Partido de la 36ª jornada de la Premier League: Liverpool 0 - Chelsea (Demba Ba, Willian) 2
Datos del partido (Fuente: squawka) |
Los aledaños de Anfield estaban a reventar para recibir al equipo. Con 7 puntos más el Liverpool será campeón de la Premier League, y la afición afrontaba el choque desde este contexto de ilusión máxima. El equipo, además, llegaba en un momento de forma brutal, puesto que sumaba nada menos que 11 triunfos consecutivos en la competición liguera. El Chelsea, por su parte, visitaba al líder con un punto menos de exigencia de lo esperado, puesto que en la derrota frente al Sunderland de la semana pasada se escaparon casi todas las opciones de pelear el título. Además, el partido frente al Liverpool se encontraba en mitad del decisivo doble enfrentamiento frente al Atlético de Madrid de semifinales de la Liga de Campeones.
2. Planteamientos
Brendan Rodgers volvió a variar ligeramente en cuanto al sistema, dejando de lado el 4-4-2 en rombo estrecho que venía utilizando últimamente, al cambiar la posición de Sterling. El Liverpool se organizó en un 4-3-3. En defensa, la que viene siendo habitual, con Mignolet en portería, Johnson y Flanagan en los laterales, y Skrtel y Sakho como pareja de centrales. La configuración en medio campo fue la que vimos el pasado fin de semana frente al Norwich, como consecuencia de la sanción de Henderson, y de que Sturridge llegaba tras lesión: Gerrard pivote, con Leiva y Allen como pareja de interiores. Coutinho en izquierda, y Sterling en derecha, ocuparon de partida posiciones exteriores, siendo esta la principal novedad. La posición de 9 fue para Luis Suárez.
Jose Mourinho, por su parte, ubicó al Chelsea en un 4-4-1-1, introduciendo algunas variantes de cara al partido del miércoles frente al Atlético de Madrid, pero presentando un once competitivo y bien adaptado al rival. Schwarzer en portería por el lesionado Cech, con Azpilicueta e Ivanovic en los laterales e Ivanovic y Kalas -que entró para dar descanso a Cahill- como pareja de centrales. El doble pivote fue para Matic y Mikel, con el objetivo de limitar la verticalidad del Liverpool cuando robaba. En banda derecha jugó Salah, en izquierda Schürrle, mientras que Lampard se colocó por delante del doble pivote, y por detrás de Demba Ba.
3. Desarrollo, posibles claves y dirección de campo
La intención evidente del Chelsea era que el Liverpool no pudiese activar el arma con el que ha estado destrozando en Premier League fin de semana tras fin de semana. Hablamos de una competición en la que el ida y vuelta es la tónica habitual, y en partidos donde este es el guión constante, Sterling, Coutinho o Sturridge se encuentran en su salsa. El técnico portugués enfocó su planteamiento en evitar que los mejores jugadores del Liverpool se encontrasen en circunstancias como estas con continuidad.
En primer lugar, el doble pivote Mikel-Matic -captura de la izquierda- garantizaba dos futbolistas que no iban a perder la posición, capaces de proteger al equipo de las conducciones verticales de Sterling y Coutinho. Dos futbolistas, además, de buena técnica defensiva en duelos individuales. Mourinho invirtió el triángulo con respecto al partido del Vicente Calderón frente al Atlético de Madrid, y en lugar de jugar con 1+2, jugó con 2 (Matic-Mikel) + 1 (Lampard) -captura de la derecha-. De esta forma, el Chelsea tenía vigilancia sobre Gerrard, que solo jugaba con cierta comodidad -y no de forma constante-, cuando el equipo salía desde atrás, y no fue de forma constante porque, como vimos en la jugada del 0-1, Demba Ba estaba pendiente de él en esa fase. Brendan Rodgers esperaba algo así, porque desde el primer momento mandó a Sterling y a Coutinho a las bandas. Lo lógico es creer que el técnico norirlandés esperaba de ellos desborde en una posición en la que les sería más cómodo recibir, pero en ningún momento lo hicieron con la suficiente altura como para producir opciones ventajosas para su equipo. El Chelsea consiguió desnaturalizar al Liverpool, y tenía en Demba Ba la opción para intentar salir. Al margen del gol, que es fruto de una acción de mala suerte para Gerrard, el senegalés fue importante controlando envíos largos y permitiendo al Chelsea salir de su propio campo. Si bien es cierto que hasta el 0-1, el repliegue visitante no fue tan descarado como en el segundo acto.
En el segundo tiempo el Chelsea se agrupó en campo propio, cerca de la portería de Schwarzer, escenario en el que es muy complicado meterle mano. Rodgers trató de solucionarlo metiendo a Sturridge por Lucas Leiva y retrasando a Coutinho, además de que Gerrard adelantó su posición como consecuencia del espacio que existía. Los movimientos de Rodgers no terminaron de darle agilidad al ataque red. Las combinaciones interiores carecían de la precisión necesaria para superar a defensas de primerísimo nivel, y las recepciones exteriores -las que acababan en centro, porque, por ejemplo, Azpilicueta estuvo muy poco concesivo-, eran rechazados por los centrales y el doble pivote blue. En el tramo final de partido Mourinho metió a Cahill por Schürrle, defendiendo ya con línea de cinco defensas y el equipo muy atrás -captura-. Con el Liverpool ya volcado, el Chelsea recuperó una pelota que acabó en pies de Fernando Torres, mano a mano con Mignolet, y el 9 le regaló el 0-2 a Willian. En resumen, el planteamiento de Jose Mourinho provocó que el Liverpool no pudiera explotar sus mejores virtudes en ningún momento. Un error local fue aprovechado por Demba Ba para poner el 0-1, y a partir de ahí el Chelsea acentuó su conservadurismo. La gran calidad defensiva con la que cuentan les permitió resistir ante un Liverpool que puso más corazón que argumentos de nivel para solucionar un problema como el presentado por los londinenses.
4. Reacciones de los protagonistas
Brendan Rodgers (Fuente: Web oficial del club): "Circulamos bien el balón, pero nos faltó algo de precisión cerca del área. Felicidades al Chelsea, probablemente vinieron a buscar el empate y nosotros simplemente no hicimos lo suficiente para romperlo".
"Intentamos tener la pelota y fuimos el equipo que quiso ganar el partido, pero fue muy difícil. Ellos jugaron prácticamente desde el principio con una defensa de 6. Los cuatro de atrás más sus dos extremos, que regresaban a campo propio, además de tener tres centrocampistas por dentro. Siempre tenían diez jugadores detrás de la pelota".
Jose Mourinho (Fuente: Web oficial del club): "Ganó el mejor equipo. El equipo que mereció más ganó, esa es mi opinión".
"Jugamos de manera brillante. No hubo ningún error en la defensa zonal, algo que es más difícil que con marcas al hombre. Cubrimos el espacio y a nuestros rivales de forma brillante".
"¿Planteamiento defensivo? Estoy un poco confundido con lo que los medios piensan de un planteamiento defensivo. Cuando un equipo defiende bien lo llamáis planteamiento defensivo, cuando un equipo defiende mal y concede dos o tres goles, entonces no mencionáis el planteamiento defensivo".
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