jueves, 18 de septiembre de 2014

Los primeros pasos de Marcelo Bielsa en Marsella


Es habitual que la cara de un rosarino coloree el fondo norte del Estadio Vélodrome, y llega otro que tiene, en el plano futbolístico, un particular paralelismo con el símbolo de los dodgers, uno de los numerosos grupos ultras organizados del Olympique Marseille: el Che Guevara. No es mi intención, en absoluto, proponer la idea de que Marcelo Bielsa haya tenido en cuenta la inclinación política de la mayoría de la hinchada del Marseille a la hora de tomar una decisión, pero, simplemente, la conexión entre el aura revolucionaria que desprende prácticamente todo lo que rodea al club, y su propia figura, hacen que en un primer vistazo parezca un idilio con una extraña armonía.

Que Bielsa es puro fuego lo conocen bien en Argentina, Chile, y España, después de su paso por el Athletic, y el público francés está comenzando a descubrirlo. La salida de Valbuena significó el primer puñetazo encima de la mesa del loco, que dijo "no tener ninguna influencia en las entradas y salidas del club", matizando que "si hubiese decidido la salida del mejor jugador de Francia en el Mundial, estaría diciendo muy poco de mi capacidad de análisis". Comenzó en ese momento un tira y afloja entre Bielsa y Vincent Labrune, el presidente, que subió su temperatura una vez se cerró el mercado de fichajes, y el técnico argentino aseguró que Labrune "asumió unas compromisos que sabía que no iba a cumplir", además de confirmar que se enteró del fichaje de Doria el mismo día del cierre de mercado, y que pidió doce jugadores, entre los que estaban "Manquillo, Jara, Isla, Coke, Ocampos, Tello, Medel o Stambouli, y no vino ninguno"Las aguas parecen calmarse progresivamente, pero ha quedado claro que el ardor de la hinchada marsellesa, y el de su nuevo entrenador, van de la mano desde el minuto uno. 

Deportivamente, el equipo parece ir poco a poco encontrando su rumbo, y después de poco más de un mes de competición y tras cinco jornadas disputadas, el Marseille lleva 10 puntos sobre 15, y está en segundo lugar de la tabla clasificatoria, a un punto del líder, el Lille. El equipo aún no se asentado en un esquema concreto, y la idea que vimos en pretemporada, y en las primeras jornadas de campeonato, se ha visto modificada. Sin embargo, hay varios estigmas que Bielsa ha tratado de instaurar desde un primer momento, y que, independientemente del carácter numérico de su propuesta, van a acompañar al loco lo que dure su aventura francesa: marcas al hombre, presión adelantada, dinamismo, y expresividad en los hombres de ataque. Como todo cambio drástico, la idea debe posarse, y este proyecto vive sus primeros compases.

Jornada 1: Bastia 3-3 Olympique Marseille


Ya es conocido que uno de los esquemas favoritos de Bielsa es el 3-3-3-1. Fue el elegido para la pretemporada del OM, y el que utilizó en el primer partido de liga frente al Bastia. La defensa la formaron Sparagna (un canterano que debutaba con el primer equipo), N'Koulou, el defensa de mayor nivel, y Morel, un hombre de banda adaptado a la posición. Para contextualizar la formación de la defensa, hay que decir que Lucas Mendes, uno de los mejores atrás del OM durante la pasada temporada, y Souleymane Diawara, también utilizado con cierta regularidad, sobre todo por Èlie Baup, habían salido del club este verano. No llegó ningún refuerzo para la zona, mientras que Rod Fanni, que podría ser utilizado en el puesto, no estaba disponible, lo que supuso una formación de la línea defensiva, en cierto modo, de circunstancias. La utilización de los tres centrales frente a un esquema que contaba con un solo punta provocó que el juego interior del OM estuviese bien controlado por el número de centrocampistas rivales, y las pérdidas hacían que Imbula -un futbolista que no es para nada un pivote posicional-, tuviese que abarcar muchos metros. Las mejores sensaciones las ofrecieron Alessandrini-Payet-Thauvin, quedando claro que la intención de Bielsa era que la zona de mediapuntas -donde el equipo tiene más nivel y variantes- gozara de mucha libertad para actuar en campo rival. El excesivo trabajo para Imbula y la poca coordinación de la zaga fueron las notas negativas.

