Espectáculo defensivo (Brasil-México)

Márquez y Ochoa, claves en el 0-0. (Fuente: Record)

El partido terminó 0-0, pero desde luego dejó varias actuaciones realmente impactantes, sobre todo de los hombres defensivos. Evidentemente, los que salieron contentos con el punto fueron los mexicanos, que desarrollaron su plan con mucha efectividad, y afrontarán la jornada final sabiendo que un empate frente a Croacia les clasificará a los octavos de final. Miguel Herrera volvió a salir con el 5-3-2 que vimos en la primera jornada, y en este caso se adaptó muy bien a la selección brasileña. Scolari, de nuevo, formó con Neymar liberado por detrás de Fred, y entró Ramires en derecha por el lesionado Hulk, mandando a Oscar a la izquierda. Los mexicanos ahogaron con mucha continuidad las recepciones de Brasil en 3/4, haciéndose clave Márquez en este aspecto. Aunque él también abandonó su posición para anticipar en alguna ocasión, fueron principalmente el Maza Rodríguez y Héctor Moreno los que salían de sitio para evitar que los brasileños pudieran girar y darle continuidad a las jugadas. Y Márquez equilibró todos y cada uno de esos movimientos agresivos. Se balanceó con gran precisión para estar bien colocado si finalmente salía el intento de pase profundo, y dejó un buen número de intercepciones. Por si fuera poco, ayudó a que Brasil no pudiera salir en transición -lo que más daño hubiese hecho a los mexicanos-, porque estuvo acertadísimo en la salida de balón. A México, eso sí, le quedaba un comodín: Guillermo Ochoa. El portero del Ajaccio dejó la mejor actuación de lo que llevamos para el mundial en un guardameta.

Brasil, por su parte, sufrió mucho para encontrar vías de acceso a la portería mexicana, y evidentemente, siendo los favoritos para ganar el partido, ha provocado dudas en cuanto a su rendimiento. Por si fuera poco, el rendimiento de los interiores mexicanos (Andrés Guardado y Héctor Herrera), ponían al conjunto dirigido por Miguel Herrera merodeando muchas veces el área rival. Brasil no demostró la solidez que nos tenía acostumbrados, porque su rival llegó a rondar su portería, pero aquí apareció el que es su mayor argumento competitivo: el triángulo formado por Luiz Gustavo, Thiago Silva y David Luiz. Entre los tres se encargaron de evitar que esas acciones ofensivas mexicanas encontrasen situaciones en las que definir hubiese sido más sencillo. Thiago Silva defendió el área con una solvencia tremenda, David Luiz corrigió acciones complicadas, y Luiz Gustavo cerró todos los espacios, sobre todo en su horizontal, pero también ocupando la posición de central cuando uno de los centrales salía de sitio. Desde luego, Brasil no convenció en campo rival, pero dejó claro que para hacerle gol, además de atacarle bien, habrá que superar individualmente a sus tres titanes.