sábado, 18 de diciembre de 2010

El derbi metropolitano: Espanyol - Barça

                    Cornellà-El Prat empieza a adquirir ese estatus de mágico, sin ni siquiera llegar al segundo aniversario de vida. El Espanyol tiene un arma de guerra, un aditivo sentimental, la maravillosa sensación de sentir que el aliento de la hinchada eleva los tacos de sus combativos guerreros para levitar sobre el césped y alcanzar la sexta marcha en sus partidos como local. Claro, que si enfrente está el Barcelona, todo esto se aviva, y el fuego que chasca en las gradas es comparable al mas devastador de los incendios.



Precioso el ambiente en Cornellà-El Prat


                    Se vió en los primeros compases de partido, con un Espanyol enchufadísimo, con la intención de llevar la pelota con criterio a la portería de Valdés, con unas vigilancias defensivas sobre todo en medio campo bastante interesantes, ya que ni Iniesta ni Xavi conseguían conectar, asociarse. Pero este Barça tiene tantas armas, que si el rival consigue deshabilitar su juego combinativo, es capaz de salir como una flecha gracias a sus tres puntas de lanza. Balón al espacio para Pedro, velocidad endiablada para dejar atrás a un excelente central como Víctor Ruiz, y definición de categoría para adelantar a los blaugranas. Ya con el marcador a favor el Barcelona mantuvo su intensidad en la presión y el Espanyol se empezó a desmontar. Javi Marquez, Baena y Verdú estaban cada vez más lejos, y en una buena asociación de los culés llegó el segundo tanto, de Xavi.



Pedro, una de las estrellas del partido


                    Ya con el 0-2 el Barcelona estaba cada vez más cómodo, e Iniesta tenía más y más la pelota, Xavi podía jugar con un poquito más de soltura y empezamos a ver otra vez esta máquina de jugar al fútbol que tenemos el placer de disfrutar semana tras semana, al menos el último mes y medio. Entre medias, tan solo las aportaciones de Osvaldo. Merece la pena hacer un paréntesis para hablar de Osvaldo, un hombre que estuvo tapado por Mutu y Pazzini en la Fiorentina, que se fue cedido al Bologna sin destacar demasiado, y que llegó a Barcelona para sorprender incluso a los que ya le conocíamos. Es impresionante al nivel que está el italo-argentino, salido de la cantera de Huracán, delantero total. Tiene clase, pegada y físico. A mi me parece un futbolista en crecimiento y con una proyección brutal a sus 24 años.



Osvaldo supera a Piqué


                    En el segundo acto, todo seguía más o menos igual. Una de las más maravillosas virtudes que tiene este Barcelona es el nivel técnico continuo que muestran sus futbolistas. Pase, control orientado perfecto o rozando la perfección, y ubicación comodísima para seguir jugando la pelota. Así, una y otra vez. Es como un pulso al reloj, que no hacen más que ganar gracias a la deliciosa técnica de los que van de blaugrana. Un partido de fútbol es una continua batalla al tiempo. Si un delantero realiza un control perfecto, tendrá más tiempo para definir, y sus probabilidades de éxito son mayores. Llamémosle tiempo de acción. El reloj que marca el tiempo de las acciones del Barcelona, está deliciosamente dilatado, cada granito de arena que lo forma, es un acto divino de precisión técnica. Por eso te mata, por su comunión con lo más importante de este deporte: El balón.

                    Entre toque y toque, llegó el 0-3. Un buen disparo de Messi, una buena parada de Kameni, y una bala llamada Pedro para cazar el rechazo y casi matar el partido. Digo casi, porque volvió a aparecer ese maravilloso delantero del que hablabamos antes, Osvaldo, para hacer el 1-3 y encender de nuevo a la masa perica. Duró poco, porque un gran balón de Messi acabó en pies de Villa, que definió perfecto, y mató definitivamente el partido.El propio guaje cerró la cuenta con el 1-5 en los compases finales.



Villa hizo dos goles


                     Otros cinco goles y nueva exhibición incontestable del Barcelona. No sabemos lo que durará este pico de forma de los de Guardiola, pero lo cierto que es sorprendente como día tras día mantienen el nivel (un nivel brutal), el hambre, y la ambición. Sin lugar a dudas, para un aficionado al fútbol, el calendario está marcado en rojo el día que juega el Barça.

1 comentario:

  1. Desde luego es una maravilla visitar corneprat, por su ambiente, a dia de hoy no hay ningún campo en España que achuche tanto, quizá San Mamés o el Molinón, pero pocos más

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