miércoles, 5 de enero de 2011

Turkey, cerveza y...football

Que los ingleses son dados a mantener sus tradiciones lo más intactas posible es algo que todos sabemos. Que en el periodo navideño esas tradiciones se acentúan más incluso, si cabe, es algo de lo cual tratan de sacar la mayor ventaja posible. Si algo les queda por comer o beber, aprovechan estas festividades para recuperar el tiempo perdido y, si todavía les quedan ganas( y dinero) parar disfrutar los últimos sorbos de fútbol del año, es en estos días cuando aprietan el acelerador y tiran la casa por la ventana. Hasta cuatro y cinco partidos( si contamos el partido de FA Cup que abre el primer fin de semana del año) pueden llegar a ver mientras el resto del mundo se dedica mayormente a descansar y reoxigenarse.


La leyenda nos dice que a los ingleses siempre les ha gustado jugar al fútbol en Navidad. El día de navidad de 1915, en plena Primera Guerra Mundial, los ingleses invitaron a los alemanes a un partido de fútbol entre las trincheras en Laventie, al norte de Francia. De algún lado apareció un balón y varias docenas de contrincantes jugaron un oficioso partido, sin porterías y sin otras armas que las botas militares de ambos ejércitos. Tan solo la intervención de un oficial británico puso fin al enfrentamiento, si es que aquello podría definirse como tal.










Tras el partido reglamentario del sábado previo al día de Navidad, llega la segunda jornada navideña en el Boxing Day. Antiguamente, la tradición obligaba a que en este día se jugasen partidos entre rivales locales, para aminorar las distancias que los aficionados tuviesen que recorrer para ver a su equipo. También se jugaba partido de liga contra el mismo equipo dos días después, como devolución de visita, lo cual significaba que no era extraño ver un Manchester United-Blackburn en Boxing Day, teniendo lugar dos días después el mismo partido, esta vez en Ewood Park. El Boxing Day de 1963 todavía ostenta el récord goleador de una jornada de liga en la máxima competición inglesa, con 66 goles en 10 partidos. Los aficionados fueron agraciados con resultados como Blackpool 1-5 Chelsea, Burnley 6-1 Man Utd, Fulham 10-1 Ipswich, Leicester 2-0 Everton, Liverpool 6-1 Stoke, Nottm Forest 3-3 Sheff Utd, WBA 4-4 Tottenham, Sheff Wed 3-0 Bolton, Wolves 3-3 Aston Villa y West Ham 2-8 Blackburn. Si ello es extraño, más raro resulta creer que dos días después, en la devolución de visita, algunos resultados fuesen Blackburn 1-3 West Ham, Manchester Utd. 5-1 Burnley o Ipswich 4-2 Fulham.



La siguiente jornada llega el día de Año Nuevo o, en su defecto, el Bank Holiday Monday, primer lunes del año. Nada se escatima en los horarios y los habituales partidos británicos a las doce de la mañana abren el año para regocijo de los aficionados. Tan habitual para ellos como raro para nosotros, jugar en Año Nuevo es algo que no sorprende a los futbolistas. El ex-jugador del Liverpool y Osasuna Michael Robinson llegó a pasar hasta 14 Nocheviejas en un hotel de concentración en lugar de compartir tan especial noche con su familia.










Por si esto no resultase suficiente, el periodo navideño se cierra con una traca venida a menos en los últimos años, la tercera ronda de FA Cup; en el pasado, fosa común de diferentes equipos de la máxima categoría sin el suficiente "fondo de armario" para encarar varios partidos de liga y un último de copa contra un club, normalmente de inferior categoría, pero ávido de hundir en 90 minutos las aspiraciones coperas de los clubes grandes del país.


Aquí es donde entra la confrontación entre la tradición inglesa y el contemporáneo flujo de dinero que ingresan los grandes de Inglaterra. Los cada vez más poderosos gigantes ingleses disponen de un mayor número de futbolistas para encarar estos partidos pero a la vez estos son foráneos y no disfrutan de estas jornadas como lo hacen los "de casa". Al mismo tiempo concurren varios problemas. El interés de la FA por llevar a Inglaterra a alcanzar un buen papel en las competiciones internacionales invita a cortar la competición en estas fechas para que los jugadores ingleses reciban descanso y, al mismo tiempo, el clima no siempre acompaña, como se ha demostrado esta misma temporada, con la suspensión de diferentes partidos. Los aficionados del Blackpool, único club de la EPL sin calefacción central bajo el césped de su estadio, se han visto privados de disfrutar de su equipo en Bloomfield Road hasta el partido contra el Birmingham City el 4 de enero. Los intereses económicos no acaban ahí, la Asociación de Futbolistas Profesionales ingleses (PFA) recibe una sustanciosa suma de dinero a cambio de que los futbolistas disputen estos partidos navideños, incluso cuando algunos de sus abonados abogan por descansar con sus familias en lugar de concentrase en un hotel día sí y día también.



Sea como fuere, este maremagnum de partidos fue pensado para disfrute de los aficionados al fútbol de las islas y, mientras eso no cambie, lo único que podemos hacer los seguidores del fútbol "made in England" es aprovechar la situación y sentarnos plácidamente en el sofá entre cada bocado de turrón.

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