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Clint Dempsey (Foto: AFP)

La reacción generalizada a la exclusión de Landon Donovan de la lista final de los Estados Unidos para el mundial fue de tremenda sorpresa. Klinsmann decidió dejar fuera al gran líder de esta generación, aún a riesgo de recibir duras críticas si eso no se traducía en buenos resultados, y a falta de un partido para cerrar la fase de grupos, ya nadie se acuerda del futbolista de Los Angeles Galaxy. En la primera jornada el combinado de las barras y las estrellas logró los tres puntos a pesar de vivir un segundo tiempo de enorme sufrimiento ante Ghana. Incluso, el combinado africano empató en el tramo final de partido, pero aún así, los estadounidenses sacaron espíritu competitivo para empatar el choque en una acción a balón parado. El partido ante la Portugal de Cristiano Ronaldo era una dura prueba que los de Klinsmann pasaron con nota, y ya estarían matemáticamente clasificados para los octavos de final de no ser por un gol en el minuto 95 de Silvestre Varela. Estados Unidos es una selección bien estructurada, que ofrece diferentes recursos y que demuestra competir bien.

En primer lugar, con Howard. Su temporada en el Everton ha sido infravalorada, y de hecho, no me parece descabellado pensar que ha sido el portero más destacado en la Premier League esta temporada. Klinsmann ha decidido arriesgar con su pareja de laterales. En el izquierdo, un extremo reconvertido como Beasley -que es un problema en términos defensivos, como demostró Nani en el partido de ayer-, y Fabian Johnson en el derecho. Ya fichado por el Borussia Mönchengladbach, puede actuar en los dos perfiles y se convirtió, sin tener delantero centro -Altidore lesionado, Wondolowski y Johannsson en el banquillo- en el mayor recurso de profundidad de EEUU frente a Portugal. Sin Coentrao y con un Cristiano Ronaldo que no ofreció ninguna ayuda defensiva, Johnson se convirtió en un puñal por derecha. En medio campo, la inclusión de Beckerman está siendo clave: permite a Jermaine Jones apretar más arriba, y a Bradley tener recorrido para ofrecer toques de calidad en campo rival. Y la guinda al pastel es Clint Dempsey. Aún sin una referencia, el atacante de Seattle Sounders se hace muy productivo gracias a su tacto para saber cuando apoyar y cuando romper. La conclusión es que Estados Unidos tiene una selección equilibrada, y ese espíritu norteamericano de creerse que todo es posible. Es una de las sorpresas agradables del mundial.