jueves, 16 de octubre de 2014

La nueva Brasil de Dunga y el "Neymarsistema"

Fueron los seis minutos más duros de toda la historia del fútbol brasileño. El tiempo que tardó el marcador en señalar que Alemania pasaba de ganar 0-1 a 0-5, mientras que cada cotejo germano iba precedido de un sonido generalizado parecido al que emite un grupo de gente que presencia algo mucho más grave que lo que está pasando en un partido de fútbol. Nunca se me olvidará aquella secuencia sonora. Griterío de pavor, silencio y murmullo. Así hasta cuatro veces. El mayor mito del fútbol brasileño contestó afirmativamente: aquello había sido peor que el Maracanazo. Minas Gerais vio como más de 50.000 personas desfilaban rumbo a sus casas con el mayor gesto de incredulidad que sus caras jamás habían dibujado. Un 1-7 que se aupaba al primer puesto de la historia negra del fútbol en Brasil.

Dunga y Jose Maria Marin, presidente de la CBF, en la presentación del seleccionador (Foto: http://esporte.uol.com.br/)

Scolari dejó paso tras la debacle, y llegó Dunga, en su segunda etapa como seleccionador brasileño. En su primer paso, entre 2006 y 2010, ganó la Copa América en 2007 y la Copa Confederaciones en 2009, y cayó en cuartos de final del Mundial de Sudáfrica frente a los Países Bajos. La sensación que quedó finalmente de aquel equipo -que a pesar de no ganar, dejó precisamente en ese Mundial 2010 su mejor funcionamiento global- fue de bloque bien equilibrado. Para eso llega Dunga, y la primera prueba, como ya ocurriera hace ocho años, será la Copa América. De su presentación se pueden rescatar algunas frases:

- "No podemos dar la tierra por arrasada después de la Copa del Mundo. Tenemos muchas cosas buenas". 
- "Los aficionados están destrozados después de lo que pasó en el Mundial, pero no vamos a vender sueños, vamos a asegurar trabajo". 
- "La primera vez que la selección me llamó, el objetivo era recuperar el prestigio y los resultados. En esta ocasión me han llamado para preparar al equipo para la Copa del Mundo de 2018". 
- "Es muy bonito hablar de fútbol-arte, ¿pero qué es el fútbol arte? Una gran parada de un portero o una buena acción defensiva también es fútbol arte. Brasil tiene jugadores de gran talento, pero tenemos que juntar el talento y el trabajo, la humildad y el equilibrio emocional".

Desde aquellas primeras palabras, en el mes de julio, hasta hoy, el técnico gaúcho ha jugado cuatro partidos al frente de la canarinha, y los resultados no han podido ser mejores. Cuatro victorias sin conceder un solo tanto (Colombia por 1-0, Ecuador por 1-0, Argentina por 2-0 y Japón por 4-0), y algunas sensaciones bastante positivas, sobre todo teniendo en cuenta que el margen de tiempo para trabajar ha sido muy escaso.

El "Neymarsistema"

Dunga tiene claro quién es su estrella, y le ha dado absoluto protagonismo. Ofensivamente, los movimientos de los tres acompañantes de Neymar dependen de lo que haga el crack del Barça, y la estructura defensiva se ha diseñado en base a ello. La figura del ex futbolista del Santos lo condiciona todo, y no es sorpresa que esté siendo el jugador que más ha destacado, con mucha diferencia, en estos cuatro partidos.



Para explicar el funcionamiento de esta selección brasileña, por tanto, hay que empezar por el final. Y hay que hacerlo porque del planteamiento ofensivo depende el comportamiento defensivo de algunos jugadores -caso de los laterales o de uno de los dos pivotes, por ejemplo-. La posición de partida es con Willian en derecha, Oscar en izquierda y Tardelli como delantero centro, pero es Neymar quien empuja o acerca a sus compañeros de ataque. Es significativo que de los cuatro, Willian es el que más clave sus recepciones en banda derecha, y el motivo es que allí es donde menos veces va Neymar a pedir el balón. La relación con Oscar y Tardelli es diferente. A Neymar le gusta hacer dos movimientos para recibir al pie: uno es interior, que generalmente va ligado a la posibilidad de transitar con velocidad, y otro es exterior, que generalmente tiene que ver con los ataques posicionales, y que es prácticamente siempre hacia la banda izquierda. Cuando se abre hacia aquel perfil, Oscar queda en posiciones interiores, de modo que él también puede ofrecer soluciones de ataque en su zona favorita. La presencia del mediapunta del Chelsea potencia a Neymar en ese sentido, permitiéndole recibir en izquierda y aprovechar su regate, y teniéndole a él dentro para combinar y progresar a través de alguna pared. La otra pieza clave está siendo Diego Tardelli. El futbolista del Atlético Mineiro habilita la opción de que Neymar reciba por dentro al pie, ya que arrastra marcas con sus movimientos largos, aunqe su mayor valor tiene que ver con permitir a Neymar correr al espacio, lo que aumentará su producción goleadora. Si Willian u Oscar la tienen controlada Tardelli suele moverse hacia banda, abriendo espacio para que Neymar rompa y quede mano a mano contra el portero.

