Tabla de la Premier al cerrar 2013. Un espectáculo para el aficionado. |
Se cierra el año 2013 con el Arsenal líder, y la forma en que consiguió su triunfo el domingo en St James Park simboliza perfectamente que las sensaciones con respecto a otras temporadas son diferentes. El equipo de Wenger, como ante el Borussia Dortmund, supo achicar agua en los momentos finales, defender con solvencia en área propia y sacar tres puntos frente a un equipo que venía en racha. El Newcastle llegaba tras ganar 7 de sus últimos 9 partidos, y los de Pardew afrontaron el partido frente a los gunners con el plus de confianza que una racha como esta implica. Debuchy, Anita o Remy ganaban acciones con una facilidad tremenda, y el juego del Arsenal en campo rival estaba realmente atascado. El 8º gol en Premier League de Olivier Giroud, que llevaba más de un mes sin ver puerta, abrió la lata. Segundo triunfo a domicilio en tres días para el Arsenal (después del 1-3 contra el West Ham en el Boxing Day) y un calendario en Premier League -Cardiff (C), Aston Villa (F), Fulham (C), Southampton (F), Crystal Palace (C)- que le ofrece la posibilidad real de afrontar el tramo final del curso sin estar descolgado del liderato, algo que sería noticia con respecto a cursos anteriores.
El Manchester City mantiene el pulso con la cabeza a pesar de que en sus dos últimos partidos surgiesen algunas dudas. Contra el Liverpool, el sistema defensivo se deshizo con demasiada frecuencia frente a un Luis Suárez pletórico, y los de Pellegrini, a pesar de ganar a unos reds en un momento de forma sublime, dejaron la sensación de tener que resolver algunos problemas. El partido del sábado contra el Crystal Palace parecía una gran oportunidad para resarcirse y recuperar las sensaciones que habían llevado a los sky blue a ganar los partidos en el Etihad con una solvencia tremenda, pero lejos de eso, el fantástico nivel competitivo de los londinenses desde que Tony Pulis se hiciera cargo del equipo resultó ser un muro difícil de saltar. Pulis tiene una filosofía anti-Premier que le permite lograr objetivos con equipos pequeños. No concede transiciones, es cuidadoso a la hora de permitir que sus futbolistas abandonen sus posiciones de partida, y sus equipos transmiten la sensación de ser bloques compactos y homogéneos. Un fenomenal Jedinak sostuvo el entramado defensivo del Palace, y tan solo un gol de Dzeko, después de que Pellegrini tuviese que tirar de futbolistas a los que pensaba reservar dadas las exigentes condiciones del calendario, permitió al City lograr una victoria que le permite mantenerse a un punto del liderato.
El Chelsea es, quizá, el equipo que sale ligeramente más reforzado antes de cerrarse el año, y eso, a pesar de la corta victoria en el Boxing Day frente al Swansea que propició lógicas dudas con respecto a la figura de un '9' que pueda llegar a las cifras goleadoras de los Agüero, Luis Suárez o Van Persie. En primer lugar, tras el partido del lunes pasado, donde el planteamiento de Mourinho desactivó por completo el juego con pelota del Arsenal en campo rival, y con el que el Chelsea arrancó un empate del Emirates que incluso dejó la sensación de ser corto. En segundo lugar, tras la victoria del domingo contra el Liverpool. Si el lunes Mesut Özil quedó desactivado, en el partido de ayer el anulado fue un Luis Suárez que, visto no solo su último mes en Premier, también su brutal partido el jueves frente al Manchester City, parecía completamente imparable. Varios detalles fueron decisivos. Por un lado, el tremendo nivel de Gary Cahill, que volvió a ser clave, y por otro, la inclusión de David Luiz en el once en el doble pivote. El brasileño ofreció un movimiento horizontal bastante largo en tareas defensivas que limitó las recepciones del uruguayo, mientras que en ataque consiguió encontrar con muchísima facilidad a los hombres de tres cuartos del Chelsea. Gran partido de Hazard, Oscar y Willian, aunque la segunda parte de los de Mourinho fue de peor nivel al buscar un contragolpe que con Eto'o en el campo (hoy en día más preparado para los ataques posicionales), hizo peligrar el 2-1 final.
Un Liverpool que a pesar de las dos derrotas (ambas 2-1 y frente a candidatos desde antes de arrancar el campeonato a ganar la Premier League, como Chelsea y Manchester City), puede sacar conclusiones positivas aún habiendo perdido su esporádico liderato en los días finales del año. Sobre todo por su partido en el Etihad, donde por momentos dio la sensación de ser bastante superior al equipo de Pellegrini. En el Boxing Day los de Brendan Rodgers se adaptaron a las circunstancias, encontraron constantemente a Luis Suárez entre líneas y estiraron a la defensa citizen gracias a movimientos muy agresivos liderados por Jordan Henderson. Frente al Chelsea, y a pesar de volver a adelantarse en el marcador, les costó más controlar la situación, aunque en la columna de aspectos positivos hay que añadir tramos del segundo tiempo donde aprovecharon que el Chelsea les brindó la oportunidad de contar con más minutos de posesión en campo rival. En resumen, el Liverpool puede asegurar que ha estado cerca de puntuar hasta el último momento en dos de las visitas más complicadas del curso, y que además, acaba el año con los puestos de cabeza a tiro de piedra.