Jornada 2: Olympique Marseille 0-2 Montpellier


Para la segunda jornada, Bielsa recuperó a un futbolista que, por condiciones y la exigencia que supone una propuesta como la suya, debería acabar siendo importante: Alaixys Romao. El togolés es el centrocampista de mayor rigor posicional, y eso en un equipo que aprieta con marcas al hombre, incluso estando en campo rival, resulta clave a la hora de ofrecer equilibrio. No terminó de verse, eso sí, frente al Montpellier, donde el técnico rosarino cambió el esquema a un 4-2-3-1. Los problemas en esta jornada fueron con pelota y a dos alturas distintas. En primer lugar, en la fase de salida. Los pases que recibían los laterales no tenían continuidad (Dja Djedje y Mendy son dos hombres con recorrido, físicamente potentes y capaces de ofrecer profundidad, pero no excesivamente ágiles en conceptos técnicos ni con gran lectura de la situación). Se sucedieron demasiadas pérdidas en ese momento del juego. La segunda altura, con Romao e Imbula, tampoco ofrecía demasiadas soluciones. El Montpellier cerraba bien las zonas interiores -uno de los centrocampistas era Stambouli, un excelente recuperador de pelotas-, y fue un choque en el que la línea de mediapuntas, que tan buenas sensaciones había dejado el primer día, apenas tuvo recepciones con cierta ventaja. Fue un partido rígido con balón, y con fallos puntuales, tanto en la entrega, como en la colocación defensiva, donde Dja Djedje se vio muy superado por Mounier, extremo zurdo rival.

Jornada 3: Guingamp 0-1 Olympique Marseille


Primera victoria, con algunas variantes bastante relevantes. Bielsa repitió, prácticamente, la estructura que vimos frente al Montpellier, aunque hubo un matiz importante, y es que Romao no actuó de pivote posicional, sino que se incorporaba en la fase de salida a la línea defensiva. Quizá esto estuviera motivado por el hecho de que Guingamp jugó 4-4-2, y de esta forma se tendría un efectivo más que el rival cuando se sacaba la pelota. Después, cuando el balón había salido de la zona trasera, Romao se incorporaba el medio campo, dibujando el 4-2-3-1 que vimos en el partido frente al Montpellier. Este movimiento permitió al OM reducir las pérdidas en la salida (Romao más N'Koulou ya eran un argumento más poderoso), y el hecho de que Guingamp jugase con dos hombres por dentro en medio campo, y no tres, hacía más débil el filtro rival hacía la zona de tres cuartos. Fue la primera vez que vimos al OM equilibrado defensivamente y activado en el plano ofensivo. El futbolista más destacado en esa zona de tres cuartos fue Payet, que demostró que en este sistema dinámico puede lucir muchísimo, gracias a su facilidad para participar en cualquiera de las dos bandas, y de tener conducciones ágiles y precisas en zonas interiores. Además, se empezó a ver todo lo que puede ofrecer Gignac, que si bien es un delantero de movimientos verticales, tiene capacidad, gracias a un buen primer toque y su cuerpo, de aguantar de espaldas para activar a los mediapuntas.

