domingo, 23 de febrero de 2014

Manchester United: Ritmo lento en el país del vértigo

Últimamente, con el éxodo generalizado de futbolistas españoles que abandonan nuestra liga para jugar en la Premier League, tenemos la oportunidad de hablar con muchos de ellos sobre sus sensaciones con respecto a la nueva competición que están conociendo. Cada uno tiene su perspectiva y sus puntos de vista, pero el denominador común del que hablan todos es "el ritmo de los partidos". La cultura futbolística inglesa del box to box hace que, por regla general, el juego presente situaciones de transición rápida, tomándose los equipos -habiendo excepciones, por supuesto- por lo general, poco tiempo para masticar sus fases ofensivas. El estadio inglés es estadio de murmullo cuando se repite mucho el pase atrás. Esta es una de las bases de su producto como espectáculo, la que atrapa a gran cantidad de espectadores y uno de los elementos que le da forma a su competición.

Sin embargo, el dominador de la competición desde su formato reciente y, gracias a ello, equipo más laureado de la historia de la liga inglesa, ha formado una plantilla en la que hay muchos futbolistas de perfil diferente a esta cultura, y el fichaje de Juan Mata es la guinda a ese pastel. Hasta el momento, David Moyes había progresado en su Manchester United por un camino bastante indefinido, a medio camino entre ese denominador común del fútbol inglés y lo que quizá -y los fichajes de Fellaini y Mata lo acuciaban aún más- demandaba su plantilla. El partido de ayer frente al Crystal Palace dejó por primera vez una alineación que parecía destinada a bajar las revoluciones, dominar el balón y ofrecer un discurso sostenido en base a esta idea.

Posiciones medias del Manchester United frente al Crystal Palace

El primer matiz de lo visto ayer en el choque frente al Crystal Palace, y que acabó 0-2 para el Manchester United, es que el conjunto de Tony Pulis es poco pudoroso a la hora de conceder metros para que el rival se meta en su campo, y a partir de ahí, tratar de producir sus ocasiones con una idea de contragolpe. Es decir, el escenario invitaba a David Moyes a juntar a los futbolistas de mejor pie en campo rival para tratar de encontrar vías en la telaraña habitual del Palace. El partido puede separarse entre el primer y el segundo tiempo, porque el equipo ofreció cosas positivas y negativas moviéndose en dos polos bastante opuestos entre ambas mitades.

Datos del partido (Fuente: squawka.com)
En Palace disparó 15 veces a puerta, contando los tiros bloqueados, pero en el primer tiempo solo lo hizo en 4 ocasiones y siempre en posiciones con bastante desventaja. Es decir, durante la primera mitad se vio a un Manchester United cuya posesión era eficaz en términos de control, con pérdidas escasas y siempre cerca del área rival, recuperaciones rápidas y por lo tanto viviendo 45 minutos en los que su defensa no estuvo prácticamente expuesta, un logro si tomamos como referencia la dinámica habitual del equipo en esta Premier, y que además se ajustaba bastante bien a la alineación de control que sacó David Moyes. Sin embargo, las ocasiones durante el primer tiempo también fueron escasas -cinco disparos-, y faltó algo más de regate y acierto en los últimos pases. 


En el segundo tiempo el equipo consiguió producir más ocasiones, también fruto de la necesidad de conseguir los tres puntos, pero también permitió algunos despliegues del Crystal Palace. Es decir, el resumen crítico es que la fórmula control del primer tiempo no se tradujo en producción de ocasiones, y cuando el equipo hizo movimientos más verticales en el segundo, no pudo tener dominada la situación una vez había perdido la pelota, como en el primer acto. En la imagen anterior se ve el alto número de pases conseguido por el Manchester United a lo largo del partido (589 completados), para solo 5 disparos entre los tres palos, 10 en total, y 14 contando con los que bloquearon los futbolistas del Palace. En términos absolutos, son muchos pases y mucha pelota para tan poca producción ofensiva. 


A partir de este punto de vista crítico, se pueden, sin duda, extraer conclusiones positivas. En la captura de la izquierda se puede ver como Rooney y Mata son partícipes de la salida de pelota, retrasando su posición para ofrecer líneas de pase y por lo tanto reducir el riesgo de pérdidas, dada su enorme calidad, en una zona peligrosa. En la captura de la derecha, un movimiento bastante repetido: con el equipo metido en campo rival, y con el Palace defendiendo en posicional, Fellaini se metía en el área para hacer de segundo punta con Van Persie, donde puede aprovechar su juego aéreo, llegada y remate, pero la principal novedad es que esto no suponía un desequilibrio colectivo, porque Rooney y Mata hacían de centrocampistas, acercándose a Carrick, y la posible pérdida les tenía, generalmente, a ellos por detrás de la pelota, que sin ser especialistas defensivos al menos ralentizaban y empujaban a zonas menos peligrosas los contragolpes rivales.


En términos de profundidad y desborde, es inevitable hablar del juego exterior del Manchester United. Mientras que en la banda derecha, Smalling apenas pudo darle amplitud al equipo, sobre todo teniendo en cuenta que el que partía de allí era Mata, que jugaba constantemente en zonas interiores, en la izquierda Evra sí estuvo acertado y fue productivo en campo rival (en la capturas anterior, los pases de uno y otro en el partido). Mientras que el costado izquierdo con Januzaj-Evra sí dio una opción de desborde y dinamismo, el derecho era para el rival bastante fácil de defender. 

En definitiva, el Palace-Manchester United dejó una versión del equipo de Moyes aún bastante verde -pocas ocasiones, desequilibrio entre uno y otro perfil, etc.- pero sin duda ilusionante dada la alineación y la propuesta, muy adaptada al tipo de jugador que tiene la plantilla -no hay que olvidar que Moyes, en este estilo, podría suplir ausencias con Giggs o Kagawa-, y que de tener resultados (Van Persie, el hombre clave para conseguirlos, se adapta perfectamente a este estilo) y continuidad podría convertirse en algo atractivo y sobre todo, muy diferente dentro de la cultura inglesa. Veremos si Moyes tiene tiempo para desarrollarlo, pero después de varios meses en el cargo ha enseñado algo que parece muy ajustado a los jugadores que tiene, y estos son, sin duda, de primerísimo nivel mundial.

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