conjunto blanco solo le faltó acierto en el último pase para acumular un marcador más amplio. El segundo acto se desarrolló en un escenario distinto, con un Madrid más contragolpeador, también invitado por un Barça que a medida que se consumía el tiempo, se precipitaba más: es decir, la perdía más veces. Busquets dejó de meter la pierna con la precisión mostrada en el primer tiempo, y solo Mascherano sostuvo, a base de anticipaciones y movimientos agresivos, la opción de que el Barça robase y pudiera reiniciar el ataque. La ausencia de Bale -o Jesé- limitó también la velocidad del Real Madrid, que no obstante se plantó en las inmediaciones del área rival en transiciones rápidas, gracias a la gran precisión de sus lanzadores y conductores, momento en el cual Benzema destacó con una lectura finísima en todos sus contactos. Por un lado, el Madrid dominó ese registro, aunque quizá el mayor argumento de control en el conjunto blanco fue la gran calidad con la que guardó el balón una vez lo robó en su propio campo, momento en el que destacó la precisión y confianza de Kroos y Modric. En resumen, el Real Madrid sufrió para entrar en el partido, porque el Barcelona fue capaz de tener bastante tiempo desactivados a todos sus hombres de medio campo, aunque incluso en esas fases de menos dominio encontró recursos para crear peligro. En el segundo tiempo y con marcador a favor, controló el choque con mucha solvencia, eligiendo muy bien cuando reducir el ritmo tras robar, y cuando acelerar para contragolpear.
4. Reacciones de los protagonistas
Carlo Ancelotti (Fuente: AS): "Lo mejor fue el esfuerzo. No perdimos la cabeza tras el gol encajado. Seguimos con nuestra idea y todo salió bien. Me gustaron muchas cosas del equipo, el ritmo fue alto, recuperamos bien tras el esfuerzo del miércoles".
"Siempre creí que el problema defensivo no es de calidad, sino de sacrificio, de correr. Tengo un equipo serio y profesional que sabe lo que es jugar en el Madrid y sacrificarse. Hablo de concentración, de pensar lo que hacen, de seguir la estrategia y las instrucciones".
"Quisimos atacar, con posesión, utilizando las bandas. En la segunda parte ganamos porque queríamos ganarlo".
"La idea es esta. La misma que el año pasado, aunque queremos mejorarla. El equipo ha cogido la costumbre de jugar con esta filosofía".
Luis Enrique (Fuente: Mundo Deportivo): "Ellos han sido superiores. A partir del 2-1 el partido se ha roto y el tercero nos ha acabado de matar".
"No es que haya habido tanta diferencia entre el primer tiempo y el segundo. En el primero hemos iniciado bien, pero en cuanto hemos marcado hemos empezado a encajar ocasiones relativamente claras. Después hemos tenido ocasiones para adelantarnos, pero ha sido de tomas y dacas".
"En la segunda nos ha costado más, el rival ha estado a un nivel muy bueno y ha marcado de forma merecida. Es un tema de dejar de generar ocasiones, nos ha costado más debido al rival. El segundo gol viene de una jugada de estrategia en la que hay diferentes bloqueos y aprovechan la situación y el tercero, de un fallo nuestro. Hemos penalizado en contra a partir del tercer gol, que nos ha hecho bastante daño".
"Los goles hacen daño, el de córner te limita y empiezas a dudar. A partir del 2-1 el partido de se rompe y el tercero nos acaba de matar. Teníamos la esperanza de marcar un gol que nos volviera a meter en el partido, pero no ha podido ser".
"No me arrepiento, para nada, de haberlo puesto. Ha estado bien, con ritmo, conoce perfectamente la forma de jugar y los mecanismos de trabajo. El hecho de no poder competir podía penalizarle la última media hora. Es evidente que esperaba un partido distinto, no tan abierto y que fuéramos más contundente en equipo. Si no trabajas bien, penaliza".
Me gusta mucho tu analisis y lo veo muy acertado! Voy a seguirte de cerca crack!!
ResponderEliminarMuchas gracias David.
Eliminar