Jornada 4: Olympique Marseille 4-0 Nice


En la cuarta jornada, victoria contundente frente al Nice. Para este partido Romao volvió de partida a su posición en el doble pivote -quizá motivado por el hecho de que el rival jugase con un solo punta-, y a pesar de que Puel calcó el planteamiento del Montpellier, hubo algunos cambios significativos con respecto a aquel partido. Me centro en los del OM, porque evidentemente el hecho de que el Nice no tuviera a un Stambouli para robar ni un Mounier para dañar, era bastante relevante. En primer lugar, vimos unos laterales más alzados. Ya que no tenían capacidad técnica para ofrecer soluciones en salida, al menos ofrecieron más espacio para que se produjese. Sin embargo, el principal cambió se dio en el comportamiento de Payet y André Ayew, los grandes protagonistas del choque. Mientras que frente al Montpellier ambos buscaron, en su mayoría, recepciones en una espalda del medio campo rival que prácticamente nunca quedaba habilitada, frente al Nice tuvieron muchos más movimientos en el eje vertical, llegando en muchas ocasiones, o uno u otro, a quedar incluso por detrás de Imbula. Es decir, tuvieron mucho más peso en la gestación de la jugada -Ayew estuvo acertadísimo en los toques que dio en campo propio-, y eso le ofreció al equipo una agilidad superior con pelota. Después, con el OM en campo rival, Payet, Ayew y  Thauvin mostraron un gran tacto para pisar área, y ayudar a Gignac en la zona de finalización. 

Jornada 5: Evian 1-3 Olympique Marseille


El OM logró frente al Evian su tercera victoria consecutiva, y lo hizo mostrando una estructura más definida. La noticia fue el regreso de un hombre importante: Rod Fanni. Habitual como lateral derecho, la marcha de Lucas Mendes y Diawara -veremos si Bielsa tras sus declaraciones confía en Doria-, habían hecho que la formación del centro de la zaga estuviera cogida con pinzas, y por condiciones, Fanni está más capacitado para asumir el puesto con respecto a Morel, que -y a pesar de haber estado bien en las cuatro primeras jornadas como central-, rinde mucho mejor en la banda izquierda. Con una defensa más equilibrada, hay que centrarse de nuevo en la figura de Romao. El Evian jugaba con un punta, aunque es cierto que Camus, el enganche, podía hacer en ocasiones un 2 vs 2 en salida de balón. Sin embargo, Romao volvió a actuar como primer pivote, de forma que da la sensación de que deberíamos ver este 4-2-3-1 de manera habitual. Además, su comportamiento con Imbula es completamente equilibrado, ya que este es un interior de mucho recorrido, con capacidad para robar en campo rival, e incluso para ofrecer ayudas ofensivas gracias a su buena conducción y zancada. Parece definida también la línea de 3/4, donde Thauvin-Payet-Ayew mostraron, de nuevo, buenas sensaciones, con Gignac como 9. En este partido se vio, además, una intención de aprovechar la buena ruptura de Gignac, buscando envíos a la espalda de la defensa desde zonas más retrasadas. 

Las marcas individuales

"Fui un futbolista frustrado y fracasado. Tras jugar cuatro o cinco partidos en la primera de Newell's me di cuenta de que no podía ser futbolista de nivel. Me propuse entonces ser un entrenador de nivel. Y para lograrlo comprendí que el primer paso era convertirme en un especialista de la educación física, porque esa es la especialidad que se ocupa del movimiento del cuerpo humano". El sistema de Marcelo Bielsa requiere de una preparación especial, o al menos de una preparación diferente a lo que es lo habitual hoy en día, porque la defensa se hace con marcas individuales más allá del propio campo. Lo lógico es que cualquier equipo de élite marque en zona, o, a lo sumo, lo haga a través de marcas mixtas, y por lo general de manera puntual. En situaciones de igualdad numérica, los equipos de Bielsa suelen hacer esas marcas individuales, y eso limita los tiempos de reposo que habitualmente los futbolistas tienen en un partido de fútbol. 



La estructura de la plantilla del OM hace creer que se puede desarrollar este tipo de defensa, porque hay bastantes futbolistas del perfil necesario. Gignac no es el mayor especialista como iniciador de presión, pero puede funcionar bien en la exigencia, teniendo en cuenta que hay un recambio de ciertas garantías como Batshuayi. Algo parecido ocurre en la línea de mediapuntas: el ritmo puede mantenerse teniendo en cuenta que hay recambios capaces de, durante los partidos, entrar en las segundas partes y mantener las prestaciones ofensivas (Barrada o Alessandrini son, a día de hoy, suplentes), teniendo en cuenta que además el loco cuenta con André Ayew, un jugador con el equilibrio ideal para sumar en todo momento. Además, en medio campo hay un futbolista como Imbula, muy agresivo, de gran zancada y tremendamente atlético, que está funcionando bien a medida que se va posando la idea. En líneas generales este OM tiene, a priori, una ventaja, y es que la configuración de la plantilla -a pesar de que Bielsa se haya encargado de dejar claro que no está contento- puede acostumbrarse rápido a los métodos, sin desatender resultados. 


