Partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones: Olympiakos 2 (Domínguez, Campbell) - Manchester United 0
Datos del partido (Fuente: squawka.com) |
El Olympiakos llegaba, no solo al partido, si no a la eliminatoria de octavos de final como rival, a priori, más asequible para cualquiera de los primeros clasificados en la fase de grupos. No obstante, su trayectoria en la liga griega es absolutamente intachable, donde a falta de 8 jornadas está a 20 puntos del PAOK, segundo clasificado. El equipo de Míchel solo había perdido dos partidos en todo el curso, ambos frente al PSG en UCL. El Manchester United había visto un poco de luz después de su partido frente al Crystal Palace, en el que el conjunto de Moyes había encadenado algunas de las mejores fases de juego de la temporada, y se presentaba a este choque, si bien no por sensaciones, sí por comparativa individual, como gran favorito.
2. Planteamientos
El Olympiakos varió ligeramente la propuesta que había venido siendo habitual. La inclusión final de N'Dinga en el once inicial en detrimento de Samaris tuvo mucho que ver. El centrocampista congoleño deshizo el habitual doble pivote para ubicarse como mediocentro más posicional, mandando a Maniatis al interior derecho -un interior defensivo- y al Chori Domínguez al izquierdo -un interior con más vuelo y producción entre las líneas rivales-. Numéricamente, podemos decir que Míchel propuso un 4-1-4-1, con el matiz de que la pareja de interiores eran de naturaleza radicalmente opuesta. Por lo demás, el once esperado, siendo finalmente Olaitan el 9 del equipo ante la baja de Saviola, el hecho de que Valdez no estuviera físicamente al 100%, y que Scepovic no está inscrito para la competición.
El Manchester United de David Moyes sigue caminando por la indeterminación. Si bien es cierto que Juan Mata no puede disputar la UEFA Champions League, también lo es que en el fin de semana frente al Crystal Palace vimos un equipo dominante y ajustado en base a una idea que casaba con la naturaleza de sus mejores futbolistas. Baja de Mata -muy relevante- al margen, Moyes dejó sin convocar a Januzaj y mandó al banquillo a Fellaini. La idea del fútbol-control quedó aparcada, y el técnico escocés regresó a un 4-4-2 plano, con Valencia-Young en los extremos, Van Persie como delantero centro y Rooney -el único que variaba la linealidad- como segundo punta.
3. Desarrollo, posibles claves y dirección de campo
El Manchester United dio la sensación, desde un primer momento, de ser un equipo mal agrupado, demasiado abierto, concediendo una infinidad de espacio tras las pérdidas y que no sacaba partido de tener a sus jugadores ensanchando tanto el terreno de juego. El gran trabajo de Olympiakos -que fue sublime durante todo el duelo-, hizo que las recepciones interiores de Rooney fuesen dispersas y nunca con ventaja, y los únicos toques del equipo inglés que tenían cierto espacio eran los que llegaban pegados a la cal. El problema para el equipo de Moyes es que esas pelotas les llegaban a Valencia y Young, que fueron incapaces, quizá por falta de talento, de sacar ventaja por sí mismos. El problema fue que cada vez que el Manchester United conseguía llevar la pelota e medio campo -algo que ocurría con poca limpieza, porque los de Moyes tuvieron un problema evidente en salida de pelota-, la pérdida permitía conducciones muy cómodas y con mucho espacio a Campbell y Pérez, y le daba la posibilidad a Domínguez de ejecutar con mucho tiempo.
La solución, o el intento, de David Moyes para tal desaguisado, fue algo bastante repetido a lo largo del curso: Rooney debía iniciar la jugada. De este modo, el Manchester United pasó a jugar un 4-1-4-1, con Carrick como mediocentro y Rooney-Kagawa como pareja de interiores. Sin embargo, la solución no terminó de surtir efecto. La pelota seguía sin salir limpia desde atrás, Kagawa apenas intervino, y la única solución ofensiva fue algún centro lateral de Young -que pasó a la derecha- para buscar a Welbeck en el perfil opuesto -extremo izquierda-. El peligro de Rooney más atrás era que el Manchester United podía empezar a pasar más tiempo en campo rival, y Míchel reaccionó metiendo a un hombre de refresco -y más centrocampista- por Domínguez. Machado pasó a incomodar las recepciones del genio inglés, y así se llegó hasta el final del choque, con un único susto para los griegos tras un control brillante de Van Persie, que sin embargo acabó con la pelota en la grada. El resumen es que Olympiakos hizo un trabajo colectivo soberbio, enfocando su planteamiento en detener a Rooney -primero en zona de último pase y después en la base de la jugada-, y que a ese planteamiento adaptado a un rival superior, Míchel supo terminar de darle forma con despliegues peligrosos y dañinos.
4. Reacciones de los protagonistas
Míchel (Fuente: web oficial del club): "La grandeza del rival puede hacernos pensar que es el mejor partido que ha jugado Olympiakos esta temporada".
"Nuestro equipo se está haciendo cada vez más fuerte, llevábamos mucho tiempo preparándonos en silencio para este partido".
Pregunta: ¿Qué opina del partido de N'Dinga?: "Ha estado excelente. Pero sería injusto nombrarle solo a él. Todos los jugadores han estado excelentes, han hecho muchas más cosas de las que les hemos pedido".
David Moyes (Fuente: web oficial del club): "Es el peor partido que hemos jugado en Europa esta temporada, eso seguro. No nos hemos merecido nada esta noche".