El Everton termina 2013 en puestos de Liga de Campeones, y esto significa no solo cumplir las expectativas, si no superarlas notablemente. Los de Roberto Martínez se resarcieron de un sorprendente, -sobre todo por lo visto sobre el terreno de juego-, pinchazo frente al Sunderland, y vencieron a un Southampton que está acusando no poder contar de manera continuada con el once tipo del principio de curso (la baja de Wanyama está causando estragos a los de Pochettino). Martínez no salió con su once tipo (Howard y Barry sancionados y Jagielka lesionado), y además varió a los extremos, en los que incluyó a Naismith y a Oviedo, que adelantó su posición con el regreso de Baines. Aunque, a pesar de todas las variaciones, de nuevo el impacto más severo lo propició Seamus Coleman cuando no se habían cumplido los diez minutos de juego. El lateral irlandés está con tal confianza que ya había dejado alguna acción potente en asociaciones interiores, pero hizo explotar a Goodison Park con un gol de bandera. El partido estuvo más o menos controlado hasta que Joel falló en un disparo lejano de Gastón Ramírez, aunque minutos después, Romelu Lukaku le daría la victoria al Everton gracias a su 9º gol de la temporada.
El Manchester United ha ganado sus últimos cuatro partidos de Premier League y los últimos seis encuentros oficiales, y, si se ha criticado a David Moyes en este arranque de curso por no poder encontrar una dinámica positiva para el actual campeón del torneo, es justo reconocer sus méritos en las últimas fechas, y es que, el técnico escocés ha tenido una incidencia total en las dos últimas victorias del equipo. En el Boxing Day, frente al Hull City, aprovechó la lesión de Rafael para utilizar a Januzaj, y en el ecuador de la segunda parte utilizó a Rooney en un doble pivote que agilizó la circulación del equipo, para cerrar posteriormente el resultado con el regreso de Michael Carrick. Una fenomenal dirección de campo que convirtió el 2-0 inicial de los tigres en un 2-3 para los diablos rojos. Frente al Norwich las cosas pintaban realmente mal. Moyes dibujó un 4-3-3 con Carrick de pivote, Giggs y Cleverley de interiores y Kagawa de falso extremo izquierdo, con la intención de asentar la posesión en campo rival. Pero a Carrick aún le queda para encontrar su mejor ritmo competitivo, y su soledad en el mediocentro fue aprovechada por un fenomenal Snodgrass, que desde la derecha y con tendencia interior machacaba al United. Moyes corrigió, ubicó un doble pivote que acercó a Cleverley al sector izquierdo y cortó la sangría. En la segunda mitad tiró de Welbeck, que con su 4º gol en los últimos 4 partidos de Premier dio un triunfo a su equipo que obliga a retirar la etiqueta de desahuciado para el título por la de "de nuevo candidato".
Es la segunda vez que el Tottenham hace tres goles en un partido desde la llegada de Sherwood al banquillo, y la noticia cobra aún más dimensión si tenemos en cuenta que en ningún partido de Premier League de este curso con André Villas-Boas al frente se llegó a esa cifra. Cierto que, como ante Southampton o West Brom, la alineación fue vista por la crítica general como algo absolutamente insostenible (el doble pivote que formó frente al WBA fue Eriksen-Holtby), pero el hecho de recuperar a Paulinho y Dembélé hizo que viéramos, contra el Stoke, un medio campo más equilibrado. Lo cierto es que da la sensación de que el equipo está más desatado, ataca con más alegría y eso, teniendo en cuenta los futbolistas que tiene en plantilla (la inclusión de Adebayor en el once ha sido todo un acierto) puede significar en una mejoría en la productividad ofensiva. Veremos si, además, se traduce en resultados.
Del resto de equipos no mencionados, es inevitable quedarse con la brutal paliza que el Hull de Steve Bruce le propició a un Fulham que desde que llegó Meulentseen había encontrado un punto de equilibrio con ese medio campo Karagounis-Parker-Sidwell, pero que vio como los Huddlestone y compañía les hacían 6-0. Además, el Cardiff (ya sin Mackay en el banquillo y con un movimiento popular en la grada en contra del excéntrico dueño Tan) se dejó puntos en el descuento frente al Sunderland de Poyet y veremos si no entra en una espiral negativa en lo institucional, de la que siempre es complicado salir.
David, impresionante artículo. Una vez mas enhorabuena, ojala escribas asiduamente en el blog.
ResponderEliminarSimplemente quiero preguntar te una cosa, estuve viendo al Hull esta mañana, basicamente el hecho por el que vi el partido es de que todos hablan de que jugó en 3-5-2 pero yo por mas que miro el partido no veo ningún 3-5-2 por ninguna parte, creo que el equipo jugó en 4-2-3-1 con Elmohamady-Koren-Boyd MP y arriba Sagbo. En mi blog (fut5continentes.blogspot.com.es)escribi articulo sobre ello y realmente me gustaría saber que opinión tienes tu? Cual fue tu visión?
Gracias y un saludo. Van sin animo de ofender el comentario, simplemente que leo en todos lados eso, y yo no lo vi así.
Gracias Emilio.
EliminarTienes toda la razón y de hecho releyendo el texto (que corrijo), está mal redactado. Sin Bruce entró Rosenior, que hizo que Elmohamady jugase un escalón por delante de Figueroa, y citando el 3-5-2 quería expresar el esquema habitual del equipo y el éxito que está teniendo, pero tal y como estaba escrito daba toda la sensación de que se refería a este último partido.
Y de ofender, nada, por supuesto, encantado de que haya críticas constructivas.
Un saludo.