La plantilla y las relaciones más importantes

El OM no cuenta con grandísimas estrellas internacionales, pero sí con unos cuantos futbolistas de perfil alto a nivel europeo. La línea con más alternativas, como se ha venido comentando a lo largo del texto, es la de tres cuartos. En ella, dos nombres destacan por encima del resto: André Ayew y Dimitri Payet. Ayew ayuda cuando el equipo no tiene la pelota, ya que se adapta bien a las exigencias del esquema, tiene toques precisos entre líneas, capacidad para ofrecer profundidad exterior, cierta agilidad para tocar la pelota en la base de la jugada, y buen tacto para llegar al área rival. Es decir, se trata de un futbolista bastante completo. No es un crack que marca diferencias, pero la suma de todas sus capacidades hacen de él un muy buen recurso. Payet es más ágil y vertical, y a pesar de que a lo largo de su carrera le hemos visto como un hombre de recepción exterior y desborde, Marcelo Bielsa le está utilizando principalmente en el carril central. Con espacio permite transiciones rápidas y precisas, pero además desajusta a los rivales gracias a su buen regate. La movilidad de estos dos está siendo clave en la evolución del juego del OM.


En los gráficos mostrados (información de www.squawka.com) se observa la evolución de Ayew. Mientras que frente al Montpellier apenas tuvo incidencia en campo propio, contra el Nice dio bastantes más toques cerca del doble pivote que ayudaron a agilizar la circulación, y que además liberaron el carril izquierdo en ataque, zona a la que Payet se movía de forma constante. De momento los dos son piezas decisivas en la agilidad ofensiva del equipo, aunque ya se ha asentado un tercer hombre, con menos peso en esa gestación pero que está equilibrando bien los ataques: Florian Thauvin. Por el momento, y una de las grandes victorias de Bielsa será involucrarle en el primer aspecto, está ofreciendo desborde y mucha inteligencia para acompañar a zona de remate. Es otro de los grandes activos del equipo. A nivel nominal, la rotación incluye a Barrada, el más "centrocampista" de todos, y Alessandrini, un buen refuerzo, en la línea dinámica de lo que está exigiendo la posición, y con muy buena lectura para pisar área. 

Si esa línea de tres cuartos es la de mayor profundidad y calidad, el elemento decisivo está siendo el 9: André-Pierre Gignac suma 4 goles en 5 jornadas. Gignac no es un futbolista de excesiva agilidad en sus gestos -no te devuelve la pelota siempre limpia ni sus primeros controles son precisos-, pero tiene recursos que le están haciendo ser muy útil. Por un lado, sus movimientos a los espacios: Gignac es profundo y eso le da sitio a los de detrás, aparte del cometido principal que es, obviamente, quedar mano a mano frente al portero. Por otro lado, suple ciertas carencias técnicas con un muy buen uso del cuerpo, por lo que sabe guardar la pelota y jugar de cara. Y, por último, su movimiento estrella, atacar el lado débil para finalizar jugada, se activa incluso jugando como 9, porque este esquema libera los carriles exteriores debido al dinamismo, ya expuesto, de la línea de 3/4. Aparece, no obstante, una de las variantes que tiene Marcelo Bielsa, que es juntar a Gignac y Batshuayi, algo que, a pesar de no ser la primera idea del técnico argentino, puede acabar dando resultado en momentos puntuales. Bielsa se refirió a esta posibilidad de la siguiente forma: “Mi idea ofensiva es jugar siempre con dos jugadores por la derecha, dos jugadores por el centro y dos jugadores por la izquierda. Normalmente los atacantes que juegan por el centro son un delantero y un volante creativo. Cuando juegan dos delanteros y un volante creativo es a costa de debilitar el juego de banda. Yo creo mucho en la figura del volante ofensivo central y en el juego por los costados, lo que no quiere decir que en algún momento la decisión sea sacrificar juego por los costados o creación por el centro, y jugar así con dos hombres fijos de punta.” (Información de Sergio Santomé en www.marcadorint.com). Más adelante vimos como, dados los concretos movimientos de Gignac -en el Toulouse, jugando con Elmander, actuaba en ocasiones tirado a un costado-, Batshuayi-Gignac es una dupla que puede ofrecer soluciones.


