El milagro del Piojo

Miguel Herrera, seleccionador mexicano (Foto: AP)

México estaba fuera del mundial de Brasil en el tiempo de descuento del último partido del hexagonal final. El Tricolor perdía frente a Costa Rica y Panamá le estaba ganando a Estados Unidos cuando el milagro llegó en forma de gol de Zusi. De repente se abrieron las puertas de la repesca, aunque las aguas en el seleccionado mexicano no estaban ni mucho menos calmadas. Víctor Manuel Vucetich fue destituido de su cargo, y el piojo Herrera, entrenador del América, fue el elegido para sustituirle. Las sensaciones eran negativas, y la primera medida del nuevo seleccionador no parecían relajar el ambiente: se iba a enfrentar a Nueva Zelanda con una convocatoria compuesta en su totalidad por futbolistas que actuaban en la liga mexicana. Chicharito, Ochoa o Gio Dos Santos -por no contar el particular caso de Vela-, tendrían que ver desde la barrera si iban o no a tener billete para Brasil. La experiencia fue todo un éxito, y en el choque de ida la selección mexicana cerró la clasificación gracias a un contundente 5-1. Aquello fue el comienzo del despegue de un bloque unido, que cree en sus posibilidades y que, por sexto mundial consecutivo, ha accedido a los octavos de final. La victoria de ayer frente a Croacia cerró una fase de grupos magistral de un equipo bien construido.

Esta selección mexicana juega en este 3-5-2 que parece estar poniendo de moda el mundial, y todas las piezas elegidas por Herrera parecen cuidadosamente puestas en su sitio. Empezando por la portería, donde había dudas sobre la titularidad de Ochoa, pero que están ya totalmente despejadas gracias a la brillante actuación que el meta -aún del Ajaccio- tuvo frente a Brasil. En defensa, el rendimiento de Márquez es quizá la gran sorpresa del Mundial. Absolutamente dominante, ha encontrado un rol tremendamente efectivo en la línea de tres. Con el Maza y Moreno saliendo a anticipar -como ante Brasil- o haciéndolo él mismo -como ante Croacia-, está ofreciendo soluciones defensivas de primer nivel, sin olvidar, por supuesto, su gran recurso: la salida de pelota. Delante, el medio campo está funcionando de lujo. Vázquez mueve la pelota con tranquilidad y sin precipitación, mientras que los dos interiores le están dando al equipo una compostura tremenda. Guardado, enorme en las ayudas defensivas y ofreciendo opciones algo más exteriores, y el mejor futbolista del equipo hasta la fecha: Héctor Herrera. El del Porto ayuda en la construcción, pisa área, guarda el balón, da últimos pases y hasta saca centros laterales si es necesario. Toda la estructura se sostiene ofensivamente gracias a sus dos carrileros: tanto Layún como Aguilar son los elementos más profundos del equipo. Tiran rupturas, dan opciones exteriores y, además de sacar centros laterales, pisan área con peligro. La pareja de puntas titular es Gio Dos Santos -que ofrece más apoyos cerca del medio campo- y Oribe Peralta, que intenta pisar la caja con más continuidad para finalizar jugada, sin olvidar el tremendo recurso que tiene Herrera en el banquillo: Javier Hernández. Los octavos frente a los Países Bajos serán durísimos, pero visto lo visto, parece complicado que esta selección mexicana no compita bien, aunque enfrente esté un coloso como Louis van Gaal.