1. Contexto y datos del partido
Final del Mundial de Clubes: Real Madrid 2 (Sergio Ramos, Bale) - San Lorenzo 0
Datos del partido (Fuente: Squawka) |
El Real Madrid llegaba a la final del Mundial de Clubes inmerso en esa espectacular racha de victorias, que ya alcanzaba, antes del partido, la cifra de 21. Poco más hace falta para resumir el momento de forma actual del conjunto blanco. San Lorenzo, por su parte, había vivido un Torneo de Transición bastante irregular, aunque las últimas sensaciones habían sido más positivas, después de ganar los dos últimos compromisos ligueros. La semifinal frente a Auckland City, sin embargo, fue muy decepcionante, partido que los argentinos solo pudieron resolver en la prórroga.
2. Planteamientos
Carlo Ancelotti tenía la baja más importante de Luka Modric, pero por lo demás el técnico italiano pudo contar con su once de gala. El Real Madrid salió con su particular sistema, variando entre el 4-3-3 y el 4-4-2 según la posición de Bale y si tenía o no la posesión. Iker Casillas jugó bajo palos, con Carvajal como lateral derecho, Marcelo como lateral izquierdo, y la pareja de centrales habitual compuesta por Pepe y Sergio Ramos. En medio campo, Kroos hizo como mediocentro, con Isco como interior derecho y James Rodríguez como interior izquierdo, completando el once Bale como extremo derecho, Benzema como 9 y Cristiano Ronaldo partiendo de izquierda pero con su habitual movilidad.
Edgardo Bauza, por su parte, mantuvo ese 4-1-4-1 en el que ha variado el equipo en este semestre, dadas las importantes bajas que ha sufrido el equipo con respecto al bloque que ganó la Copa Libertadores. San Lorenzo salió con Torrico en portería, Buffarini y Más como laterales, y Yepes y Kannemann como pareja de centrales. En medio campo, Mercier jugó como mediocentro, con Ortigoza y Kalinski como pareja de interiores. Completaron el medio campo, en las bandas, Gonzalo Verón en el perfil derecho y Pablo Barrientos en el izquierdo, quedando Martín Cauteruccio como único 9.
3. Desarrollo, posibles claves y dirección de campo
El partido se presentó en el escenario esperado en la previa: un San Lorenzo replegado -aunque no excesivamente, la defensa no estaba desde el primer momento metida en área propia-, pero sí realmente cuidadoso a la hora de juntar diez hombres por detrás de la línea de balón, y dejando a Cauteruccio arriba, como única opción para desplegarse. Esto hizo que el conjunto español no pudiera progresar a través de circulaciones interiores. Kroos tenía bastante espacio para tener la pelota, porque Cauteruccio quedaba descolagado intentando coger algún envío de sus compañeros, y Mercier-Ortigoza-Kalinski, el trío central de los argentinos, no se despegaba nunca de su pareja de centrales. El alemán tenía tiempo para pasar el cuero, pero no había receptores de algún envío que encontrase la espalda de algún rival. Isco y James solo la tocaban en paralelo, y Bale, Cristiano y Benzema quedaban demasiado alejados. Los únicos toques relevantes del francés en el partido fueron cuando se abría a las bandas, y fueron de forma bastante intermitente. La realidad es que el Real Madrid no estuvo bien con balón, pero dos figuras se erigieron para que el conjunto blanco tuviera siempre la final bajo control: Sergio Ramos y Pepe.
El conjunto madrileño podía permitirse el lujo de no tener precisión, porque cuando San Lorenzo trataba de salir, la pareja de centrales eliminaba toda opción de peligro. Lo hicieron además con un enorme abanico de recursos: tanto Ramos como Pepe dejaron cruces largos a bandas -sobre todo el portugués-, ganaron acciones en disputas por dentro, y también evitaron progresiones dando un paso adelante. El partido de ambos fue soberbio, e incluso en la segunda parte, donde San Lorenzo se dejó ver algo más cerca de la portería de Casillas, defendieron la meta ganando algún centro lateral. En definitiva, ambos fueron los grandes protagonistas de la final, porque permitieron al Real Madrid no ponerla en riesgo en ningún momento, sin que los blancos hiciesen un juego en absoluto lúcido, al menos cuando consistía en construir.
El partido, en líneas generales, tuvo muy poco ritmo porque había muchas infracciones, aunque esto fue, sobre todo, de forma más acentuada en la primera hora de juego. En el tramo final y ya con 2-0, San Lorenzo sí soltó algo más a sus volantes de banda, y dejó que los interiores cazasen algún rebote más cerca de la frontal del área. Eso permitió que el Real Madrid tuviera alguna acción de transición más rápida, y dio la sensación de que en alguna acción de contragolpe los de Ancelotti podrían haber cerrado definitivamente, o al menos, más de lo que estaba, la final, porque en ningún momento pareció estar en riesgo. En resumen, partido poco preciso del Real Madrid alrededor del balón, pero sustentado por un enorme rendimiento de su pareja de centrales, que permitió a los de Ancelotti controlar el choque. Un choque que abrieron gracias a uno de los muchos registros que dominan, en este caso el balón parado ofensivo.
4. Reacciones de los protagonistas
Carlo Ancelotti (Fuente: AS): "Muy feliz porque hemos acabado bien este año. Va a ser un año inolvidable para todos nosotros. Llegamos a una final complicada y tuvimos complicaciones para buscar soluciones ofensivas con eficacia".
"Puedo sentir muchas cosas. Orgullo, felicidad… Estoy en un club que hay jugadores fantásticos. Podemos seguir y tenemos que pensar en el futuro de este club con muchas ganas e ilusión. Se mereció ganar este título. Podemos decir que el Madrid es el mejor equipo del mundo en este momento".
"Si tengo que pensar la clave fue la primera final en la Copa del Rey. Ganar aquella Copa en aquel momento nos dio mucha confianza. La final de Valencia fue determinante. Después el equipo mejoró en cada partido".
Edgardo Bauza (Fuente: AS): "Es un dolor haber perdido. Teníamos la ilusión de poder ganar. El partido fue tan difícil como se suponía. Habíamos planteado un partido para tratar de dificultarles la llegada. Creo que lo logramos, pero el gol a balón parado dificultó mucho las cosas. Nos complicó algo el primer tiempo la tenencia de la pelota. El Madrid ganó justamente y para nosotros fue un honor jugar contra ellos. Nos sentimos orgullosos más allá de la tristeza de haber perdido".
"Derrotas no hay ni dignas ni buenas. Cada derrota me duele. Sea con quien sea. Fue un camino muy largo llegar hasta acá. Pero obviamente que no me gusta perder, más allá de la jerarquía del rival. Nosotros desde lo táctico les cerramos los caminos. Tuvieron la tenencia de la pelota, pero les dificultamos mucho que tuvieran un mano a mano con Torrico".
"No me preocupa porque no le podemos alcanzar. Tenemos apenas 540 millones de diferencia con el Madrid. La diferencia existe contra los cuatro o cinco mejores del mundo, no con todos los equipos del mundo. Después con todos los equipos europeos podemos hacer un partido de igual a igual".
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