En mi armario hay un pantalón vaquero al que tengo bastante aprecio. No es que sea el más bonito del mundo, pero es comodísimo y, paremos ahí, no hace falta más argumento que parecer que vas en vaqueros y sentir que estás en chándal. Hoy me he levantado, me he puesto mi vaquero favorito y me he hecho, como todas las mañanas, un café y unas tostadas. Con el desayuno reciente he encendido el ordenador y le he dado un repaso a la prensa deportiva. Ayer se jugó el Atlético de Madrid - Chelsea de ida de las semifinales de la Champions League, que acabó 0-0. Pues bien, al ver los titulares dedicados al planteamiento del equipo visitante, el café habrá entrado por donde no debía, mi organismo ha reaccionado, y el primer sorbo ha ido a parar sobre mi preciado pantalón. Mancha de las gordas y cabreo inmediato. El primer pensamiento ha ido dedicado a localizar otro pantalón, y el segundo, a las clases de historia de comunicación social que tuve en la universidad. La prenda que he elegido la vamos a obviar, pero los flashes de aquellas clases merecen más la pena.
El profesor Timoteo no se escandalizaba por nada. Te hablaba, con toda la naturalidad del mundo, de técnicas. La primera de la que nos contó cosas fue del sensacionalismo, hoy degradado hasta el punto de ser asociado a algo sencillamente peyorativo. A todos nos suena Joseph Pulitzer, y si no nos suena el nombre de pila, seguro que relacionamos su apellido a los prestigiosos premios que cada año se entregan de la mano del presidente de la Universidad de Columbia. Pulitzer era un chico húngaro delgado y débil que quería ser soldado, y que fue rechazado en el ejército de su país y viajó a los Estados Unidos para luchar en la Guerra Civil. Ya en Norteamérica, con las técnicas más básicas, se hizo hueco en el mundo del periodismo gracias a un periódico para la comunicación de masas: el New York World. Las técnicas utilizadas por Pulitzer estaban claramente definidas: sensacionalistas. Lenguaje básico, diseño en el que se introdujeron imágenes, noticias de interés humano y proximidad -interesa más un muerto a la vuelta de la esquina que 1.000 a millones de kilómetros-, además de darle importancia clave a la figura del reportero (Make News: crear noticias). El objetivo era agitar a la gente, crear sensaciones. El rotundo éxito llevó a copiar su estilo a los editores posteriores -amarillismo de Hearst-, y así se han ido ramificando las distintas técnicas del periodismo a lo largo de las diferentes generaciones de comunicación de masas, desde la objetividad empleada por los medios de élite hasta la desinformación, término surgido en comunicación política cuando tras la Segunda Guerra Mundial la CIA o la KGB emitían información falsa atribuida a fuentes creíbles.
¿Qué hace el periodismo deportivo hoy en día?
No he podido evitar, mientras me ardía la pierna, recordar al profesor Timoteo para preguntarle qué es esto. Entonces me he puesto a pensar y lo primero que se me ha venido a la cabeza ha sido Jose Mourinho metiéndole el dedo en el ojo a Tito Vilanova. Y me he dicho: "esto no me gustó nada, fue repugnante". Pero también he pensado que esa acción no tuvo nada que ver con los planteamientos del técnico portugués. Con el fútbol. Con el juego. Creo que el planteamiento del Chelsea de ayer en el Calderón, muy defensivo, ha sido la última excusa perfecta para atacar a un técnico que, simplemente, cae mal. A los que leéis el blog sabréis que aquí se analiza por igual un planteamiento de 75% de posesión, y otro que consiste en 40 pases en un partido. Particularmente me gusta que se juegue bien en relación a los jugadores que se tienen disponibles. Por lo tanto no le dedicaré una línea a defender cualquier estilo de fútbol, simplemente porque me da igual. No es ese el debate que particularmente me preocupa. El que me preocupa está relacionado con el periodismo.
Al parecer, el "estilo Mourinho" es poner el autobús. Como hizo ayer, que eso es, a todas luces, indiscutible. Es "su estilo", "su sello", es "su forma de jugar". Y creo que eso es desinformar. Y si bien en el fútbol no me posiciono porque no es que me parezca bien, es que me gusta la variedad y la competición, en el periodismo sí tengo claro qué línea prefiero. Creo que Mourinho a lo largo de su carrera siempre se ha adaptado a las circunstancias. Otra cuestión es qué plantilla configuraría si tuviera la opción, un verano, de elegir a 22 tíos. Entonces creo que sería un equipo de repliegue sólido y despliegue potente. Pero esa es otra cuestión. Creo que ayer, simplemente, se juntaron dos circunstancias. La primera es que en esta plantilla tiene a Cahill y Terry, quizá la pareja de centrales actual que mejor defienda metida en su área, y la segunda es que enfrente estaba Diego Costa, probablemente, el mejor delantero del planeta yendo al espacio. Simple adaptación, no antifútbol. El Real Madrid, en la temporada 2011/2012, diseñó un plan de ataque posicional brillante, porque tenía a Xabi Alonso, Marcelo, Karim Benzema y Cristiano Ronaldo. Aquel Madrid acabó lanzando a Sergio Ramos y Pepe más allá del medio campo para defender a Leo Messi, pero sobre todo creo que hay un argumento decisivo para hablar con respecto a lo de ayer como adaptación, y no de "estilo Mourinho", que tiene mucho más de repudio personal que de análisis periodístico: ¿cómo se pueden meter 121 goles en una temporada de liga española jugando siempre como jugó ayer el Chelsea?
Por suerte el profesor Timoteo nos hubiese contado con naturalidad que, simplemente, son técnicas. Yo aprovecho para desinformaros de que he escrito este texto, simplemente, para salvar el honor de un pantalón machado.
Me ha gustado mucho leerle y descubrir su blog.
ResponderEliminarHa ganado un asisduo.
¿Crees que el Mou más defensivo se vio en Italia? Porque yo recuerdo su primera etapa en Londres con el contrataque más alucinante que haya visto.
Creo que, en primer lugar, hay que decir que Mourinho ha ido variando según ha necesitado. No se puede comparar su partido en el Camp Nou con el Inter a cualquier partido de Serie A. Aquel Inter acabó construyendo su ataque en Sneijder + Pandev-Eto'o-Milito. Creo que es imposible llamar defensiva a una alineación que tiene tres delanteros y en el que uno de los centrocampistas es Sneijder. Evidentemente aquel Inter encontraba en Sneijder el hombre que lanzaba las transiciones -el Eto'o y Milito de hace cinco años machacaban al rival con movimientos verticales-, y es lógico que visualmente no pueda asociarse a ese Inter con un juego asociativo. Pero desde luego tampoco con algo defensivo.
EliminarCreo que el problema a la hora de hablar de Mourinho está en que cada argumento puede tener su parte de razón, porque es un entrenador muy versátil. Hemos visto desde los planteamientos más conservadores, como el del Calderón, hasta a Sergio Ramos y Pepe más allá del centro del campo en el Camp Nou. Creo que hay que puntualizar más para hablar de él.
Muchas gracias y encantado de tenerte por aquí.