Ciro Immobile en Dortmund

Immobile y Klopp (foto: bvb.de)

Se ha hecho oficial esta misma tarde. El máximo goleador de la Serie A 2013/2014 abandona el Torino para recalar en el Borussia Dortmund, donde tendrá la dificilísima tarea de sustituir a Robert Lewandowski, quien hará las maletas dirección Múnich para jugar bajo las órdenes de Pep Guardiola en el Bayern. Immobile ha cerrado su temporada goleadora más prolífica -si hablamos de la élite, porque en el Pescara, 2011/2012 en Serie B, alcanzó los 28 tantos-, sumando 23 goles (22 en la Serie A y 1 en Coppa Italia). La evolución de Ciro desde ese contacto con Zeman ha sido brutal, y la explosión ha terminado con la firma en uno de los clubes, a día de hoy, más importantes a nivel europeo. 

Dos han sido las temporadas potentes de Immobile en Italia: Pescara 11/12 y Torino 13/14. Las dos están cortadas por un denominador común: hablamos de dos equipos verticales, cuyo plan ofensivo base ha sido el robo y la transición veloz, aunque hay diferencias grandes entre aquel Pescara y este Torino. La primera, evidentemente, es la oposición. Aquel Pescara jugaba en la Serie B, y aunque la verticalidad era la premisa básica, la idea de Zeman era agresiva desde el primer momento: mucha gente en campo contrario, presión adelantada y envíos directos a su punta. Tres fueron los socios más destacados de Ciro aquel curso: Verratti, que en la segunda mitad de la temporada relevó definitivamente a Togni en la posición de regista, y los dos hombres que le acompañaban en los costados en el 4-3-3 del técnico checo: Sansovini e Insigne. Sansovini era un futbolista más finalizador, aunque con Verratti e Insigne encontró dos jugadores que entendían su fútbol perfectamente. El primero, gracias a los envíos verticales desde posiciones retrasadas, y el segundo, debido a su capacidad para generar juego en espacios cortos. Lo que quedó claro es que Ciro demostró tener muy buen tacto para los desmarques y la finalización. Aquel Pescara ascendió a la Serie A, y él quedó como máximo goleador del torneo. 

Su etapa en el Genoa donde, mayoritariamente, estuvo bajo los mandos de Del Neri y Ballardini, no fue en absoluto positiva. No terminó de asentarse como titular indiscutible, y el plan de juego del equipo nunca estuvo bien definido siendo, en líneas generales, bastante espeso. La gran apuesta de este verano fue su llegada al Torino donde, visto lo visto, acertó de pleno. Giampero Ventura había jugado el curso anterior con un 4-4-2 bastante ofensivo (Cerci era el extremo derecho), pero en el tramo final de temporada cambió a un 3-5-2 en el que Cerci pasó a ser segundo punta, acompañado por Barreto, Meggiorini o Bianchi. El plan del Torino pasaba a potenciar a su mejor hombre -Cerci-, y lo hacía desde un repliegue más bajo, para poder explotar la conducción y velocidad del romano en espacios más largos. A Ventura le faltaba un acompañante que potenciase a Cerci, y viceversa, y pensó en Immobile. Y ahí ha estado el éxito de ambos -los dos jugarán el mundial de Brasil-, un equipo que ha estado cómodo bien organizado a una altura relativamente baja, y que ha basado su plan de ataque en las vertiginosas conducciones de Cerci, y en los excelentes movimientos a los espacios de Immobile.

Su adaptación al Dortmund, por lo tanto, cuenta con ese factor como elemento positivo: Immobile es francamente productivo realizando trazos -largos o cortos- a la espalda de la defensa. Es rápido y tiene la ventaja de no dudar cuando tiene que disparar -aunque es diestro, su golpeo de zurda es efectivo-, por lo que el plan vertical de Klopp en Dortmund encontrará un punta que se manejará bien en ese registro. Eso sí, hay un factor clave que es complicado pasar por alto, y es la comparación con Lewandowski. El 9 del Dortmund no solo ofrecía recursos de este tipo a la hora de transitar con velocidad, si no que por sí mismo era productivo en dos momentos clave del juego del BVB: su brutal capacidad para ganar juego directo, y de esta forma ayudar a la magnífica línea de mediapuntas del equipo a tener la posibilidad de jugar muchas veces de cara, y su lectura a la hora de valorar qué necesitaba la jugada. Lewandowski era capaz de pararse para que sus compañeros le pasasen como balas, dándole las décimas de segundo necesarias a las acciones ofensivas del BVB para que se sumasen efectivos a los últimos metros. Estas dos características Immobile no las tiene, así que el impacto puede ser negativo desde este punto de vista. Es de suponer que Klopp hará que Marco Reus -como ya hemos visto en el tramo final de esta temporada- de un salto en cuanto a responsabilidad, y podamos ver algo más cercano a lo que Lucien Favre hizo con él en la temporada 2011/2012 en el Borussia Mönchengladbach, jugando muy liberado detrás del italiano. Creo que para Immobile será importante tener a su lado un Reus que de sentido a sus movimientos, en una asociación similar a la que pudimos ver con Cerci, teniendo en cuenta, además, que el alemán es bastante superior. En resumen, fichaje que se puede quedar corto en algunas facetas del juego, pero que con Klopp a los mandos y compañeros como Reus (Gündogan) es, desde luego, realmente estimulante.