viernes, 7 de febrero de 2014

El Liverpool de los "cuatro buenos"

A comienzo de temporada fue la sanción de Luis Suárez, después, la lesión de Coutinho, y luego, la de Sturridge. La cuestión es que hasta mediados de enero Brendan Rodgers no ha podido juntar a los tres de forma habitual, y han estado recuperados coincidiendo con un momento bastante fino de Raheem Sterling -al que el cambio de propuesta es a quien menos ha afectado su rol a desarrollar-. Los resultados ligueros del equipo este curso están fuera de toda duda -el objetivo era regresar a la Liga de Campeones y ahora mismo estaría cumplido-, pero tener a "los cuatro buenos" disponibles ha significado la titularidad de todos, en una decisión que el primer día dejó muchísimas dudas -un 2-2 frente al Aston Villa en Anfield con la sensación de jugar realmente mal-, pero que en los últimos tres partidos -sobre todo frente al Everton- ha dejado ver una solución táctica bastante coherente. 

Rodgers ha apostado después del empate en el partido frente al Aston Villa del 18 de enero por un 4-3-3 asimétrico. Los  resultados desde entonces fueron; 0-2 frente al Bournemouth en FA Cup, 4-0 contra el Everton, y 1-1 frente al WBA. Habría que, eso sí, y en primer lugar, contextualizar la actual situación del Liverpool con respecto a su número de bajas, porque tiene fuera a los que son probablemente sus cinco futbolistas de más calidad defensiva en sus respectivos puestos: Agger, Sakho, Lucas Leiva, Glen Johnson y José Enrique. Si nos centramos en los defensas, resulta lógico creer que los resultados puedan verse afectados, como ya ocurrió la semana pasada en The Hawthorns, cuando un fallo de Kolo Toure significó el empate del WBA. Poniendo en primer lugar el importante matiz de que el balance defensivo con esta propuesta debería mejorar considerablemente con la línea defensiva titular, es inevitable hablar de la figura de Lucas Leiva, que si bien es cierto podría mandar a uno de los cuatro hombres ofensivos al banquillo, resultaría un elemento para equilibrar -sobre todo si juega en la posición de Coutinho-, o que incluso podría actuar en el lugar de un Henderson que aunque es titular indiscutible esta temporada, sí es cierto que con esta nueva propuesta, cubre las necesidades a medias. Son dos cuestiones importantes, puesto que quizá una idea que puede tener bastante recorrido se vea ahogada por el hecho de que se vayan quedando puntos por el camino. Existen una serie de detalles que merece la pena resaltar:

1. La posición de Gerrard

Dijo Rodgers después del partido frente al Stoke City, donde el capitán ya actuó como mediocentro más posicional, que ese podía ser un buen puesto para que Gerrard terminase su carrera. Con pelota resulta un recurso importante para encontrar a los jugadores alejados y activar los espacios gracias a su buen desplazamiento, aunque por momentos peca de falta de paciencia, lo que provoca pérdidas, sobre todo si tenemos en cuenta que la tensión y dirección de su pase raso es de buena calidad y que podría utilizarlo para guardar más la pelota. A la hora de hacer de "ancla" defensiva, Gerrard en esa posición tiene, sobre todas, una gran virtud; su facilidad para cruzar lateralmente el campo y su manejo del tackle. Teniendo en cuenta que los hombres de banda en este esquema son Sterling y Suárez o Sturridge, resulta verdaderamente útil.

2. Jordan Henderson

Se han disputado 2160 minutos en esta Premier League, y Henderson ha jugado 2140. No cabe duda de que está siendo clave para Rodgers, aunque sus mejores momentos esta temporada han sido como interior, en el 4-3-3 más puro, y con Leiva y Gerrard o Allen acompañándole en el trío central. Ahí hacía su mejor función: estirar defensas rivales gracias a sus movimientos largos, dar espacio a las recepciones de Suárez y pisar área rival con sus movimientos de ruptura. Ahora eso ha cambiado bastante, y está más obligado a equilibrar y por lo tanto a reducir la amplitud de sus movimientos. Por un lado, su pareja como interior es Coutinho -un mediapunta en esencia-, y por otro, son Suárez o Sturridge los que tienen que proteger el sector izquierdo, es decir, dos delanteros que en muchas ocasiones se encuentran lejos de esa zona tras la pérdida, y obliga a Henderson a moverse lateralmente para equilibrar. En resumen, las exigencias colectivas han limitado sus movimientos de ruptura, y ahora está obligado a un trabajo que exige una lectura importante, cuestión que hasta el momento no ha demostrado ser su mejor virtud. Lo compensa, eso sí, llegando donde más o menos hace falta gracias a su despliegue, y de momento queda claro que Rodgers sigue considerándole clave.

3. El nuevo rol de Coutinho

Hasta el momento, Coutinho había tenido la labor de jugar como extremo izquierdo, partiendo desde aquella zona para obtener recepciones, bien acostadas a la línea de banda, o bien en zonas interiores. El caso es que sus contactos estaban destinados a acelerar la jugada, eran explosivos; recibir y desbordar, o dar el último pase. En términos defensivos, su labor consistía en proteger su banda con el retorno habitual que puede tener un centrocampista de banda. Ahora es diferente. Su posición de interior derecho le obliga a tocar la pelota muy cerca del mediocentro -Gerrard-, y no puede verticalizar siempre porque perderla ahí no es lo mismo que hacerlo en posición de extremo izquierdo. La ventaja del sistema, desde el rol de interior derecho, es que los robos del Liverpool le permiten dar el último pase hacia un falso extremo izquierdo que por lo general tiene mucha altura, porque se trata de Suárez o Sterling. Dos son las cuestiones a evolucionar para que ofrezca competitividad en ese rol: dar más veces acciones sencillas, aunque "se aburra", y, en la medida de lo posible, mejorar su aportación defensiva: sumar más cuando mete la pierna y permitir menos espacio para los centrocampistas rivales en su espalda. 

4. Suárez-Sturridge

Ellos dos son, en realidad, los protagonistas de todas estas variantes, porque Rodgers quiere que jueguen los dos juntos -normal, son los dos futbolistas más resolutivos de la plantilla-, y sabe perfectamente que ambos son delanteros. De hecho, ya se probó a principio de curso, con la idea de que ambos partieran de su posición más favorable, con un esquema de 3-5-2. Este 4-3-3 asimétrico les da toda la libertad para hacer su función de delanteros cuando el equipo tiene la pelota, pero están obligados a ayudar en la izquierda cuando no la tiene. A continuación, las áreas de acción de ambos en el Liverpool - Everton:


Es decir, ambos futbolistas se veían obligados a retornar hacia la izquierda para no obligar siempre a Henderson a ir a aquella zona, lo que significaría un 3x2 del rival por dentro (en este caso el Everton) contra Gerrard-Coutinho. Este es el principal "pero", porque el robo de pelota significa que por regla general, encontrará a Suárez o Sturridge a muchos metros del arco rival, pero, viendo el desastre del 4-2-4 frente al Aston Villa, parece una solución completamente necesaria.

La próxima cita del Liverpool será frente a un Arsenal que es líder de la competición, es decir, el mejor escenario posible para medir la nueva propuesta, en caso de que Rodgers decida darle continuidad.

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