Las consecuencias defensivas

La libertad que tienen los hombres de ataque, motivada por el hecho de intentar que Neymar siempre marque la diferencia, tiene una consecuencia defensiva, y es que hay más jugadores atados, a los que no se les permite tener presencia en campo rival. El caso más significativo es el de los laterales, que de momento están siendo para Danilo y Filipe Luis. Las apariciones de ambos son bastante puntuales, y esto es simbólico teniendo en cuenta que históricamente han sido dos posiciones absolutamente decisivas ofensivamente en la canarinha. Esto no quiere decir que no se les permita llegar al área rival, pero están bastante controlados y en estos cuatro partidos, prácticamente nunca se les ha visto aparecer a la vez. La explicación es que hay cuatro hombres arriba que en un momento determinado pueden acabar juntos en una misma zona del campo contrario, y en caso de que a esta circunstancia, se sumase que también están arriba los dos laterales, el equipo quedaría demasiado expuesto y desorganizado tras una pérdida. Una máxima en este Brasil de Dunga es que ambos, primero, deben defender. De ahí que Filipe encaje mucho mejor que Marcelo, que todavía no ha ido convocado. En el caso del lateral derecho parece que la primera opción era Maicon, que fue expulsado de la primera convocatoria, y de momento el lateral del Porto está siendo el elegido, aunque no habría que descartar, por condiciones, que Mario Fernandes (CSKA de Moscú) acabe teniendo opciones. 

El otro punto en el que hay que detenerse en este apartado tiene que ver con el doble pivote. Una característica importante con Scolari, es que uno fijaba -Luiz Gustavo- y otro volaba -Paulinho o Ramires-, pero Dunga clava a los dos por detrás de la línea de pelota. El motivo es exactamente el mismo; equilibrar, aunque además, el hecho de que uno de los dos laterales pueda quedar en posición adelantada, hace imprescindible que los dos pivotes estén juntos y en disposición de ir a tapar ese hueco. Luiz Gustavo parece vital en ese aspecto, y aunque Ramires fue titular en los dos primeros partidos, un jugador del perfil Elias ha funcionado en los dos segundos, auque evidentemente el ex del Atlético de Madrid puede suponer un déficit de calidad en otras necesidades. Fernandinho o Paulinho, de mayor nivel, son también centrocampistas más mixtos, y la cuestión será esperar a Fernando (Manchester City), ya que por características quizá parece el más adecuado para formar un doble pivote con Luiz Gustavo del perfil que pretende Dunga.

En cuanto a la pareja de centrales, parece que la inamovible será Thiago Silva - David Luiz. Es cierto que el hecho de que Thiago no entrase en la primera lista causó cierto revuelo, pero es justo decir que aún no ha podido, en esta temporada, jugar con regularidad con su club por problemas físicos. A la espera ha aparecido un nombre que muchos reclamaron en la lista para Brasil, el defensa del Atlético de Madrid Miranda. Ellos más Marquinhos y Gil están siendo hasta el momento los hombres elegidos para la zaga.

No asumir riesgos

Ha quedado ya expuesto que la libertad es para los cuatro hombres de arriba -que de momento han sido esos aunque también se han ido sumando Everton Ribeiro, o incluso Kaka y Robinho, que viven un buen momento en el Brasileirão-, y que los siete futbolistas restantes tienen una función clara, que está estrechamente relacionada con equilibrar el sistema. Ese es el primer punto con el que Dunga pretende controlar los riesgos. El segundo tiene que ver con su salida de balón. Brasil solo busca progresar desde la defensa cuando el triángulo que forman Filipe Luis - Luiz Gustavo y Oscar o Neymar están en disposición de hacerlo. El lateral y el pivote zurdo son los más capaces para sacar la pelota jugada, y la salida se orienta por su perfil. Ellos hacen progresar al bloque si se dan las condiciones, y si no, se busca un balón al espacio para Tardelli o un pase raso para que Willian u Oscar-Neymar lo controlen abiertos y cerca de la línea divisoria. Este es otro foco importante, y que tiene mucha relación con la debacle que sufrió Brasil frente a Alemania en las semifinales del Mundial. 


En definitiva, esta nueva selección brasileña ha encontrado el mejor bálsamo a aquel duro golpe gracias a los resultados, y a las sensaciones de que Dunga está llevando las cosas por el buen camino. La primera prueba está a la vuelta de la esquina, en una Copa América que dado el nivel de los rivales, promete dejar un muy buen torneo.

2 comentarios:

  1. Enhorabuena David, magnífico análisis. No he visto ningún partido desde el Mundial, pero por lo que comentas, ¿crees que la selección brasileña será capaz de generar situaciones de peligro con los movimientos de los cuatro de arriba "solo"?

    Como has comentado la presencia de los laterales históricamente en la fase ofensiva ha sido clave en los equipos brasileños y tanto Filipe como Danilo son jugadores de ese corte, especialmente Filipe es un jugador creativo en campo contrario e incluso permitiría a Neymar vivir más cómodo arrastrando marcas, ¿no crees?

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    1. Muchas gracias Fernando.

      El tema de los laterales merece un análisis más amplio por sí mismo, pero tampoco me he extendido demasiado para no hacer pesada la lectura. Digamos que Dunga no ata de forma descarada a los dos, pero sí es cierto que no tienen una libertad clara para jugar constantemente en campo rival. Esto hace que haya situaciones donde ambos aparezcan, y puedan ofrecer soluciones. El matiz es que no tienen esa libertad creativa, para que haya más líneas de pase en ataque posicional, y ciertas cosas que, como comento, históricamente ha tenido el puesto en Brasil.

      Valorar que sea o no positivo dependerá del tiempo, pero de momento da la sensación de ser equilibrado.

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