Hoy el Arsenal se ha dejado tres puntos en el Liberty Stadium. Maltrecho por una considerable lista de bajas, su rival, el Swansea, ha vencido por 3-2 en un partido en el que los de Wenger no encontraron su espacio en el campo. Cierto que se encontró con un Swansea que tiene detrás un trabajo magnífico. Un equipo que durante 90 minutos tiene absoluta fijación por crear ventajas posicionales, que le permiten combinar y avanzar con maestría, transitando de manera magnífica, y además siendo capaz de cambiar su famoso, (y magnífico) juego interior, por otro exterior, profundo y vertiginoso, gracias a la naturaleza de los extremos de la plantilla.
Dos registros que hacen que el juego del Swansea sea uno de los más ricos de toda la Premier League. Fija por fuera y genera por dentro. El hecho de que el Swansea domine tan bien la posición en zonas interiores, hace que sea un día interesante para recordar a Arteta. Evidentemente la derrota de hoy da para un análisis más profundo, pero creo que uno de los puntos que se trataría en dicho análisis, sería la ausencia del jugador guipuzcoano. Arteta es un futbolista que interpreta de manera maravillosa su posición, y es así, porque conoce y entiende al milímetro la de sus compañeros.
Es aquí cuando entra en escena Alexandre Song. Fantástico centrocampista, físicamente poderoso, de buen primer toque y orientación, y capaz de filtrar pases relevantes. Pero su gestión de la posición tiene algunas lagunas en cuanto a toma de decisiones. Acostumbrado a balancearse para recuperar en zonas exteriores (donde, ojo, además es efectivo), que abandone el carril central requiere de una gran armonía colectiva para evitar que el equipo se desmorone.
En la imagen vemos la jugada previa al 1-2. Song sale sobre Dyer y este le desborda, pero Ramsey llega tarde y Benayoun no aparece. Es una jugada que se ha repetido varias veces durante el partido, el espacio en zona de 3/4 ha sido amplio para el Swansea. Es ahí donde Arteta es un futbolista clave. Escudero de Song en momentos como este, protege a los centrales en caso de que se supere al camerunés, y además se encuentra en el eje, bien orientado, para iniciar jugada en caso de recuperar (precisamente algo que se echó en falta en este 1-2). Por eso creo que aunque muchas veces Arteta no esté tan lúcido como se presupone en fase ofensiva, es siempre un jugador fundamental, hasta el punto de que Wenger le haya dado en su primera temporada el brazalete en ausencia de los pesos pesados, antes que a otros más veteranos. Por motivos como este, creo que la principal carga de Arteta en el juego del Arsenal, consiste en añadir a la balanza el peso necesario, y equilibrarla a cada desnivel.
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