Las capturas corresponden a la jugada del 0-1 frente al Guingamp. Batshuayi entró en el comienzo de la segunda parte por Thauvin, y vimos qué relación puede tener por Gignac. Quitar a Thavuin y meter a Gignac de delantero escorado significa restar volumen a la actividad interior del equipo entre líneas (en desborde y circulación) pero supone sumar gol. Con Batshuayi haciendo movimientos de 9, Gignac tiene la oportunidad de llegar de cara a la zona de remate. El 0-1 fue un gran ejemplo: Batshuayi rompe al lado hacia el que está orientada la jugada ofensiva, recibe en ruptura, juega de cara con Payet, y este centra para Gignac, que, con la defensa pendiente de los otros dos, ataca zona de remate en uno contra uno. Es decir, Gignac-Batshuayi no tiene que significar dos referencias fijas, o al menos partiendo desde zonas parecidas, también ofrece una solución diferente sin modificar el dibujo de partida. 

El tercer punto de interés de carácter relevante es la relación que surge de Romao e Imbula. Imbula es uno de los grandes activos que tiene Marcelo Bielsa entre manos, pero en el comienzo de la temporada parecía destinado a un rol que no iba a poder cumplir. Como pivote es excesivamente impetuoso, tanto a la hora de guardar la posición cuando el rival ha recuperado la pelota, como a la hora de iniciar el juego cuando el cuero lo tiene su equipo. Su juego con pelota se basa en un pilar: la conducción. Sus piernas largas, zancada, y buen manejo de la superficie de contacto le permite alejarse de la presión rival, pero esto supone que deja espacios a su espalda. Si es el único pivote, el equipo se ve castigado, pero si, como hemos visto en los últimos partidos, Romao es alineado junto a él, su prestación individual mejora, y el equilibrio colectivo aumenta. Romao es, además, y como se ha expuesto con anterioridad, una pieza muy interesante para Bielsa, porque puede ser utilizado como tercer central para limpiar la salida frente a esquemas de dos puntas, o como pivote posicional, su rol más habitual. 

El último punto a resaltar es la calidad de la línea defensiva, y lo cierto es que este es el gran debe de la plantilla, y la gran necesidad para el técnico rosarino a la hora de ejecutar un plan colectivo que la proteja. Solo N'Koulou, a día de hoy, parece un activo de peso a la hora de marcar diferencias individuales. La actitud agresiva del resto del equipo a la hora de enfocar la presión y el posicionamiento defensivo del bloque, hacen que sus características -velocidad, anticipación y buen sentido cuando debe cruzarse-, tengan aún mayor relevancia. El regreso de Fanni debería de ofrecer soluciones: ayuda para responder al juego directo y a los centros laterales en comparación con Morel. El propio Morel ha empezado bien la temporada, y debería de ser un activo importante para el OM desde la posición de lateral izquierdo. Dja Djedje, en el derecho, está dejando, hasta el momento, más dudas, sobre todo en lectura defensiva y recursos en salida de balón, puesto que cuando llega por sorpresa hasta línea de fondo, está resultando útil. Veremos si Bielsa confía en Doria y cómo evoluciona el equipo en este aspecto, que individualmente tiene las piezas más débiles.

En resumen, y en líneas generales, hay varias conclusiones. En primer lugar, que las diferencias entre la visita al Evian en la jornada 5, y el partido debut frente al Bastia en la primera fecha, son enormes: el equipo está más ajustado, los roles más definidos y las relaciones más potenciadas. Y en segundo lugar, y como valoración general en la relación plantilla-entrenador, la sensación es que, a pesar de que Bielsa haya dejado claro que necesitaba refuerzos puntuales -la realidad es que, sobre todo en línea defensiva, el equipo los demandaba- casi todos los puntos fuertes que maneja el loco parecen estar en buena consonancia con su forma de entender el juego. 

