Llegaba el Middlesbrough al Emirates Stadium después de haber eliminado al Manchester City en la anterior ronda de la FA Cup, en una fantástica actuación del conjunto dirigido por Aitor Karanka. Cobraba especial interés, viendo ese precedente, el hecho de ver cómo el Arsenal iba a plantear el partido frente a un rival que ya había demostrado tener una defensa posicional bien organizada, y un contragolpe potente. Y la respuesta, sobre todo durante largos tramos del primer tiempo, fue realmente positiva.
El Arsenal salió, por ubicarlo, en un 4-2-3-1, aunque lo verdaderamente interesante fue los diferentes roles que asumieron los futbolistas que Wenger puso sobre el césped. El debut de Gabriel, la posición de Cazorla, cómo iban a repartirse el terreno Özil y Alexis y el comportamiento de Welbeck y Giroud. En general, todo funcionó con bastante armonía, y vimos a un Arsenal que fue capaz de mostrar varios recursos: ataques organizados precisos, salidas verticales, y que controló francamente bien el contragolpe rival.
El debut de Gabriel
Era uno de los alicientes del partido, y la respuesta fue justo la esperada. Es cierto que el ataque del Middlesbrough no supone la exigencia de un rival Premier o Champions, pero se vio que su pareja con Koscielny puede ayudar al Arsenal a atacar en campo contrario. Hablamos de dos centrales que cubren muchos metros gracias a su zancada y velocidad, y que muestran sus mejores virtudes defendiendo a campo abierto. Una de las claves para evitar que el Boro pudiese contragolpear con facilidad fueron varias anticipaciones y algún cruce positivo de ambos.
El papel protagonista de Cazorla
Ha jugado últimamente Cazorla como interior izquierdo en un medio campo de tres hombres, y ahí han llegado sus mejores actuaciones de la temporada. Con más peso, contactos, ha aclarado los ataques gunners en el último tercio de campo. Hoy ha dado un paso más, recibiendo con mucha continuidad en la posición de mediocentro. Su pareja en ese doble pivote, Flamini, se apartaba de esos primeros pases para que él pudiera recibir, quedando en disposición de ayudar a apagar el fuego si se producía una pérdida. Cazorla hizo un partido soberbio, conduciendo bien esas primeras posesiones, y activando en todo momento a los hombres de 3/4 de campo.
Özil y Alexis, una doble mediapunta
Partió el chileno de banda derecha, pero su comportamiento fue diferente al de Welbeck, viendo por momentos a Alexis y Özil abriendo líneas de pase en zonas interiores, con movimientos de apoyo. Como Welbeck abandonaba la banda izquierda, Özil tenía espacio para abrirse, y eso le daba a su vez opción al chileno de ocupar la posición del '10'. En realidad, entre ambos gestionaron, en los ataques posicionales, el ancho de la zona de 3/4 de campo, y sus toques fueron de forma constante bastante productivos, agilizando lo que ocurriría a continuación, que generalmente era profundidad por bandas -principalmente de Gibbs-, o encontrar a Welbeck y Giroud un escalón más arriba.
Giroud, 9, y Welbeck, casi
El futbolista francés fue quien ejerció el papel de delantero centro -de hecho sus dos goles son excelentes movimientos de 9, con posterior finalización de gran calidad-, pero Welbeck jugó más cerca de él de lo que debería haber sido habitual en un extremo. Eso permitió al francés tener más sitio en algún momento en el que el ex del Manchester United arrastró marcas, o se sirvieron para ganar entre sí rebotes y segundas jugadas, además de dar una doble opción de pase en profundidad al poseedor del balón, y de ayudar a que el Arsenal tuviese más presencia en el área para cargar las pelotas que se mandaban allí.
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