Queiroz en el banquillo de Irán (Foto: EFE) |
Cuidaron de los detalles, prácticamente, de cada uno de ellos, y eso les permitió arrancar el mundial con 1 punto en su casillero, después de lograr empatar a cero frente a una selección nigeriana a la que le costó muchísimo encontrar soluciones ante el repliegue bajo que Carlos Queiroz preparó para el debut mundialista de la selección iraní. Irán formó en un 4-1-4-1, se ordenó bien, cerro huecos e impidió que los hombres de ataque del conjunto dirigido por Keshi -Musa, Emenike y Moses- encontrasen esos espacios que les permiten mostrar sus mejores recursos. Una línea defensiva armónica -los laterales Montazeri y Pooladi no concedieron ventajas exteriores, la vía que podía abrir centros al área- y un medio campo bien estructurado -Nekounam, el de mejor lectura y capacidad para pasar en largo, quedaba por detrás, mientras que Hajsafi y Teymourian, los que mordían, se situaban por delante como interiores-, y Goochanneijhad como 9 intentando ayudar a encontrar alguna transición junto a Dejagah, que partía de izquierda para buscar el centro. El orden y sobre todo, el enorme sacrificio, les permitió proteger la meta de Haghigh, y aunque les costó salir con continuidad a campo rival, se llevaron un punto que deja claro que viajaron a Brasil a competir.
Ghana, por su parte, presentó un plan radicalmente opuesto, bastante más ofensivo, pero se olvidaron de los detalles. Acabaron perdiendo 1-2 frente a una selección estadounidense que no ofreció demasiado en ataque, o al menos no lo hizo con demasiada continuidad, teniendo en cuenta que existían facilidades por parte de los africanos, pero que se aprovechó de dos jugadas puntuales en un saque de banda y un córner para hacerse con los tres puntos. No obstante, no se debe pasar por alto que la selección de Appiah ha dejado la mejor puesta en escena de un combinado africano en lo que llevamos de mundial. Jugaron con alegría, movieron la pelota con velocidad y precisión, y solo les faltó agredir el área de Estados Unidos con más vehemencia. Entre Kwadwo Asamoah -quién sabe lo que podría llegar a ofrecer de no quedar atado en la posición de lateral izquierdo, aunque él se encargue de intentar abrir las alas-, Asamoah Gyan y André Ayew, dejaron claro, en el 1-1, que hablamos de la selección del continente negro que aúna más creatividad. Además, Atsu mostró que es un futbolista con desequilibrio, y cuando entró Kevin Prince Boateng sumaron a un hombre que puede entrar en ese circuito de pases y además dañar con su llegada y disparo. Se olvidaron de los detalles y perdieron, pero la selección ghanesa dejó buenas sensaciones, y es probable que, a pesar de tener que enfrentarse a Portugal y Alemania, no hayan dicho aún su última palabra.
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