11 comentarios:

  1. Simplemente fantástico! Verdaderamente genial!

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  2. Gran análisis. Felicitaciones

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  3. Grandisimos analisis. Soy aficionado del Athletic y diafrute y sufri a Bielsa, pero no hay duda de que es un grandisimo entrenador.

    El año en el que llegamos a la final de la copa y la uefa, en el que ganamos al Manchester en su casa, fue el mejor Athletic que se ha visto en Bilbao.

    Pero todo tiene peros, en este caso es el fisico y la forma de defender, uno de los aspectos que costaron que la gente se desenamorar de Bielsa. Al final de aquella campaña y la siguiente, hasta que el equipo aguanto el pulso fisico, todo funciono.

    El problema de defender al hombre ( sin cambios, siguiendo a mi hombre hasta por todo el campo ) exige un despliegue fisico enorme. Si se realiza con eficacia y desde arriba, deriva en que muy pocos balones lleguen en buenas condiciones a los duelos de 1 vs 1 de la defensa. Pero si esa presion inicial fallo es donde empieza el problema.

    Estariamos hablando en un concepto Liga, que jugadores como gurpegi o san jose , se tenian que enfrentar en duelos individuales a jugadores como cristiano, messi, falcao en su momento o el mejor pedro. Y todo esto sin la posibilidad de ofrecer ayudas al compañero por la marca individual.

    Soy un fanatico de Bielsa y detractor del marcaje en individual.

    Un placer hablar de futbol y lo dicho grandisimo analisis.

    P.D: Donde se pueden conseguir los graficos de influencia? Algun programa gratuito ofrece eso?

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    1. Interesante punto de vista, ¿se plantea en Bilbao la opción de que es difícil mantener el ritmo de Bielsa varias temporadas seguidas? Es decir, si se valora más su segunda temporada en base a esto y no que el Athletic pierde a Javi Martínez y que Llorente vive un año complicado.

      La web de la que yo cojo los datos es principalmente http://www.squawka.com/, aunque http://www.fourfourtwo.com/statszone también es muy útil.

      Saludos y gracias.

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  4. Me ha gustado mucho tu análisis. Sólo por matizar que la defensa de bielsa es mixta. Es decir comienzan en zona y siguen al hombre hasta acabar jugada. No tiene predefinido que jugador va a marcar a cual. Simplemente si el extremo derecho rival inicia la jugada en la derecha el lateral izquierdo le sigue. Pero si el extremo derecho cambia su posición con el izquierdo los laterales no cambian su posición. Un saludo y gracias

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    1. Muchas gracias por el matiz, porque es muy importante para completar el análisis. Las marcas son individuales pero no es una marca hombre x hombre a todo campo, y es cierto que no está bien especificado.

      Gracias y saludos.

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  5. Se tiene la percepción de que en ese segundo año el bajon vino por temas no del todo futbolisticos. A pesar de la perdida de javi, que fue relevante , pero no debía ser tan influyente.
    Una idea de que no se supo manejar bien un vestuario, que tenia a llorente en malas condiciones, habia perdido a javi y habia perdido dos finales.

    Un tema que se agravo por no conseguir resultados en la segunda temporada. Motivados en parte por esa defensa individual. El primer año la implicacion fue total de todos y en el segundo el nivel de presión sobre el rival desde su salida de balón bajo. Con la consecuencia que comentabamos que esto hacia sufrir mucho a los defenseros.

    Y como opinion muy personal, diria que el echo de perder las dos finales desinflo al equipo e hizo que muchos se plantearan el si merecía tanto esfuerzo para tan "poca" recompensa.
    Sin valorar que posiblemente hemos visto al mejor Athletic de la historia.

    Muchas gracias por la informacion.

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  6. excelente! muy buen analisis!

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